DÉCIMO NOVENO

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La cama de un momento a otro se sintió fría. Tanteó a su alrededor en busca del cuerpo que le proporcionó calor por el resto de la noche, pero no lo encontró.

Con trabajo abrió uno de sus ojos, luego el otro, adaptándose poco a poco a la intensa luz que entraba por las ventanas. Había olvidado cerrar las cortinas en la noche.

Una suave brisa mañanera se presentó en la habitación, creando que un escalofrío le recorriera el cuerpo entero debido a su desnudez.

—¿Jungkook?— Susurró bajito y unos ruidos en la cocina le dieron respuesta.

Con tranquilidad, se puso en pie de la cama, cubriendo su cuerpo con su bata blanca de baño. Se acercó a la puerta y por un momento pasó por su cabeza la idea de que fuera Jimin y no Jungkook quien lo esperara afuera. Una amargura se implantó en la boca de su estómago ante la idea de que Jungkook lo hubiera dejado solo esa mañana.

Sus dedos apretaron la perilla y con valentía atinó a abrir la puerta. Recibió la espalda desnuda de su hoobae, con sus posaderas enfundadas en unos boxers, luciendo orgulloso los tatuajes de su brazo mientras cocinaba.

Un suspiró salió de sus labios, sin darse cuenta que estaba reteniendo el aire. El alivio le recorrió de pies a cabeza.

Sonrió, acercándose sigilosamente al nuevo dueño de su corazón, rodeando su pequeña cintura cuando estuvo detrás de él.

—Veo que te adaptaste muy rápido a tu entorno.

Le escuchó soltar una leve carcajada y su pecho se infló con un calor indescriptible. Si sus mañanas fueran así todos los días, le encantaría despertarse temprano el resto de su vida.

Apagó la hornilla, girando sobre su eje para ser ahora él abrazara por su cintura al pelirrojo, depositando un ligero beso en su mejilla, sin darle tiempo alguno de reaccionar.

—Buenos días, ¿cómo amaneciste?

Una sonrisa nerviosa se dibujó en los labios del mayor.

—Ya te estás poniendo romántico otra vez, Jungkook es muy temprano—, bromeó.

—Ya te lo dije, hyung: nunca es tarde o temprano para ponerse romántico.— Ahora besó su nariz y Taehyung juraba querer comérselo a besos como el primer día que lo conoció.

Sin poder evitarlo, con sus brazos rodeó el cuello del menor, abrazándolo y acercándose a él para dejar un dulce beso en sus labios. Ninguno de los dos se consideraba una persona romántica pero tal vez era porque no había encontrado a la persona correcta que despertara ese sentimiento en ellos.

El beso fue ralentizando, hasta solo un leve roce entre ambos labios, pero sus cuerpos aún no se alejaban uno de otro.

—¿De verdad estás bien?— Lo apretó de nuevo entre sus brazos, besando su mejilla otra vez.— ¿No fui muy rudo anoche?

El mayor se encogió de hombros restándole importancia, llevando sus manos al rostro de Jungkook para acariciarlo.

—Nada que no pueda manejar.— Masajeó la línea de sus hombros, mientras Jungkook lo subía al desayunador de la cocina.— Me sorprendiste bastante, ¿cómo es que eres tan bueno en el sexo entre hombres?

Jungkook se rascó la nuca.

—Pues... No es muy diferente de hacerlo con una mujer.— Taehyung abrió sus ojos, escandalizado. Eso significa...— Fuiste mi primera vez con un hombre.

—¿En serio?— El azabache asintió.— Por Dios, ¿no te cansas de ser bueno en todo?

Ahora Jungkook soltó una carcajada ante las ocurrencias de su novio.

—No soy bueno en todo.— Taehyung arqueó una ceja, mirándolo incrédulo.— Bueno, tal vez en algunas cosas... Pero no fui el único sorprendido, —el pelirrojo no notó que la bata se le estaba abriendo a la altura del pecho, dejando al descubierto uno de sus pezones. Jungkook acarició el redondo botón y el brillante arete.— No soy fan de los piercings en los pezones, pero creo que podría serlo desde ahora...

—¿Ah sí?— Su mano se deslizó por su fuerte brazo tatuado, trazando las formas en tinta con sus dedos.

—Claro que sí.— El nudo de la bata comenzaba a estorbarles, así que Jungkook se encargó de deshacerlo con la intención de despojarlo de su bato y dejarlo desnudo.

—¡Taehyung-ah, ¿ya está listo el desayuno?!

Ambos chicos se detuvieron de sus acciones cuando el grito de Jimin se hizo presente en la estancia. No escucharon la puerta, ni mucho menos los suaves ladridos de Yeontan en los brazos de Jimin.

Los tres hombres se miraban entre ellos, haciendo la situación más cómica. Taehyung sin poder aguantar la risa por la situación.

—Ah... ¿Interrumpo algo?— Preguntó el mayor de todos, mirando directamente a Taehyung e ignorando la fulminante mirada de Jungkook.

—Sí, un poco...

Jimin asintió, acariciando a Yeontan que se estaba poniendo inquieto por no poder acercarse a Taehyung.

—¿Vuelvo más tarde?

—Sí, por favor.

Volvió a asentir, girando sobre sus talones para salir del departamento.

—Bueno, vámonos Yeontan. Tu papá aún no quiere despedirse del bobo grandote de su novio.

—¡EY!

Y sin más, cerró la puerta a su espalda.

Jungkook suspiró y Taehyung se rio.

—Tengo que irme, ¿verdad?

Taehyung posó con delicadeza su mano en la mejilla del azabache.

—Sí, es su departamento también.— La cara decepción de Jungkook le estrujó el corazón.— ¿Te parece si desayunamos antes de que te vayas?

Jungkook lo miró de nuevo y Taehyung le besó la frente.

—De acuerdo.

JUST AROUND THE CORNER [KOOKTAE][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora