UNDÉCIMO

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Taehyung estaba siendo desconcentrado de su propósito inicial. Estar sentado en la cama de su habitación, con un Jungkook sentado encima de él, besándolo y más caliente que un sartén en la ornilla no le estaba ayudando mucho que digamos.

—J-Jungkook...— La habitación se llenó de los sonidos de sus besos húmedos, más los suaves quejidos del mayor.— Basta... Contrólate un poco, van a escucharnos en los otros cuartos.

Jungkook parecía no entender las palabras de Taehyung. Estaba ensimismado besándolo por todos lados con soltura, sin importarle lo que el pelirrojo le decía o como poco a poco iba desprendiéndolo de algunas de sus ropas.

—No hay nadie en las otras habitaciones, —mordió el lóbulo de su oreja, acariciándola suavemente con los labios,— así que, puedo hacerte gritar todo lo que yo quiera.

—B-Basta ya...— Jungkook sacó su camisa de sus pantalones y desabrochó el botón de los mismos. —Estoy diciéndote que quiero llevar las cosas poco a poco contigo, ¿por qué me lo pones tan difícil?

Jungkook rió, grave y bajito, erizando los vellos de su nuca. Se abrazó a su cuello con fuerza cuando aquellas manos tatuadas se metieron bajo su ropa, acariciando toda su acanelada piel.

—Para de tocarme... Jungkook... —La lengua caliente de su acompañante le marcó el cuello.

—Sostén esto—. Alzó la camisa del mayor, acercando la prenda a su boca para sostenerla con los dientes, dejando al descubierto todo su torso.

Taehyung lo miró extrañado.

—¿Estás loco? Por supuesto que no.

Su mente le decía que no, pero su cuerpo pedía a gritos que sí. Bueno, los dos decían que sí pero quería pensar lo contrario.

—Por favor, Tae Tae.— Acercó de nuevo la prenda, en esta ocasión sí la sostuvo entre sus dientes, apoyándose con las manos para cargar el resto de la prenda.— Voy a hacer que esta reconciliación valga la pena...

Taehyung lo miró de nuevo, ahora asustado.

—¿Q-Qué vas a hacer?

—Devolverte el favor, mi vida.

El rostro de Jungkook iba bajando suavemente por su cuerpo, besando los trozos de piel que su ropa dejaba a la vista, adorando cada centímetro de su torso descubierto con sus manos y sus miradas.

Se sobresaltó un poco cuando Jungkook llegó a su intimidad, aun cubierta por su ropa.

—¡Jeon Jungkook, no hagas nada!— Gritó cuando intentó bajarle el pantalón.

Alzó el rostro, mirándolo con una sonrisa pícara, sin importarle la negativa de su acompañante.

Bajó sus pantalones de un tirón y ante sus ojos quedó una preciosa prenda de ropa interior de encaje, negro y con cierto volados en las orillas. Su sonrisa se hizo más grande.

—De verdad que nunca dejas de sorprenderme, Taehyung.— Dejó un beso el la ropa interior de encaje, justo sobre su masculinidad. El pelirrojo se removió en su sitio, suspirando de gusto— Y me encanta.

Los hábiles dedos del menor se dirigieron a las orillas superiores de la prenda, deslizándola delicadamente por su cadera; lo suficiente como para dejar al descubierto su intimidad.

—Jungkook, no tienes que hacerlo...— Sus palabras apenas si se entendían gracias a la camisa entre sus dientes.

—Estoy bien. Déjame decirte lo mismo que tú a mi: quiero hacerlo, tú solo disfruta.

JUST AROUND THE CORNER [KOOKTAE][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora