JUST AROUND THE CORNER [KOOKTAE][+18]

TRIGÉSIMO

La galería estaba abarrotada de gente y eso tenía a Jungkook sorprendido. Nunca pensó que los de artes tuvieran tanto público esperando por sus obras.

Había llegado temprano, decidido a darle una sorpresa a su novio. Pero el sorprendido fue él, otra vez, a manos de su novio "dios" de la moda. Verlo con el cabello peinado hacia atrás, ataviado en un pulcro pantalón de vestir junto con una camisa blanca, con las mangas hasta los codos. Los zapatos lustrados brillaban con las luces del espacio, junto con una gabardina que descansaba cómodamente en su antebrazo.

—¡Jungkookie!— La sonrisa con la que fue recibido le derritió el corazón. Así como también los cálidos brazos de su novio, rodeándolo y besándolo sin importar la cantidad de gente que hubiera en aquel espacio.— Llegaste temprano, que grata sorpresa.

El azabache refunfuño un poco, reclamando que siempre queda mal con sus sorpresas por tener un novio tan guapo. Taehyung solo reía ante sus ocurrencias.

Lo tomó de la mano, decidido a darle un tour por todo el espacio, sin darle tiempo de acomodar sus cosas cerca de su espacio designado. El mayor lo trajo de aquí para allá, presentando a sus compañeros, describiéndole las obras de sus amigos, charlando con sus amigos de clase e incluso con los profesores. Taehyung presumía orgulloso que, aquel chico de cabello largos y negros, cara preciosa y ojos brillantes, era su novio.

—Parece que Taehyung ya te dio un paseo por todo el lugar, ¿no es así, Kookie?— Preguntó Jimin, que al parecer tenía poco de haber llegado.

Jungkook estaba colorado y la cabeza le daba vueltas. No pensaba ser presentado, formalmente, como el novio de Taehyung ante toda la facultad de artes. Estaba que reventaba de vergüenza.

—Ni lo digas... Me llevó hasta con los directivos, ni siquiera sé por qué...

Park Jimin rio, siendo acompañado por el pelirrojo.

—Lo siento, Kookie.— Palmeó un espacio a su lado para que se sentara junto a él. Cosa que hizo de inmediato.— Estoy muy emocionado, no todos los días consigues un novio guapo, ¿sabes? Tengo que aprovechar.

El menor negó con la cabeza.

Gracias a que Taehyung lo trajo dando vueltas por todo el recinto, no se había parado a ver sus pinturas. Quedó asombrado cuando lo hizo: todos aquellos lienzos en la pared eran hermosos; coloridos y abstractos pero a la vez apetecibles a la vista. Su chico era muy talentoso y hablaban por él esos cuadros que ahora colgaban de aquellas paredes.

Taehyung le había comentado en una ocasión que todos los cuadros que llegan a exponerse son aquellos con los que obtuvieron mejores notas a lo largo de los años de carrera. Y también había presumido abiertamente ser uno de los mejores de sus clases desde inicios de sus estudios.

—Esta pintura me parece familiar...

Taehyung siguió a donde su dedo apuntada y pareció recordar.

—Ah, a esta pintura le tengo mucho cariño... Fue cuando di a conocer mi sexualidad a todos mis conocidos.— Jungkook abrió mucho los ojos, haciendo que Taehyung rascara nervioso su nuca. Aquello lo tomó desprevenido.— Probablemente la recuerdas porque estuvo exponiéndose mucho tiempo en el área de exposiciones... Mis maestros quedaron, por alguna extraña razón, conmovidos con ella... Pero ahora me avergüenza demasiado—. Rio, nervioso de nuevo.

Jungkook miró la pintura, sintiéndose abrazado por su calidez y los colores que resaltaban en ella. Sonrió inconscientemente, podía sentir la libertad de la obra desbordarse de ella, inundándolo de un maravilloso: todo está bien.

—Es preciosa... Me encanta, te define muy bien.

Taehyung sonrió de nuevo, las mejillas coloreándose de carmesí.