VIGÉSIMO SÉPTIMO

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—J-Jungkook, creo que ya fue suficiente, cariño... Ah.

Los dedos del menor se recreaban en la entrada de Taehyung. Entrando y saliendo, girando y abriendo, soltando un erótico sonido con cada embestida que daba. Taehyung descansaba sobre su regazo, removiéndose con ansia encima de él, sintiendo como sus paredes comenzaban a hormiguear de forma extraña por la sobreestimulación.

Cariño... Ya estoy listo...

El mayor dejó caer su rojiza cabellera en el hombro de su acompañante, sintiéndose exhausto de la nada. Jungkook le dio un beso en la sien, sin dejar de complacerlo.

Con sus fuertes manos, volvió a tomarlo de la cintura para acostarlo en el sofá, sin perder la posición entre sus piernas. Se acercó a su rostro, dejando una estela de besos húmedos que iban desde sus mejillas hasta sus clavículas.

—Creo que te gustó demasiado lo que dije...

Jungkook mordió su clavícula descubierta, hincando el diente con un poco de fuerza. Al mayor le entró un extraño pensamiento de que podía ser devorado con solo mirar sus ojos marrones.

—¿O solo te excitó demasiado?— Sus traviesas manos rozaron por encima de sus pantalones el pronunciado bulto de su entrepierna.

—Joder, no me tientes Taehyung.

Jungkook arrancó con fiereza la pieza superior de su cuerpo, lanzándola a algún lado de la sala de estar. Con fiereza desabrochada su cinto, el botón y cierre de su pantalón.

El pelirrojo se sorprendió.

—¿Vamos a hacerlo aquí en el sillón?

—Pierdo tiempo si voy a tu habitación.

El mayor enarcó una ceja. Su habitación no estaba tan lejos, así que...

—Jimin va matarnos si se entera de que tuvimos sexo en el sofá.

Jungkook gruñó.

—Se lo merece.

Tae rodó los ojos con burla. Su novio si que era un niño a veces.

El azabache lo besó de nuevo, deleitándose con el dulce sabor de sus labios y la exquisita textura de su lengua. Sus dedos se perdieron en el elástico de su ropa interior para sacarla por sus piernas de un tirón. Sus manos trazaron un recorrido por toda la extensión de sus largas piernas, pellizcando poquito la carne de sus muslos.

Taehyung suspiraba de gusto, admirando el formado torso de su amante que no se cansaba de ver nunca. Delineó el centro de sus marcados abdominales, recorriendo con su dedo la fina línea que los dividía, sacándole leves gruñidos al azabache.

—Quítate eso... No me hagas esperar, conejito...— Ahora el mayor era el que peleaba con la ropa interior de Jungkook, buscando maneras de cómo quitarla.

El mencionado bajó lo suficiente la prenda para dejar su erección libre, la cual empezó a bombear con constancia, mirando los preciosos ojos de su novio.

Kook...

—Ya voy, bonito.

Jungkook sonrió de lado, mientras tomaba los miembros de ambos y comenzaba a masturbarlos al mismo tiempo. Siéndole sencillo gracias a toda la lubricación que ambos producían. Los jadeos lastimeros de su novio y cómo se retorcía en el pequeño espacio del sofá lo estaban volviendo loco.

Bombeo con un poco más de fuerza, acariciando el pequeño orificio en la punta de su glande, presionando para hacer llorar a Taehyung de placer.

Kookie...

JUST AROUND THE CORNER [KOOKTAE][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora