—Entonces...¿ya son novios?
La pregunta de Hoseok le hizo escupir toda la bebida, sorprendiendo a sus amigos que se levantaron molestos de la mesa.
—¡Jungkook!
Jungkook sólo tosía, tratando de calmar sus recientes nervios.
—Hobi hyung tiene la culpa, ¿cómo se le ocurre preguntar algo así de la nada?
—¡Tenía curiosidad!— Replicó el mayor, limpiando con servilletas el desastre de Jungkook mientras él se recuperaba.— Se la pasan todo el día juntos, se llaman a todas horas, hasta se van juntos a casa, ¿cómo no querías que preguntara?
—Eres un chismoso, si los niños quieren andar follando en la facultad, déjalos en paz.
Jungkook escupió de nuevo.
—¡Jimin!
El mencionado sólo se limitó a distraerse en su celular.
—Pero, hablando en serio, ¿ya son novios?
El semblante de Jungkook se tornó serio de un segundo a otro, desplomándose en la silla sin aviso.
—Por supuesto que no, le faltan bastantes h-.
—Jimin hyung, nuestra amistad depende de si terminas esa frase.
Y Jimin calló al instante, dejando con la duda a Hoseok.
—La cena estuvo deliciosa, Jungkook.— Agradeció Taehyung, con una sonrisa brillante que a Jungkook le fascinó.
Habían salido de nuevo. Perdió la cuenta de cuántas veces había estado juntos a lo largo de los días. En la universidad, fuera de ella, en su departamento, en la residencia... En fin, pasaban la mayoría del tiempo juntos y ambos estaban encantados con ellos.
Esa noche, Jungkook había reservado en un buen restaurante, con cena a la luz de la luna, en la terraza, con música en vivo y demás cosas. El lugar era elegante, cálido y acogedor. Dejándoles la privacidad que necesitan.
La cena fue amena, divertida. Taehyung no se cansaba de las aventuras de Jungkook y Jungkook adoraba el extraño humor que poseía Taehyung. Tampoco faltaron los roces ocasionales; un toque aquí, otro allá y no pudo dejar pasar cuando el mayor limpio descaradamente un resto de comida de su rostro para llevárselo a la boca, delatandolos como la pareja de enamorados que eran.
Su tiempo en el restaurante acabó y salieron a caminar un poco. Cerca del restaurante había un muelle precioso, iluminado con largos arbotantes que alumbraban la senda. Jungkook tenía como segunda parada un bar que había conocido hace poco para ir a tomarse unas copas juntos pero eso podía esperar un poco. La noche era larga y ellos tenían todo el tiempo del mundo para eso.
—La verdad, me sorprendiste—, sus palabras llamando la atención del menor.— Cuando dijiste que saldríamos, no me esperaba este lugar. Me hubiera puesto ropa un poco más formal.
El azabache sonrió de lado.
En el tiempo que llevaban conociéndose, había notado otro detalle que adoraba de su hyung y esa era su humildad. Su hyung lo tenía todo: cara, porte, un excelente sentido de la moda, estatura, entre muchas otras cosas. Pero él nunca lo presumía, dudaba de sus encantos tanto como Jungkook dudaba de sí mismo. Por eso él siempre le recordaba, todo el tiempo, lo bello que era.
—Te ves precioso, Taehyung.
Los ojos del mayor se pusieron acuosos, tratando de controlar las lágrimas. Seguía sin acostumbrarse a todos los halagos que su pequeños hoobae le lanzaba de la nada.
—Deja de decir tonterías.— Le dio un pequeño golpe en su firme pecho, como empezaba a ser frecuente desde hace días.
—Sabes que siempre hablo con la verdad, ¿no es así?
Su mano perdida vagó hasta encontrarse con la piel canela de su amado, entrelazando sus dedos como si fuera algo natural. De toda la vida. De siempre.
El pelirrojo se sintió volar cuando su pulgar acarició su dorso tan sutil, que apenas si se dio cuenta.
—Es muy temprano para ponerse romántico, conejito.
—Nunca es temprano o tarde para ser romántico.— Y con una naturalidad abrumadora, llevó ambas manos enlazadas a sus labios para besar la de Taehyung.
Las mejillas de Taehyung ya estaban sonrojadas por el frío pero ahora lo estaban más gracias a las acciones de Jungkook. Se estaba volviendo costumbre sentirse avergonzado a causa de su hoobae y no sabía si le gustaba o le encantaba todo aquello.
Menos mal que era de noche.
—B-basta, Jungkook...— Dijo nervioso, cubriéndose el rostro.— Sabes que no manejo bien las muestras de afecto en público.
Jungkook se atrevió a molestarlo un poco más.
—¿Ah, sí? Yo te he visto muy bien con ellas.— Taehyung intentó zafarse del agarre de Jungkook.— Hyung, ¿qué le pasa a tu rostro?— Como pudo le apartó las manos de la cara, dejándole ver un puchero enfurruñado que le parecía tanto gracioso como adorable.— Hyung, tus mejillas están tan rojas...
Las cálidas manos de Jungkook abrazaron su rostro, deslizando sus pulgares por sus abultados mofletes; jugando con los mechones rebeldes que le ocultaban las orejas.
—Hyung...
El mayor gruño en respuesta. Se sentía tan avergonzado
—Hyung~
Taehyung hizo su mayor esfuerzo para no saltar sobre él cuando soltó aquella palabra de una manera tan tierna.
—Jungkookie, no juegues con mi paciencia. Estás tocando terreno peligroso.
Las manos que antes rodeaban su rostro, ahora adornaban su cintura como el único cinturón que necesitaba alrededor de ella.
—Taehyung... Sal conmigo.
El soplar del viento fue la respuesta más próxima que recibió. Sus cabellos volaron con él, haciendo también que las hojas de los árboles danzaran y produjeran una suave melodía.
—¿No es eso lo que estamos haciendo, Kookie-ah?
El menor rogó por paciencia y fuerza de voluntad. Sabía que soltaría una broma de este tipo.
—Ya sabes de lo que hablo...
—No, no lo se—, sus dedos viajaron por la abertura de su gabardina. Acariciando sin vergüenza la línea de sus pectorales que marcaba a través de la camisa.— Explícame.
Paciencia, Jungkook. Dos pueden jugar este juego.
Sin que Taehyung se lo esperara, Jungkook lo jaló con fuerza de su cintura. Haciendo sus cuerpos chocar, sus pechos rozarse y darle un mejor acceso a Jungkook a las nalgas de Taehyung.
Los ojos del mayor se abrieron de sorpresa, no recordaba que este niño fuera tan descarado.
—Se mi novio, Kim Taehyung.
La mirada sensual que adornaba sus ojos en un inicio se desvaneció, desbordándose de una ternura y un agradecimiento tan grande, al punto de sentir la picazón de las lágrimas en las esquinas de sus orbes.
Jungkook le besó. Ambos ojos, sintiendo la leve humedad en ellos.
—Seré tu novio,— pasó los brazos por el cuello del menor, rodeándolo, juntando sus frentes— tu amante,— depositó un beso corto en sus labios,— tu pareja,— otro beso más,— tu amado,— otro más, mordiendo su labio inferior.— Todo lo quieras, pero al final de cuentas, tuyo, mi amor.
Y Jungkook voló.
Por fin, novios.
Hasta el próximo viernes
Los quiere, Fer.
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JUST AROUND THE CORNER [KOOKTAE][+18]
Fanfiction❤HISTORIA GANADORA EN LOS PRIX AWARDS 2021❤ Jungkook desconocía a ese atractivo joven que, todos días, encontraba sentado en aquella banca blanca frente al parque. Y Taehyung estaba curioso por aquel muchacho que siempre era dejado por el autobús. ...