DÉCIMO TERCERO

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Había olvidado cerrar las ventanas. Por eso ahora el sol le pegaba insistentemente en los ojos, interrumpiendo su sueño. Giró su cabeza, cubriéndose el rostro con una de sus manos, tratando de impedir la ceguera por los rayos del sol.

—Diablos...— Susurró, moviéndose con cuidado, tratando de sacar su brazo de debajo de la cabeza de Taehyung que dormía plácidamente a su lado.

—Vaya, creo que nuestro Jungkookie se divirtió anoche.

Un asustado Jungkook se giró rápidamente en la dirección a la voz y se encontró a su compañero de habitación sentado en la cama extra que había en su habitación y que, hasta el momento, recordó.

—¡Yoongi hyung!— Gritó bajito y se tapó la boca inmediatamente al ver como Taehyung se retorcía, quejándose. —¿Qué haces aquí? Se suponía que llegarías hasta mañana.

El pálido se levantó de su lugar, acercándose a su armario para sacar ropa.

—Es mi habitación también. Sólo vine por algo de ropa, me iré otra vez.

—Espera, espera, espera—, se levantó rápidamente de la cama y comenzó a empujar a su amigo fuera de la habitación.— Hablemos afuera, no quiero que Taehyung te vea aquí cuando despierte... Puede ser incómodo para él.

Yoongi dio una pequeña ojeada al cuerpo dormido en la cama y encogiéndose de hombros le hizo caso.

Empezaron a conversar una vez ambos estuvieron fuera. Yoongi fumaba un cigarrillo a una hora tan temprana del día y Jungkook enfurruñado con su compañero porque interrumpió su bello momento con el chico que le gustaba.

—Así que, ¿es tu ligue de anoche?— Preguntó el mayor, dándole una calada al cigarro.

Jungkook casi se muere por esa pregunta.

—¿Qué? ¡No! No es mi ligue de una noche.

—¿Es tu amigo con derechos? Porque, que yo sepa, sólo tienes como tres amigos y ninguno es el que está en tu cama.

A Jungkook se le sonrojaron las orejas de coraje por el comentario que había hecho el mayor. Por supuesto que tenía más amigos, es sólo que él no los conocía a todos. Estaba muy ofendido.

—Para tu información, tengo más amigos.— El mayor alzó las cejas con duda.— Y no, no es mi amigo con derechos.

—¿Entonces?— Otra calada más.

Jungkook frunció el ceño, debatiéndose entre decirle la verdad o no. Al final, decidió ser honesto.

—Es... Es el chico que me gusta.

Los pequeños ojos de Yoongi se abrieron en sorpresa, dejando el cigarrillo consumirse por sí solo. Eso no se lo esperaba.

—¿No eres heterosexual?

Jungkook se talló el rostro con frustración.

—¡Lo soy! ¡Estoy completamente seguro!— Su mirada bajó al suelo, jugando con sus dedos en el momento.— Pero... Taehyung apareció y... No lo sé, creo que simplemente pasó.

Yoongi sonrió de lado y, como pudo, se alzó en puntas para despeinar la melena azabache del menor, ganándose una mirada desconcertada de Jungkook.

—Parece que al internacional playboy le robaron el corazón.

El calor subió hasta sus mejillas, avergonzándose un mundo por el apodo llamado. Hacia años que no lo llamaba así.

—No me llames así.

—Tranquilo, procurare que tu novio no me escuche.

—No es mi novio...

—Aún, porque puedo jurar que ustedes ya fueron más allá de los besos, ¿o me equivoco?

Jungkook se cruzó de brazos haciendo a Yoongi soltar una suave carcajada. Su hoobae era tan transparente.

—Anda bobo, pásame mi ropa y me voy de aquí.— La calada final para acabar con el cigarrillo.— Ya no interrumpiré tu luna de miel.





Entró a la habitación de nuevo, una vez Yoongi se fue con sus cosas. Tratando de no hacer ruido para no despertar a Taehyung pero su sorpresa fue que el mayor ya estaba despierto, vestido con sus pantalones y su camisa.

—Buen día, conejito—, su voz salió más profunda de lo normal, producto de haberse despertado apenas unos minutos. Y Jungkook estaba encantado con ella, hasta un estremecimiento lo recorrió de pies a cabeza.

—Buen día, hyung—, con nerviosismo empezó a recoger la mochila del mayor, colgándola en su hombro antes de mirarlo de nuevo.— Perdón si te desperté, debí avisarte que saldría.

El mayor negó, observándolo con una sonrisa.

—No te preocupes, además tu compañero de habitación se veía con prisa.

Jungkook se dio una cachetada mental. Fue un tonto al pensar que no notaria a Yoongi.

—Tranquilo,— mencionó al ver la cara de sufrimiento que el azabache había puesto— era bastante obvio que en algún momento apareciera, menos mal que no estábamos desnudos.

—Sí...

Taehyung se acercó a él, robándole la mochila del hombro. Jungkook seguía sin mirarlo a los ojos, notó que de la nada el chico se había puesto triste.

—Además, me sirvió despertarme temprano, así tengo tiempo para descansar antes de ir a clase y tú tienes tiempo para ir a las tuyas, ¿no crees?

Él sólo asintió. Taehyung volvió a sonreír.

—¿Qué pasa, Jungkook?

El menor ahora sí que lo miró a los ojos. Con sus redondos y negros ojos de cervatillo, anhelando algo más, pidiéndole algo más sin saber qué era.

—¿Volverás?

La sonrisa del mayor se hizo más grande, mostrando sus dientes. No pudo evitar cubrir su rostro con las manos por la vergüenza.

—¿Qué clase de pregunta es esa, Jungkookie?

Los brazos del menor rodearon su cintura con fuerza, juntando sus frente en el acto.

—Tengo miedo de que no vuelvas.

Las grandes manos del pelirrojo acunaron el pálido rostro de Jungkook. Acariciando sus suaves mejillas con sus pulgares, rozando su nariz de vez en cuando.

—¿Por qué no volvería, conejito?— Depositó un pequeño beso en su nariz.

Se encogió de hombros, peinándose los oscuros cabellos.

—No lo se... Tienes finta de que vas a salir corriendo en cualquier momento.— Taehyung alzó una ceja, retándolo. Jungkook le besó la mejilla como disculpa.

—Fingiré no haber escuchado eso.

—Lo siento, a veces... me gana la inseguridad y tú eres...— Lo analizó por un momento, buscando las palabras para describirlo.— Increíble.

—¿Y tú no?— Deslizó uno de los oscuros mechones detrás de su oreja.— Para mi lo eres.

Amoldó su mejilla a la palma de su mano.

—Entonces, ¿volverás?

—Las veces que quieras. 





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