—Happy puede hacerlo por nosotras. —Ángela le habló a Wanda. —No te preocupes por eso.—A veces dices que no te pareces a tu papá pero cada día compruebo que eres su copia. —Wanda rodó los ojos casi riendo.
—¡Wanda! La semana pasada fuimos por uñas, esta por ropa, ¿podemos descansar un día?— Hizo un puchero. —Si le pido a Happy que nos traiga el café que quieres, lo hará.
—Holaaaaa. —Ángela canturreó y Tony la miró con la ceja alzada.
—¿Qué quieres niña?
Ángela rio y se acercó a él. —Iré con Wanda y Pietro al centro comercial. Quieren ropa y me pidieron que los acompañara.
Tony la miró pensando. No es como que tuviera que darle permiso o no, pues evidentemente los 3 eran mayores, sabían como defenderse, claramente. Pero las cosas de Sokovia seguían recientes. —Ángela...
—Iremos un tiempo solamente. Lo juro.
—De acuerdo, está bien. —Le asintió y rodó los ojos cuando la vio salir corriendo como una niña. —Dios mío...
—¿Estás bien? —Ángela miró a Wanda curiosamente. Su mirada estaba clavada en la televisión de su habitación. —Wanda...
—¿Eh? Sí. —Le habló pero no sonó segura. —¿Esperarás a Pietro?
Las mejillas de Ángela se calentaron un poco cuando lo mencionó, pues apenas ella se había enterado que Ángela tenía una atracción por su hermano. —Creo que sí. — Le contestó susurrando. —Pero, ¿segura estás bien?
Wanda sólo exhaló y su mirada se clavó en la pantalla sin responder.
Ángela soltó una risa y señaló la televisión. —Eso sí es gracioso. —La contagiosa risa de Ángela hizo a Wanda sonreír de lado al verla reír por la escena de Malcom el de en medio. —Oh Wanda, es gracioso, acéptalo. —Siguió riendo y Wanda la miró, volteando a su derecha, viéndola tratar de recuperar la respiración, tomarse el estómago y dejar el vaso del café frío a lado de la cama.
—A Pietro le encanta ver Malcom. —La voz seria de Wanda la hizo mirarla. —Papa solía llevarnos todos DVD para verlos. —Su voz era melancólica y Ángela sólo la miró atenta. —Mi favorita era El Show de Dick Van Dyke.
Angela frunció el ceño y recordó aquella sitcom.
—Temporada 2. Episodio 21. Me encantaba.— Sus ojos se pusieron llorosos haciendo que Ángela tomara su mano y la apretara. —Pietro siempre se quejaba de que veíamos lo mismo. — Se rio secamente y quitó un poco sus lágrimas. —Pero al final a los cuatro nos encantaba verla.
—Lo siento mucho. —Ángela se mordió labio apenada mientras tomaba la mano de Wanda y la apretaba sutilmente. —Yo sé que probablemente mis palabras no sirvan de mucho pero...— La miró y su pecho ardió un poco cuando la vio con sus ojos llorosos, era la primera vez que veía a Wanda de esa manera. — Dicen que el escuchar es la mejor medicina que podemos ofrecer al que pasa dolor.
Wanda miró a Ángela fijamente y sonrió de lado. —Gracias. —Se acercó a ella y Ángela se tensó cuando la vio con intenciones de abrazarla. —En serio. —Sus brazos rodearon los hombros de Ángela y se relajó una vez que sintió su cuerpo temblar y saber que estaba llorando.
—Shh... está bien. —Acarició su espalda suavemente y sólo podía sentir como empezaba a llorar más fuerte, haciéndola abrir los ojos asustada sin saber que hacer. —¿Quieres... que llame a Pietro?
—No, no. Sólo... perdón no debí...
—Está bien, no te disculpes conmigo. Tienes que desahogarte.
Wanda asintió y se separó de ella limpiando sus lágrimas, se sintió apenada cuando Ángela la había tenido que ver llorar. —Creo que jamás había llorado.
—Ahora tienes con quien hacerlo. —Ella la miró y sonrió levemente. —No importa que sea, aquí estaré.
Wanda la observó por unos minutos. Sabía que lo que decía era real y a pesar de la situación de las semanas pasadas, había sentido una conexión con ella y pese a todo, sabía que ella sería alguien importante para ella.
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ángela stark ; pietro maximoff
Action"Prometí odiarte. Odiar tu apellido, tu hogar, tu familia. Prometí vengar a mis padres y a mi ciudad. Pero te veo, me sonríes, me das tu cariño y eso es la última cosa que quiero hacer, Ángela".