IV. Era de Ultron 2

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En la nave, Tony iba como piloto y su hija como copiloto, mientras que  Clint estaba siendo atendido.

La mente de Ángela no dejaba de recordar aquella pesadilla que la chica la había hecho ver. Su mirada estaba perdida sin mirar a un punto fijo. Escuchaba que los demás hablaban pero su mente no estaba con ellos, si no, viendo las visiones. Era terrible.

—Hey, Ángel, ¿estás bien?—Miró a su lado izquierdo, donde su padre le había preguntado. —Jarvis, toma el volante.

—Sí, eh... sí. Sólo que estoy algo cansada.— Trató de sonreír aunque Tony sabía que la cosas no estaban del todo bien, sabía que su hija estaba siendo atormentada.

Le sonrió y acomodó su mechón detrás de su oreja. Tony decidió levantarse y darle su espacio, yéndose a conversar con el resto del equipo.

Ángela trató de seguir pensando en la visión que tuvo, que podría significar. Llevaba años tratando de entender ese día y jamás había podido hablar con alguien al respecto. Así que sólo cerró sus ojos en un intento de poder conciliar el sueño.

Despertó de una pequeña siesta cuando sintió que estaban aterrizando. Las puertas se abriendo y lo primero que vio fue a la agente Hill entrar a la nave—El laboratorio está listo, jefe.

Ángela se paró del asiento estirándose mientras le daba una pequeña sonrisa a Hill.

—Oh, de hecho él es el jefe.—Dijo Tony señalando a Steve. —Yo sólo pago todo, diseño todo y hago a todos más geniales.— Ángela se encogió de hombros dándole la razón a su padre.

Mientras que Tony se quedó arreglando unos cables de la nave, Angela se acercó a él con intención de ayudar y poder conversar acerca de lo que había sucedido, pero la conversación entre Hill y Steve captó su atención.

—¿Los dos alterados?

—Wanda y Pietro Maximoff. Gemelos. —Ángela escuchó y no pudo evitar acercarse con intención de saber de ellos.— Huérfanos a los 10 años cuando una bomba cayó en su edificio.—Hill movió su dedo en la tablet mostrando unas fotos. Una mueca salió de la boca de Ángela al escuchar aquello.

—Pa, iré con ellos, en un rato te busco. —Habló Angela y Tony le alzó un pulgar en su respuesta.

Mientras que ella seguía a Steve y a Hills, la duda le estaba carcomiendo, quería saber de aquellos mejorados.

—Sokovia tiene una historia difícil. No es un sitio especial, pero está camino de todas partes. —Dijo Steve, mientras observaban las imágenes, ambos veían con atención.

Fotos de los gemelos se veían; el chico tenía el cabello castaño, era como si su "alteración" hubiera afectado en su cabello, que ahora era platinado en las puntas.

ángela stark ; pietro maximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora