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FELIX

Despertó cerca del medio día para encontrarse con el vacío en su cama, Chan se había ido y no supo en qué momento, recordaba haberlo abrazado fuerte para que no se fuera pero no sirvió de mucho. Un sentimiento de tristeza paso por su corazón pero decidió que sería una buen día y quería empezarlo de la mejor manera posible.

El chico frotó sus ojitos para poder ver mejor y se levantó lentamente, caminando hacia el baño y luego hacia la cocina para prepararse un desayuno ligero.

Volvió a la habitación para enlistarse y ponerse ropa cómoda, mientras miraba su armario para elegir algo, en su cabeza rondaban miles de ideas para pasar el día con Chan y convencerlo de volver con él sin insistirle demasiado para no agobiarle, por suerte el clima era perfecto para realizar el plan elegido.

El rubio comenzaba a emocionarse poco a poco, se miró al espejo antes de salir y se arreglaba un poco el cabello, volver a Corea le había hecho tan bien que hasta en su sonrisa se veía el cambio de ambiente, tomó su mochila la cual contenía una cámara, una chaqueta y un hoddie para el frío, no quería que Chan se enfermara.

Llamó a Changbin para preguntarle si ellos harían algo en especial, a lo que el chico contestó que se encargaría de que Chan fuera todo suyo ese día y lo mantendría en casa hasta que Felix llegara por él.

El rubio agradeció muchas veces y se puso en marcha para encontrarse con su amor.

CHAN

Se levantó de la silla sin mucho ánimo, llorar tanto le hacía deprimirse demasiado y se sentía avergonzado de haberlo hecho en frente de Changbin aunque sabía que a él no le importaba.

Se cambió de ropa y luego saldría a comprar algo dulce, le habían dado unas ganas de comer galletas o algún pastelito así que iría al café más cercano, cuando de pronto Changbin aparece de la nada en su camino asustandolo.

—¡Hey! ¿Donde vas?—Dijo Changbin ocasionando un pequeño grito de Chan.

—Quería comprar algo dulce, no se porque se me antojó, si me dejas pasar podría comprar para ti también..

—Oh me agrada esa idea pero tranquilo—Dijo cortándole el paso nuevamente ante la insistencia de Chan y colocando ambas manos en sus hombros—No tienes que salir, la dulzura viene en camino.

—¿Ordenaste algo?—Preguntó Chan sin entender lo que estaba pasando, a lo que Changbin negó con la cabeza.

La paciencia de Chan se estaba acabando y logró esquivar a Changbin para tomar la manija de la puerta, cuando escucha sonar el timbre por lo que vuelve a asustarse.

—¡Llegó!—Gritó Changbin emocionado— Ahora si.. me marcho ¡buena suerte!— Dijo dando media vuelta y dejando a Chan sólo para que abriera.

Chan no comprendía nada y abrió la puerta para encontrarse con la sonrisa del rubio que estaba expectante del otro lado de la puerta, apenas lo vio Felix abrió sus ojitos brillantes y lo saludó muy feliz, le regaló una sonrisa hermosa para luego tomar de su mano y arrastrarlo hacia fuera.

La felicidad del chico era tan radiante que contagió el corazón de Chan, haciéndolo reír instantáneamente y siguiéndole el paso, lo miraba atento, el rubio no dejaba de sonreír y su rostro ocultaba un plan que ahora estaba curioso de saber.

—¿A donde vamos?

El rubio sin soltar de su mano y dando saltitos felices frente a él le respondió.

—¡Hoy vamos a pasar el día juntos!
El día es perfecto para ir a la playa ¿no crees?—Dijo emocionado dejando ver sus brillitos en los ojos.

Chan se preocupó de que tropezara al estar saltando sin ver el camino detrás suyo y frenó para tomarlo de las mejillas, para decirle.

—Esta bien, ten cuidado te puedes caer

Felix asintió feliz y tomó de su mano para seguir su marcha, luego de unos minutos Chan se puso a pensar en lo que había pasado. No se había dado cuenta de que había aceptado la propuesta sin siquiera haberlo pensarlo, luego recordó la frase de Changbin.

"La dulzura viene en camino"

Era obvio que estaba enterado de esto y no le dijo nada, se sentía traicionado pero feliz. Chan soltó una pequeña risita y miró nuevamente al rubio, éste lo miró también y le dijo.

—¿No estás emocionado? Ah! mira, casi lo olvidaba—Dijo soltando de su mano y sacándose la mochila de la espalda, para luego sacar de su interior una bolsa de papel que contenía unos pastelitos de chocolate, los favoritos de Chan.

—Los compre mientras venía a buscarte~—Dijo acercandole la bolsa y regalándole una sonrisa de ojitos achinados.

—Oh.. gracias~~—Chan se puso un poco tímido y tomó la bolsa emocionado y comió uno y sacó otro para Felix dandoselo en la boca—Oh! Yo llevaré eso.

Dijo Chan quitándole de las manos la mochila para llevarla él. Felix sólo lo miró y le sonrió agradecido

🐥🐺🐥🐺🐥🐺

Llegaron a la parada de autobuses que los llevarían a la costa y lo abordaron, Chan le cedió el asiento de la ventana a Felix, sabía que le gustaba mirar el paisaje y él aceptó.

El rubio sacó de su mochila sus audífonos negros y compartió uno con Chan, dejándolo elegir las canciones que escucharian durante todo el camino.

Chan miraba el rostro emocionado del niño de las pecas y agradecía poder hacerlo, sus ojitos brillaban ilusionados el camino mientras tarareaba algunas canciones, no había manera de no amarlo inmensamente como lo estaba haciendo ahora.

Sin duda alguna quería seguir mirando esos ojitos brillar una y otra vez y tener por siempre la enorme sonrisa que el rubio le regalaba cada vez que volteaba a mirarlo.

El rubio de un momento a otro dejó de cantar y se recostó en el asiento, haciendo que Chan se preocupara un poco, el rubio se sacó su auricular y se lo entregó mientras apoyaba la cabeza en su hombro y le tomaba de una mano.

—¿Estas bien?—Preguntó el chico expectante.

—Si, sólo quiero estar más cerca tuyo— Dijo mirándolo desde abajo y abrazandolo suavemente.

Chan se relajó y acarició su manito, recostando la cabeza sobre la del chico, para luego cerrar un momento sus ojitos y susurrarle un pequeño y dulce.

—Gracias..







MY OTHER ME | chanlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora