CHRIS
—Mamá.. ¿Puedo pedirte un favor?
¿Puedes comprarme pasajes para volver a Corea?—¿Estás seguro?
—Si.. ¿No estás molesta de que me vaya pronto?—Dijo Chan con voz entrecortada y ojos llorosos.
—Esta bien hijo, no te preocupes sabes que siempre será mi prioridad tu salud—Pero tendrás que esperar un poco, tu fiebre aún no baja por completo y no puedes viajar así.
—Esta bien mamá—Dijo Chan soltando una lágrima y secandola rápidamente.
—Hablaré con tu padre y reservaremos tu vuelo para unos días más.
—Gracias..
Su madre salió de la habitación dejándolo solo nuevamente, intentó levantarse de la cama pero no tenía fuerzas, se sentía cansado y su cuerpo le pesaba. Miraba su bolso que aún tenía algunas prendas dobladas, era como si estuviera listo para irse de viaje.
*Llegué a Australia acompañado y ahora me iré sólo...*
—¿Qué se supone que le diré a Changbin y a Jisung?
—¿Que haré con el apartamento?
Su padre irrumpió en su habitación con una bandeja, le trajo un poco más de comida, por suerte ya tenía más apetito y comió todo lo que le trajeron. Berry también fue a su habitación y jugó un poco con ella. La extrañaría mucho cuando volviera a Corea.
Con la ayuda de su padre logró llegar a su escritorio y le pidió que lo dejara solo un momento. Él asintió y cerró la puerta.
Sabiendo que lo que haría en unos instantes le haría daño, prosiguió a buscar papel y lápiz.
Con sus ojos clavados en la hoja en blanco, se dedicó a encontrar las palabras adecuadas para dejarle una carta a su niño que tenía las estrellas más hermosas en su rostro. En cada palabra dejaba su corazón impregnado en aquel papel, dejando todos sus sentimientos en ella.
Sin saber si llegaría esa carta a sus pequeñas manos, sin estar seguro que él la llegaría a leer algún día, la escribió con completa honestidad, despidiéndose de su sol y disculpándose por no haber podido protegerlo como quería y como merecía.
Miraba al techo intentando consolar su corazón he intentando imaginar su rostro, intentando ver su cabello rubio, sus pecas, su sonrisa, sus bellos ojos, aquellos que amaba ver todos los días, pero no lo lograba, no podía imaginarlo.
Chan lloró por última vez ese día, sentía su garganta apretada y le costaba respirar, no entendía como aún podía tener lágrimas, había llorado tanto y aún así podía generar aún más lágrimas de dolor.
Con esfuerzo regresó a su cama por su cuenta y se obligó a dormir nuevamente.
No quería pensar más en él, le causaba tanto dolor estar despierto. Sólo quería cerrar sus ojitos hinchados y que al despertar todo aquello sólo fuera una gran y molesta pesadilla.
Unas horas más tarde su madre fue a verlo tocando la puerta a lo que no hubo respuesta, entró sin hacer ruido y vio la carta sobre su escritorio, no quizo leerla pero sabía a quien iba dirigida.
Supo de inmediato que su niño había estado llorando otra vez, sus ojitos seguían hinchados y más que antes. Con dolor lo cubrió con una manta y lo dejó descansar.
Había ido para darle la noticia de que su pasaje de regreso ya estaba reservado y lo ayudaría con su equipaje, pero al estar dormido guardó el resto de su ropa en completo silencio y lo dejó listo para aquel día, también guardó un poco de dinero entre su ropa y una pequeña nota.
"Sé que estás triste hijo, pero sé que eres fuerte y podrás salir de ésta, tienes buenos amigos esperándote, no sientas miedo y refugiate en ellos, de seguro sabrán comprenderte, sin importar la situación siempre estaré para ti, llámame cuando quieras, cuidate mucho mi niño.
Te amo, con cariño Mamá."FELIX
Se sentía preocupado por la salud de Chan pero la señal en casa de su tía era muy mala, su teléfono no tenía nada de cobertura y no le quedaba de otra más que esperar y regresar a casa.
Su tía tenía una casa muy linda, era pequeña porque no tenia hijos pero tenía un campo muy grande y muy cerca había un bosque que nunca se había aventurado a recorrer.
Como no tenía mucho que hacer salió haciéndole caso a su curiosidad, se adentró camino al bosque, sintiendo el aire fresco, la brisa era buena y podía escuchar a los pajaritos cantar. Aquel lugar lo llenaba de paz.
A paso lento procuraba observar bien el camino para no perderse de regreso, su tía le había dado un poco de comida para cuando encontrara un buen lugar. Tenia hambre así que se apuró en encontrarlo, luego de un buen rato caminando vio el lugar perfecto.
Había un especie de circulo rodeado de árboles donde dos árboles gigantes le daban sombra, era perfecto para recostarse y comer un poco.
*Sería genial acampar aqui*
Felix sacó de su mochila unas galletas recién horneadas de su tía.
—Quizás a ella saqué el don de hornear, porque mamá no sabe hacerlo.
🐥🐥🐥🐥
Luego de comer todas sus galletas y de haber tomado su juguito de naranja, se encontró sumergido en la soledad de la naturaleza, un frío temor recorrió todo su cuerpo.
Estando lejos de su madre volvió a la realidad de la que tanto quería esconderse y escapar, comprendió que ahora estaba sólo y que ya no podría volver a ver a Chan, la señora Bang tenía razón, ahora sólo le causaba daño al no poder solucionar su problema.
—Pero aún lo amo.. ¿Como se supone que deba alejarme, si él es mi mundo?
—Enfermó por mi culpa.. Mamá tampoco me dejará ir a verlo.
—¿Que le diré a Changbin? Jisung.. la facultad, el apartamento.
Millones de preguntas rondaban la cabecita de Felix, ahora tenían tantas cosas en común que sería más difícil separarse de él. Llegando a casa iría a verlo por última vez, aun sabiendo que no debe hacerlo.

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MY OTHER ME | chanlix
Fanfiction"Mi otro yo" [TERMINADA] ▪︎ Vivir sólo por tanto tiempo lo había convertido en una persona muy fría y distante del resto, hasta que un día lo conoció a él. ▪︎ ↠Cнᴀɴʟιx ♡ ↠Historia genuina 100% de mi propiedad. ↠Episodios cortos. ↠Estado: Terminado...