MY OTHER ME | chanlix

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CHANLIX

Esa noche se quedaron juntos viendo las estrellas, se acariciaban las manos con dulzura y se miraban de vez en cuando. Cuando comenzó a hacer más frío decidieron volver, Chan tomó la mano de Felix y la metió en el bolsillo de su chaqueta, entrelazando sus deditos ahi dentro y caminaron lento hacia casa.

Parecían unos bebés dándose cariño mutuamente, lo felices que se veían sus rostros y la forma en que se miraban era hermosa. Al llegar a casa tomaron algo caliente y se fueron a la cama, por suerte el día siguiente era fin de semana y podrían dormir hasta más tarde.

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Al día siguiente se levantaron con ánimos de ser más productivos, limpiaron el apartamento juntos, había mucho que limpiar y poner en su lugar.
Colocaron música de fondo y todo fue más rápido y divertido.

Más tarde Jisung y Changbin fueron al apartamento a preparar el almuerzo, fue un verdadero desastre pero la pasaron muy bien juntos. Luego de comer y de la plática era momento de trabajar, Jisung y Felix también ayudaron con el proyecto de los chicos y pudieron terminar en unas cuantas horas.

Luego de eso se pusieron a jugar videojuegos, parecian unos locos, Chan no podía creer que hasta Felix estaba hiperactivo igual que Jisung ese día.
En su interior tenía miedo de que los vecinos se quejaran del ruido que tenían, pero le era muy divertido, su sonrisa se mantuvo todo el tiempo.

Jisung era un caos total, saltaba y gritaba por todo, por otro lado Felix era muy competitivo y si perdía una ronda era su perdición, Changbin les hacía porra y gritaba en las situaciones más locas del juego. Chan los observaba desde atrás, orgulloso y feliz de haberlos conocido, de tener a chicos tan solidarios y amables que le alegraban los días.

Al final no pudo resistirse y se les unió al escándalo, pronto tuvo un reclamo de los vecinos así que dejaron el juego para escuchar las nuevas pistas y composiciones que tenían preparadas.

Chan se había perdido de varias reuniones desde que Felix había llegado a su vida, así que era el momento perfecto de volver a lo suyo.
Se sentía orgulloso de los chicos, de la capacidad de expresar sus pensamientos y aflicciones, sus letras eran profundas.

Felix quedó asombrado de todo lo que eran capaces de hacer estando esos tres juntos, eran una bomba de tiempo, la admiración que sentía al verlos trabajar seriamente y de los resultados que obtenían en tan poco tiempo, lo hacía pensar que todo se puede lograr con esfuerzo y dedicación, ellos eran un vivo ejemplo de superación.

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Estando con los chicos cerca su comportamiento era distinto, se mantenían separados la mayoría del tiempo y se concentraban en pasar tiempo con los demás.

Cuando Felix se iba a buscar agua o alguna otra cosa, Chan iba discretamente detrás suyo con alguna excusa para poder abrazarlo o mimarlo aunque sea por unos segundos antes de volver con los chicos. A Felix le agradaba saber que aunque estuvieran los demás ahí, seguía intentando estar a solas con él y que no se olvidaba de darle cariño cada vez que había una pequeña oportunidad.

Sentarse junto a él o un pequeño masaje en los hombros, una mirada o cualquier acción de cariño de parte de Chan era apreciada por su corazoncito.

Mostrar su amor a los chicos seria un desafío difícil de recorrer, por la cabeza de Chan nunca había pasado la idea de enamorarse de alguien, en Corea solo tenía a Jisung y Changbin y siempre los vio como amigos, casi hermanos, pero esta vez no pasó lo mismo con Felix.

Por alguna extraña razón las vibras de él eran distintas y la forma en que había llegado a su vida fueron muy repentinas y escandalosas, él había cambiado su vida completamente solo con su presencia. No podía pensar en que la única respuesta a eso era el destino.

Que estaban destinados a estar juntos, le gustaba pensar que esa carita con pecas era parte de su destino y que independientemente de las decisiones que hubiera tomado, de una u otra forma tenían que conocerse de cualquier modo.

Cualquiera podría decir que estaba loco por pensar de esa manera, pero para él era completamente válido, y si ese era su destino, lucharía para ser feliz y hacer feliz a Felix y a los chicos.

Por otro lado en la cabeza de Felix solo había felicidad, no se preocupaba por los chicos ni de sus posibles reacciones cuando les dieran la noticia (si es que lo hacían), para él solo era vivir cada momento y dejarse llevar por las situaciones.

La tranquilidad y la serenidad ante todo, eran su clave para vivir bien consigo mismo y para poder hacer feliz a los demás, a pesar del poco tiempo en que los conocía confiaba en ellos y en que todo saldría bien de todos modos.

Estar con ellos era divertido y lo hacían sentir querido, quería devolverles su disposición y amabilidad siendo cariñoso y atento con ellos también.
Ellos se habían vuelto de alguna forma como sus pilares en ese país y les estaba muy agradecido.

Esa tarde desicieron quedarse a dormir en el apartamento para poder salir juntos el día siguiente a ver una película al cine. Como sólo habían dos camas debían separarse de a dos y para decidir quién dormiría con quién, jugaron al piedra, papel y tijeras. La regla era que los primeros en perder dormirian juntos.

Lo hicieron y Jisung fue el primero en perder, él realmente era malo en ese juego, el siguiente en perder fue Chan. Así que las parejas estaban armadas, fueron a sus respectivas habitaciones y se acostaron.

Por un lado se sentían desilusionados de no poder dormir juntos como habitualmente lo hacían, pero el juego era la mejor manera de hacerlo al azar y sin quejas.

Antes de quedarse dormido el último pensamiento que rondó por la cabeza de Chan fue Felix.

*Que tengas lindos sueños..Felix*