CHAN
La mañana siguiente la madre fue la encargada de despertarlo, el cielo aún estaba oscuro y papá lo iría a dejar al aeropuerto, se vistió rápido y se despidió de mamá. Ella le dió un sándwich para que lo comiera de camino y lo abrazó muy fuerte.
Unas lagrimas cayeron de sus ojos haciendo que el corazón de su hijo le doliera, Chan la miró con cariño y le dijo con voz dulce.
—Nos veremos el próximo año ma.
Tomó de su mano y la besó antes de salir de casa y entrar al auto, papá también estaba muy emocional, no quizo decir una palabra en todo el camino al aeropuerto. Chan sabía que también debía dolerle verlo irse otra vez, se sentía culpable por hacerles pasar ese dolor.
Cuando llegaron papá bajo del auto y en la entrada lo abrazó fuertemente.
—Tienes que cuidarte mucho hijo—Dijo aguantando la pena.
—Esta bien papá, no te preocupes, dile a mamá que la amo, que la llamaré cuando llegue a Corea.
—Adiós~—Dijo el padre dándole una pequeña palmada en el hombro de su hijo.
Chan se quedó mirando a su padre mientras se iba, y logró verlo por el retrovisor como secaba sus lágrimas mientras conducía a casa.
Un sentimiento de tristeza profunda lo invadió por completo, ya no había vuelta atrás. Caminó hacia el interior del aeropuerto y se sentó a esperar a que lo llamaran para subir a su vuelo. Tendría al menos una hora de espera.
Miraba la gente a su alrededor, se sentía tan solo en ese lugar inmenso. Su corazón latía rápido mientras miraba la entrada del aeropuerto, con la esperanza de ver la silueta del rubio abrir la puerta. Sentía que en cualquier segundo podría verlo caminar hacia él.
Con sus ojitos brillantes, su cabello alborotado y las pecas en sus lindas mejillas, con ropa ancha, con manos frías y sonrisa gigante, Chan lo esperaba mientras millones de personas caminaban frente a él, obstruyendole la vista de la puerta.
Quería en lo más profundo de su corazón que él apareciera y le dijera que no se fuera, que se quedara con él, que su madre lo aceptaba y que ahora todo estaría bien, que las cosas serían como antes.
FELIX
Luego del café que le preparó su madre se fue a dormir, el último pensamiento que pasó por su mente antes de quedarse dormido fue Chan.
A la mañana siguiente su tía lo despertó temprano para tomar desayuno, le dijo que vendrían sus demás familiares a la casa y que comerían todos juntos. Esto puso de buen humor al rubio y tomó desayuno apresuradamente para ayudar con los preparativos.
Mientras su madre limpiaba la casa y el patio, él con su tía cocinarian el almuerzo y los postres para su familia. Felix era el más feliz en la cocina, aprendiendo cada concejo que le daba su tía. Ella cocinaba tan bien, que le hacía feliz esa oportunidad.
*¡Podré mostrarle esta receta a Chan!*
*Channie...*
No hubo momento en el día donde no se acordara de él, se preguntaba qué estaría haciendo, si estaría bien, si se hubiera recuperado de su fiebre, si estaría feliz con su familia.
La voz de su tía lo llamó a la realidad, sus tíos habían llegado a casa y ella estaba como loca corriendo por todos lados preocupada de que todo estuviera perfecto para que se sintieran a gusto.
Sus primos habían crecido igual que él, que casi no los reconocía. El día fue realmente caótico ayudando a su tía a repartir la comida, quería irse pronto a casa, quería ir a ver a Chan costara lo que tuviera que costar, había tomado la decisión de que no quería estar sin él.
Su vida había sido dura en Corea pero con él a su lado no tenía miedo y sabía que todo iría bien si regresaban pronto, Chan siempre lo protegía y su madre debía comprender que lo amaba y que él era todo lo que necesitaba para estar bien.
Se disculparia con la madre de Chan y le prometeria cuidarlo bien y estar con él siempre, que lo ayudaría en todo y que no dejaría que nunca más se sintiera mal, le cocinaria en las tardes y le haría galletitas.
Lo cuidaría si se enfermaba y lo abrigaria bien en invierno, cuidaría bien el apartamento y lo ayudaría a estudiar también, prometeria ser un buen chico luego de todo el dolor que le había causado.
Pero para eso debía llegar a casa pronto, no quería perder un minuto más, se acercó a su madre que se encontraba lavando los platos luego de que la visita marchara y le dijo.
—Mamá... ¿Podemos regresar a casa esta noche?—Dijo Felix haciendo una carita de súplica.
—¡Estas loco! Es demasiado tarde para viajar y sabes que estoy muy cansada. Viajaremos mañana temprano—Dijo su madre mirándolo molesta y volviendo a lo suyo.
Desilusionado el rubio se fue a su cuarto, cerrando la puerta he intentando no gritar de la frustración, necesitaba irse, si corazón le decía que debía apurarse y eso lo ponía nervioso.
Esa noche Felix volvió a tener insomnio como los viejos tiempos, no pegó un ojo en toda la noche, ordenaba las palabras en su mente una y otra vez, ensayando como decirlas correctamente frente a la madre de Chan.
Ansiaba poder darle un abrazo fuerte y besar sus labios una vez más, miraba la hora de su teléfono cada media hora y sentia que no avanzaba lo suficientemente rápido para volver.
Sus ojos estaban cansados pero aún así no podía dormirse, fue la noche más estresante que pudo tener Felix.
De tanto pensar nuestro niño se quedó dormido, la mañana siguiente su tía lo despertó temprano para desayunar. Felix alegre de ya poder irse se enlistó y tomó desayuno feliz, apuró a su madre para ir luego a casa.
La tía lo miró orgullosa y le dijo que lo extrañaría mucho y que siguiera creciendo sano y le deseo buena suerte, la necesitaría más tarde...
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MY OTHER ME | chanlix
Fanfiction"Mi otro yo" [TERMINADA] ▪︎ Vivir sólo por tanto tiempo lo había convertido en una persona muy fría y distante del resto, hasta que un día lo conoció a él. ▪︎ ↠Cнᴀɴʟιx ♡ ↠Historia genuina 100% de mi propiedad. ↠Episodios cortos. ↠Estado: Terminado...