|2| Diavolo

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 Hades

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Hades

La Cosa Nostra, una organización que siempre ha sido mi sueño desde que era muy pequeño; me hice una reputación escalando cada uno de los puestos hasta volverme Capobastone, siempre había mostrado interés por este mundo. Mi inteligencia y personalidad me habría sido de mucha utilidad en los negocios legales, pero eso me aburre... la adrenalina, las experiencias, los enfrentamientos, las estrategias, los planes, todo de este mundo me hace sentir vivo, no tengo una vida monótona donde me lamento cada día el no haber podido olfatear la oportunidad, soy capaz de convertir la basura en oro.

En este momento me encontraba con Leandro Morelli, un italiano con la piel bronceada se volvió mi mano derecha y mi mejor amigo desde que tengo memoria. Somos iguales, somos unos excelentes estrategas y manipuladores, podemos lograr lo que queramos si nos lo proponemos. Somos imparables e indestructibles, pobre de aquellos que se atrevan a meterse en nuestro camino.

Nosotros dos tenemos un tatuaje de un pájaro volando en el dorso de la mano... representa nuestro vínculo, algo bobo para algunos, pero para nosotros no. Ese tatuaje es muy común entre los Amuso, representa la lealtad y vinculo que tenemos con nuestra mano derecha.

Mi día estaba de lo más normal hasta que uno de mis hombres nos avisa a Leandro y a mí que nuestro informante en la familia DeSantis fue descubierto. Recibimos una llamada donde nos dieron la dirección donde el informante nos había citado, lo más probable era que quisiera decirnos que lo descubrieron y si le ofrecemos protección.

Luego de una buena ducha, me vestí con ropa cómoda, pero formal donde el color azul oscuro predominaba. Para lograr llegar más rápido Leandro y yo decidimos tomar las llaves de las motocicletas. Cogí el móvil para guardarlo en el bolsillo de mi chaqueta, no me puedo dar el lujo de estar incomunicado. Nos dirigimos al garaje luego de avisar nuestra salida con la excusa de hacernos cargo del informante DeSantis.

— Para que las cosas salgan bien, tengo que hacerlo yo — dije en voz alta mientras Leandro mostraba cara de fastidio.

Fuimos rumbo a la dirección que nos dio Steel, uno de mis hombres. Voy a gran velocidad sintiendo la adrenalina correr por mis venas. Llegamos al callejón y nos encontramos con el informante tirado en el suelo con marcas visibles que demostraba que fue asesinado por alguien, tenía la cara magullada y múltiples cortes a lo largo de su cuerpo. Era muy obvio quien lo hizo.

Recogí la pieza de ajedrez negra, un caballo... vaya cobarde nos resultó.

— Las Damas de la Mafia, esas cuatro cada vez se vuelven un problema mayor — dijimos al unísono Leandro y yo, mientras le pasaba la pieza de color negro.

— La Dama roja no pierde el tiempo, eh —inquiero con fastidio.

Esa mujer me ha jodido la existencia desde que era un crío, siempre me hablaron de ella y me han dicho que es mi enemiga, que tengo que destruirla antes de que ella lo haga conmigo y los míos, me dicen que es mi deber.

Al mismo tiempo que demuestran su odio a ella, a Iris la Dama roja, la alaban por sus habilidades, una mujer implacable que puede destruir todo en cuestión de segundos. Una perfecta seductora que puede ponerte en tus rodillas sin siquiera cuestionar, la mejor negociadora y manipuladora de los DeSantis. Me jode que me comparen con ella, yo soy mejor que Iris, podremos tener las mismas habilidades, pero yo sé jugar mis cartas mucho mejor que ella.

Luego de haber llamado a unos hombres para que se encargaran del cuerpo, tuve que ir al consejo principal. Es un grupo de personas donde cada familia del crimen organizado tiene representantes y en dicho consejo hay un líder supremo, el Veterano. Hago parte de el junto a Leandro en representación de la Cosa Nostra.

Las reuniones son en un gran edificio donde ocurren distintos eventos, reuniones, juzgados relacionados al crimen organizado, entre otras actividades. El Consejo se reúne en un gran salón de color negro donde la luz baja que solo señala la mesa logra ocultar nuestra identidad para mantener la mayor discreción posible. A pesar de ya saber cómo luce la mayoría siempre va a ser así.

Al llegar a la sala, el olor a puro y licor se sentía en el ambiente, todos ya estaban en sus puestos. Solo faltábamos Leandro y yo.

— Alguien en esta sala sobornó a uno de nuestros asociados para sacarnos información sobre nuestros cargamentos y curiosamente nos robaron uno — dijo una voz que reconocí como el hijo de los DeSantis, se llama Hermes.

Lo llegué a ver una vez, pero debido a la oscuridad no distinguí mucho sus facciones, pude notar que tenía un cabello negro cuál carbón y unos grandes ojos verdes que demostraban la maldad que albergaba.

—¿Sospecha de alguna familia señor DeSantis? — pregunta el veterano y líder supremo del consejo.

—No, no tenemos un sospechoso. Solo quería decirlo aquí para que supiera que esto no se quedará impune. Ellas irán por ti, la Ndrangheta nunca se queda de brazos cruzados— habla con el sarcasmo pintando sus palabras. Él sabe que fuimos nosotros los Amuso.

—Ya lo veremos... Espero que esa familia reciba su merecido —digo socarronamente para provocarlo.

Continuamos hablando de otros temas durante un par de horas. Al finalizar la reunión, me quedé esperando a que todos salieran quedándonos DeSantis y yo.

—Habla ya que no tengo todo el día DeSantis.

Estaba harto de las indirectas de Hermes, si él tenía un problema con la Cosa Nostra entonces debía de hablar conmigo o con Vicenzo, mi padre. Él no tenía por qué relucir los problemas entre la Ndrangheta y la Cosa Nostra, sino afectaba al resto del consejo.

—Ambos sabemos que fue tu familia la que nos saboteó —habla cínicamente —. Sabes que las Damas se vengarán, no son de las mujeres que se quedan sentadas esperando a que alguien las rescate o que vengan a vengarse en nombre de ellas, no dudaran cuando vean la oportunidad. La Dama Roja está ansiosa por verte caer.

—Y yo estoy ansioso por verla intentarlo, aún no nos conocemos ni sabemos cómo somos, pero créeme que yo no caeré. Saluda a la Dama roja de mi parte — termino diciendo con un tono burlesco mientras salía del salón para luego dirigirme a la villa d'Amuso.

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Los quiero

Yo digo que Hades ya empieza a llamar mi atención, su actitud me encanta.

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