|27| Dama

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ADVERTENCIA: En este capítulo van a encontrar contenido para adultos, lenguaje explícito, contenido de violencia explícito y tiene partes que pueden desencadenar una respuesta emocional negativa. Hay que saber separar la ficción de la realidad. Tal vez no sea la escena más violenta que hayan leído, pero tengo que dar el aviso. Lean bajo su propio riesgo.

Al principio creerán que algo malo va a pasar, pero créanme, no va a pasar. Tengan confianza en Iris.

 Tengan confianza en Iris

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Iris

Las luces de los vehículos de pasajeros parpadean en los edificios de cristal que me rodean. Un colorido caleidoscopio se extiende por mis facciones reposadas con los ojos cerrados, viendo a las sombras cruzar. El color se convierte en esa oscuridad vacía que espera tragarlo todo. Encuentro consuelo al respecto, sabiendo que puedo desaparecer y la vida continuaría sin mí.

Hay una delicia en las cosas pequeñas, el sonido del viento cepillando los cristales de los ventanales, caminar por la playa en la noche o la charla de los habitantes de Palermo. Personas que buscan aventuras alejadas de sus vidas ordinarias mórbidas. En cambio, yo escapo de otras formas, siendo culpable de indulgencias que harían amargar a la mayoría.

—Realmente no vinimos a comer ni tampoco vamos a un restaurante, necesito encontrar a alguien... tú solo observa en las sombras. Querías aprender algo, pues observa y si tienes dudas me avisas. —le había dicho eso a Lydia antes de bajarme del auto y ella irse confundida a una esquina para observar lo que iba a hacer. Así terminé en esta situación. —Ci vediamo tra pochi minuti mia cara.[Nos vemos en unos minutos, querida]

La pared de ladrillo detrás de mi toma mi peso cuando me acuesto y respiro el olor del humo. Me gusta la noche, es cuando puedo ver la ciudad en su forma más genuina. Una jaula para los perdidos y necesitados, todos quieren escapar sin una idea de cómo lo van a hacer. A veces me gustaría que esa fuera una de mis preocupaciones, huele a ingenuidad.

La ciudad es ruidosa esta noche, sus ciudadanos en la ciudad siciliana y cada uno de ellos con objetivos diferentes. Sexo. Drogas. Alcohol. Comodidad. Todo tan perdido y atascado en la perpetua nada de existir en un mundo en el que nunca pediste nacer.

Qué jodidamente desolador.

La puerta a mi lado se abre, trayendo una corriente de aire frío hacia mi cuerpo. Me estremezco, las medias veladas de color negro que estoy usando hace poco para protegerme del frío y muevo mi abrigo un poco para ocultar mi carne expuesta.

Intento alejarme del frío y tropiezo con los talones, riéndome de mí misma. Mi vestido se sube de nuevo. Soy demasiado vaga para arreglarlo por lo que me vuelvo a recostar contra el ladrillo frío una vez más. Un vestido demasiado pequeño y pensamientos demasiado ruidosos, mezclados con el sabor a licor en mi lengua no es lo más sabio. Con un bufido, aparto mi pelo largo y ondulado de mi cara y me pregunto si podría quedarme dormida aquí. Ojalá Lydia no me abandone, debe de estar pensando que estoy loca por beber y venir a esta "misión" improvisada sin decirle a nadie más.

El Juego ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora