Con solo abrir la puerta, sus miedos aumentaron.
Miró a su alrededor, y lo vio, en la misma mesa que estaban sentados la primera vez que hablaron.
Caminó lentamente, sintiendo que de pronto sus pies pesaban demasiado.
Dio un pequeño suspiro, y se enfrentó a aquel chico.
— Minho.— dijo con nervios.— ¿Cómo estás?
— Bien, supongo.— se encogió de hombros.— ¿Como estás tú?
— No lo sé.— respondió con una mueca.— Siento tantas cosas a la vez.
— Sabes que puedes contarme cualquier cosa, porque no te juzgaré.— Minho lo miró fijamente.— Sé que no confías en mí ahora, lo comprendo perfectamente, pero quiero que sepas que sigo aquí, a tu lado, apoyándote en todo lo que necesites.
— ¿Sufriste mucho cuando yo me fui?
— Demasiado, nunca había sentido un dolor tan fuerte.— hizo una mueca.— Cuando te fuiste realmente me sentí un ser miserable y egoísta, una persona malvada. Recién ahí fui consciente de todo el daño que te provoqué por meses y meses, de todo el dolor que tenías guardado dentro de tu corazón, del sufrimiento que era vivir para ti y fingir que estaba todo bien. De verdad que sufrí, y Chan solo empeoraba las cosas, me solía echar la culpa a mi solamente de todo lo que pasó, llamaba para decirme que era una mierda de persona y que merecía el infierno. Pero también llamaba cuando estaba borracho, pidiéndome que no lo dejara solo, y yo como tonto lo iba a cuidar.
El menor mantenía el silencio, escuchando atentamente las palabras de Minho.
— ¿Y por qué lucían tan felices en la playa?—preguntó, intentando completar su historia.
— Porque me dijo que sería una buena idea venir a la playa por unos días, y tú sabes que me encanta la playa, así que acepté de inmediato. Y ahora mismo, no me arrepiento de haber aceptado.
Minho estiró su mano, lentamente, hasta tocar la mano de Jisung.
Minho tenía miedo de que Jisung lo alejara.
Pero este no lo hizo.
Jisung tomó la mano de Minho, y la sostuvo con un poco de fuerza.
— Quiero volver a confiar en ti, pero me cuesta.— comenzó diciendo.— Te amé y confié tanto en ti que ahora tengo miedo de volver a confiar y que me vuelvas a fallar de esta manera. Tengo tanto miedo de que me vuelvas a engañar con algo, que me mientas y me dejes, no quiero que te alejes de mi lado, pero a la vez siento que te necesito lejos. ¿Y sabes porque tengo tanto miedo? Por que, en mi corazón, aún existe amor por ti. Quizás no tanto como antes, pero hay, y se quedará ahí, porque te sigo amando. Una relación tan larga y linda como lo fue la nuestra no se olvida de un día para otro, como tampoco dejas de amar a alguien de un momento a otro. Sé perfectamente que no eres malo, porque te conozco hace mucho, sé lo bondadoso y cuidadoso que eres con la gente que amas, pero cometiste un error bastante grande, y que no solo te lastimó a ti porque me lastimó a mi también, pero soy capaz de ver lo arrepentido que estás, y puedo ver todo el esfuerzo que haces para recuperar mi confianza, cuidándome y siendo sincero conmigo en todo momento, y eso lo valoro mucho mucho.
Minho bajó su cabeza.
— Lo siento tanto, Jisung.— apretó más el agarre de ambas manos.— De verdad que lo siento. Te hice tanto daño que ni siquiera merezco ser escuchado por ti, pero aquí estás, escuchando mi historia y tratando de perdonarme. De verdad que eres un ángel en la tierra, y yo no lo supe hasta que te perdí.
Entonces Minho comenzó a llorar, arrepintiéndose de cada una de sus acciones pasadas.
Jisung acarició lentamente el cabello de Minho, como solía hacerlo cada vez que el mayor lloraba por algo. Cuando levantó su cabeza, el menor secó sus lagrimas, aprovechando de dejar pequeñas caricias en ambas mejillas.
— Te demostraré que te amo, y que estoy arrepentido, lo haré.— Minho sorbió su nariz y miró ambas manos juntas.— Y todo esto quedará como un mal momento, como un obstáculo de la vida.— Bajó lentamente la manga de la chaqueta de Jisung, acercó sus labios y cerró sus ojos, dejando pequeños besos en cada cicatriz que tenía el menor.
Jisung estaba llorando también.
— Está feo.— dijo Jisung cuando Minho se alejó y recuperó la postura que tenía antes.— Quedó muy feo después de todo.
— Pero forma parte de ti, y yo amo cada centímetro de ti, incluyendo esas cicatrices.
Jisung esbozó una pequeña sonrisa.
— Bobo, me hiciste llorar.— dijo secando sus lágrimas.
— Hey, tú me hiciste llorar primero. Tus palabras pegaron directo en mi corazón.— Minho también sonrió.— ¿Hay algo más que quieras contarme?
— Sí.— asintió.— Me iré de Seúl en tres días más. Lo digo para que lo tengas claro.
— Pensé que estaban viviendo con Seungmin, no pensé que fuera un viaje corto.— Minho estaba asombrado.
— Ni yo ni Felix nos sentimos muy cómodos aquí todavía, así que volveremos con Changbin.
— Si eso te hace bien, no hay nada de malo.— ambos sonrieron.— Así que, ¿tengo dos días para invitarte a salir y disfrutar de tu compañía?
— Exactamente.
— Entonces no perdamos el tiempo.— Minho sonrió y se levantó, Jisung lo imitó.— Disfrutemos este día.
Ambos salieron de la cafetería a pasos rápidos, bastante emocionados.
— Iremos a buscar a la persona misteriosa al departamento y luego iremos a...
— ¡Déjame adivinar!— Jisung interrumpió al mayor.— Iremos a la bolera.
— Qué inteligente eres.— le revolvió el cabello.— Iremos a la bolera y luego a comer algo.
Siguieron caminando un poco más, hasta llegar fuera del edificio.
Los recuerdos llegaron a Jisung.
Entró junto a Minho, yendo directamente al ascensor.
Todo le traía tantos recuerdos.
Se observó en el espejo del ascensor, admirando cada detalle de él y de Minho.
Seguían iguales, como si nunca hubieran pasado por tanto sufrimiento.
Al salir, el cuerpo de Jisung reaccionó de inmediato, haciéndolo caminar hasta la puerta de su antiguo departamento.
Minho abrió la puerta, mostrando el interior de este.
Todo estaba igual a cuando eran pareja, incluso las fotos seguían colgadas en la pared.
Se sintió como en casa.
Todo iba bien, hasta que sus ojos se toparon con el abrigo de una mujer colgado en el perchero. Sintió un poco de miedo, pero se controló. No había nada de malo.
— ¡Ya estamos aquí!— Minho informó.— Podrías apurarte para no llegar tan tarde.
— ¡Dame un segundo!— Una voz femenina llegó a ellos desde el pasillo, y posteriormente se escucharon pisadas en su dirección.
El mundo de Jisung se detuvo al ver a la chica que estaba frente a él.
¿Como no la pudo reconocer?
—¿Mina?— preguntó sorprendido, y en cosa de segundos estaba sonriendo.— Dios, sí eres tú.
Y corría a abrazarla.
Mina lo abrazó de vuelta, con mucha fuerza.
Lo había extrañado.
— Jisung, están tan grande.— se alejó para observarlo.— Te ves más maduro que la última vez que te vi.
— La última vez que me viste tenía dieciséis, ahora tengo veinticuatro.— Jisung rió.— Estoy más grande.
— Para mi sigues siendo un bebé, al igual que Honnie. Ambos son unos bebés todavía.
Minho se acercó a ellos con una sonrisa.
Y se dieron un gran abrazo entre los tres.
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engaño
Fanfictionjisung lo sabía, minho lo engañaba. ᎒ minsung ᎒ angst, drama, conflictos amorosos ᎒ adaptación; © H-I-S-T-E-R-I-A ┆ 101020 - 130221