ⅪⅤ

2.9K 307 195
                                    

Retiro lo dicho. Esta persona. Es el diablo.

— ¿Qué esperas? Dúchate y no pierdas el tiempo.

— Sí, sí.

— Ah, espera un momento.

— ¿Qué?

Se levantó, dejó a Clifford en la habitación cerrando la puerta y tomándome de improvisto me dio la vuelta.

— ¿¡Qué haces!?

— Si soy tu novio tendrás que tener alguna marca que lo indique, así que estate quieto.

— No me jodas ¡ya te dije que no voy a dejar que me marques!

— Estate quieto...

Me revolví y le pisé un pie con todas mis fuerzas mientras arañaba sus brazos.

— Hijo de...ESTATE QUIETO.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y de nuevo me entraron ganas de llorar al sentirme tan inútil. — No quiero... — Le oí suspirar a mi espalda y aflojó su agarre.

— No te voy a marcar, así que tranquilízate. Sólo te voy a hacer marcas superficiales, ¿vale?

Negué de nuevo con la cabeza, pero enseguida supe que no me iba a hacer caso al sentir su lengua deslizándose por mi cuello. — Para, por favor. Les diré todo lo que quieras, pero no me...ah...

Sentía sus dientes mordiéndome a un lado del cuello mientras sus manos aún me sujetaban fuertemente. Tengo miedo. Me tense cuando una de sus manos se posó en mi abdomen y fue deslizándose hasta llegar a mi cadera.

— ¿Qué haces?

— Quítatelos. — agarro el borde de los pantalones y tiró de ellos. — Voy a hacer que te relajes.

— No necesito relajarme. — Cerré los ojos cuando mordió más fuerte mi cuello y mis rodillas se doblaron.

— Apóyate en la bañera.

Quedé arrodillado frente a esta y cuando me soltó, con las manos temblando, me apoyé en el borde con fuerza. Sentía mis mejillas calientes, demasiado calientes, mi respiración se había vuelto pesada. Sentía cómo las mordidas iban bajando por mi hombro y después por mi espalda.

— Ahí, no hace falta...

— Calla.

Salté cuando su mano se posó en mi miembro y apretó un poco. — ¿¡qué haces!?

— Ven aquí

Me giró y grité cuando mi espalda desnuda tocó la superficie de la bañera. Sin perder un segundo él se puso entre mis piernas y cerré los ojos cuando se inclinó sobre mi empezando a morder y chupar mi cuello y clavícula. Puse mis manos en su pecho y le empujé con todo lo que tenía, pero en vez de apartarse se inclinó más sobre mí y empezó a acariciar mi miembro con fuerza.

Su olor se había intensificado y mi cabeza se sentía pesada. Levanté una mano y me sujeté a su hombro, ya habia perdido esta pelea su aroma y boca me habian vuelto loco perdiendome en la exitacion que me estaba provocando y sus delicados toques calientes en mi piel me habia jodido.

— ¡Más rápido... Lou, Louis!

Un cosquilleo se instaló en mi vientre y cerré mis ojos. Ya no podía más. Sus movimientos eran cada vez más rápidos y su olor se intensificaba cada vez más mierda. Abrí los ojos de golpe cuando sentí su mano en mi nuca y entreabrí los labios recibiendo los suyos. Mordió mi labio inferior y no aguanté más. Me corrí con un gemido ahogado en su mano y perdí la fuerza que me quedaba, deslizando mi mano que agarraba su hombro hasta que toqué el suelo.

Un omega diferente [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora