Bajé la mirada y vi cómo bajaba la cremallera de mi pantalón, dejándolos caer suavemente hasta mis rodillas.
— Para, no he hecho nada.
— Cállate y estate quieto.
Tenía ganas de llorar. Los pantalones habían caído hasta los tobillos, pero por lo menos no me había quitado los calzoncillos.
Se alejó de mí unos pasos, pero no apartó su mirada de mis piernas mientras yo retorcía entre mis manos la sudadera nervioso.
— ¿Qué estabas haciendo en Madrid?
— Fui a un viaje, con mi escuela
— Cuantos años tenías
— Trece
Le miré por un momento, tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido.
— Abre las piernas
— No, no he hecho nada para que me hagas eso otra vez.
— ¿Eres idiota? No voy a castigarte. Abre las piernas.
— ¿Por qué debería dé?
Agarró mi sudadera y con fuerza me lanzó de nuevo al sofá, en el que caí por tropezar con el pantalón. No pude evitar gritar de sorpresa y al momento me doblé de dolor, mis caderas y mi entrada dolían como nunca había podido imaginar.
— EXTIENDE LAS PUTAS PIERNAS O TE VUELVO A METER ESO POR EL CULO.
Me encogí aún más y saqué lo más rápido que pude el pie del pantalón. Sin mirarle y apretando los puños, separé un poco las piernas lleno de miedo de lo que sería capaz de hacerme.
Estrujé la sudadera y cerré los ojos con fuerza cuando agarró mi pierna izquierda y la separó bruscamente. Después vino un silencio en el que solo se escuchaba mi agitada respiración.
— Donde y cuando te hicieron esta marca. — con mis ojos cerrados evitando llorar, negué temblando del frío que en un momento a otro sentí como si estuviera bajo cero y sin nada que me protegiera del frío. — Respóndeme.
Giré mi cabeza cuando sentí un suave roce en mi cicatriz y le miré. Pasaba su pulgar una y otra vez por encima de esta, trazando su contorno.
— Hace siete años, en Madrid
Louis
Sentí como si alguien me hubiera dado un puñetazo en el estómago. Me temblaban las manos y toda mi fuerza se había ido, dejando un cosquilleo. Me aparté de él y fui hasta mi escritorio, derrumbándome en la silla.
Lavanda.
Volví la vista al sillón y vi cómo sus manos temblaban intentando abrocharse los pantalones. Tiré de mi pelo, desordenándolo por completo y tomé el móvil. Marqué de nuevo el número de Zayn, pero que iba a decirle ¿Qué él tenía razón? Mierda volví a dejar el móvil encima de la mesa y de nuevo mi vista se fue directamente al sofá. Suspiré y recordé de nuevo ese olor, sí solo no hubiera perdido el sentido del olfato, esto no habría pasado.
— Ven.
Sorprendentemente, me hizo caso a la primera, pero se quedó parado a dos metros de mí.
— Ven aquí. — Dije haciendo énfasis en "aquí", pero él solo se quedó mirándome con los labios tan apretados que formaban una línea.
— ¿Para qué?
— Solamente quiero comprobar algo.
Vi cómo se removía inquieto y avanzaba los cinco pasos que nos separaban hasta quedar justo en frente mío, así que antes de que escapara lo agarré de la cintura y lo puse sobre mí, quedando él con las piernas separadas a cada lado de las mías y sus manos apoyadas en el respaldo, cada una al lado de mi cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Un omega diferente [L.S]
Fanfic✨ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪóɴ ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀs✨ 🦋[𝐀❜𝐔 𝐋𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐢𝐧𝐬𝐨𝐧]🩹 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚✔️ La sociedad ha avanzado en la última década y los omegas ya no están tan reprimidos. Pueden estudiar, a pocos se les ob...