ⅩⅩⅩⅦ

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Harry

Después de lo que había pasado me sentía bien, por primera vez ahí en ese horrible lugar me había sentido relajado y bien ni estando con los niños me logre sentir así. ¿Qué me está pasando? Toqué el collar, justo donde estaba mi marca y al momento salté de la cama. ¿Es posible? Me pegué a la ventana de la habitación y miré hacia afuera, no había nada fuera de lo normal. Pero estaba seguro, de que Louis estaba cerca. No había otra explicación para sentirme bien en las condiciones en las que me encontraba.

Me mordí el labio por los nervios y sin hacer caso de las órdenes de Lyonya salí de la habitación y corriendo, llegué hasta los niños.

— Hey...

— ¿Qué haces vestido así? — Por un momento me sonrojé y le miré a Yos con el ceño fruncido, quien no dejaba de verme de pie a cabeza, al igual que Noah. — Eso no importa ahora. — Cerré la puerta a mis espaldas y me acerqué a ellos.

— Escúchenme bien, creo que mi alfa está aquí...

— ¿¡Tu alfa!? — Le cubrí la boca a Noah y con mi otra mano puse mi dedo índice sobre mis labios. — No grites, no sé si hay alguien cerca.

— Pero nunca nos dijiste nada de tener un... eso. ¿Y si lo tienes, por qué estás aquí? — el pequeño me veía sonreír intrigado de saber la verdad. — Es una historia larga y difícil de explicar... — suspire intentando averiguar qué le diría a los niños, — Mi alfa es un policía y yo bueno decidí formar parte de un plan.

Los dos me veían con una reacción diferente en sus rostros, Yos se veía en total desacuerdo a la poca información que les di a comparación de Noah que él se veía eufórico y más preguntas salgan de su boca, pero no tenía tiempo para todas esas respuestas que pedía. — Solamente háganme caso, ¿okay? Yos, dijiste que había guardias en todas las entradas, por lo que no pueden acercarse ahí. Quiero que se metan en el baño, cierren la puerta y túmbense en la bañera, ¿entendido?

— ¿Pero por qué?

Noah y Yos se taparon los oídos cuando se escuchó un fuerte estruendo en la planta baja.

— Por eso. Hacer lo que les he dicho. No salgan del baño, pase lo que pase. Vendré a buscaros.

Asintieron y mientras se oían voces, gritos y disparos en el piso inferior, corrí hasta meterme de nuevo en la habitación de Lyonya. Busqué en los cajones y justo encontré lo que buscaba, exactamente no, pero al menos era un arma. Estaba seguro de que un tipo como él tendría un arma cerca de su lugar de descanso. Apreté la navaja entre mis manos y dudé entre meterme debajo de la cama, el baño o el armario. Fui corriendo hacia el armario, ya que era lo que me quedaba más cerca, y al oír muchos disparos acercarse cada vez más no me iba a quedar en medio de la habitación a decidir. Me tapé la nariz cuando me metí entre la ropa de Lyonya, su olor era demasiado fuerte. Me tapé la boca y retuve la respiración cuando oí cómo se abría la puerta.

Entre las rendijas del armario pude ver cómo entraban unos hombres de negro con armas apuntando en todas direcciones. Como supieran, fueron al baño, uno de ellos miró debajo de la cama y otro se acercó a donde yo estaba. No podía saber si eran gente de Lyonya o de Louis. Apreté la navaja y retrocedí hasta quedar en el fondo del armario, la ropa de Lyonya me tapaba por completo, aun así sentí cómo mi cuerpo temblaba, ese hombre no olía como Louis.

Intenté calmarme y cerré los ojos cuando las puertas del armario se abrieron de golpe.

Abrí los ojos solo para ver cómo una mano enfundada en un guante negro pasaba a centímetros de mi cabeza. Vi cómo la luz se posaba en el fondo del armario cuando el montón de ropa que estaba a mi derecha se hizo a un lado. Mi cabeza iba a explotar de un momento a otro. La ropa que me tapaba llegaba unos 5 centímetros más allá de mi hombro. Estaba a punto de tener una taquicardia cuando sentí cómo se alejaba.

Un omega diferente [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora