Un omega diferente [L.S]

ⅩⅩ

🚩(Antes de leer este capítulo contiene escenas de abuso sexual, así que si no es de su agrado pueden saltarlo.)🚩

Miré al frente y me lo encontré parado a un metro frente a mí. — Lou... — Cerré los ojos y me encogí cuando uno de sus pies impactó contra la puerta, cercas de mi cabeza. Mi corazón latía a mil por hora, más cuando se agachó frente a mí y me tomo por la barbilla levantando mi cabeza y dejando mi cuello al descubierto.

Estuvo mirándome detenidamente unos instantes en los que intenté no mover un solo músculo. Después, se puso de pie, y agarrándome de la cintura, me subió con él por las escaleras. No sé qué hacer si me defiendo quizás acabe como ese pobre chico, pero si no me defiendo quizás acabe peor.

Espera la otra habitación o la caseta de Clifford. Dos posibles escondites. Estábamos a mitad de las escaleras cuando, reuniendo toda la fuerza de voluntad que tenía y luchando con su olor, me agarré a la barandilla y me revolví consiguiendo darle un golpe con la rodilla que lo hizo caer unos escalones. Sin perder el tiempo empecé a correr hasta la habitación, me metí dentro y cerré la puerta. Vale como máximo, quizá tenga un minuto. Agarré la cama y con toda la fuerza que tenía la empujé hasta la puerta, justo en el momento en que se abría violentamente. Gracias a dios había conseguido mover la cama lo suficiente para que la puerta chocase contra ella y no se abriera más que unos 20 o 25 centímetros. Salté cuando un gruñido se oyó del otro lado de la puerta y uno de sus brazos apareció por el hueco y empezó a empujar la cama.

— No, Louis, ¡Louis!, mierda tranquilízate contrólate. — en verdad que me gusta meterme en problemas y ahora lo estoy comprobando, estoy encerrado con un alfa en celo y sin sentido del olfato, lo que dificulta su autocontrol, y para terminarlo el calor que estoy empezando a sentir no es normal.

Sujeté la cama del otro lado mientras notaba como cada vez más la cama se iba desplazando hacia mi lado. ¿¡Cómo mierda puede tener tanta fuerza en un solo brazo!? Es un maldito animal— Mierda.

Dejé de hacer fuerza y me aparté dejando el camino libre para qué seguir alargando lo inevitable. La cama salió disparada hasta el fondo de la habitación y él azotó la puerta contra la pared. Intentar esconderme había sido una estupidez. Cerré los ojos y agaché la cabeza cuando sentí su olor incrementando de nuevo. El ambiente se hacía cada vez más pesado, pero cada vez atraía más y más.

Su mano se cerró alrededor de mi cuello y empezó a apretar cada vez más, hasta que desesperado lo tomé de su brazo y clavé mis uñas en él, lo que no vi venir en ese momento fue su mano directamente a mi cara. Apreté los dientes esperando el golpe, pero lo único que sentí fue una pequeña ráfaga de aire. Entreabrí los ojos con cuidado y vi su mano a escasos centímetros de mi cara.

— ¿Louis?... — su agarre empezó a perder fuerza al escuchar mi voz que salía cortada. — Te quiero ayudar, pero necesito que intentes controlar a tu alfa, por favor. — sé que es inútil, no está ni siquiera viendo todo el desastre que acaba de hacer, pero su aroma me está doblegando.

Me soltó el cuello, se acercó a mí y me sostuvo en una especie de abrazo. ¿Qué está haciendo? Su cara quedó justamente en mi cuello y empezó a aspirar en esa zona, ¿me estaba oliendo? Espera, eso es imposible, él no tiene olfato. Puse mis manos en su pecho y lo empujé lejos de mí mientras me sonrojaba. Miré sus pantalones y vi un gran bulto, retrocedí poniéndome al otro extremo de la cama y le miré con los labios apretados. Él tenía el ceño fruncido y en vez de rodear la cama, la saltó llevándome por delante.

— Quieto.

Levantó mi camiseta con brusquedad y poniéndome boca abajo, deslizó los pantalones rápidamente por mis piernas hasta que quedaron a la altura de las rodillas.