P.O.V. Normal
Isaac y Seiya se encontraban rumbo al hotel donde se hospedaba el último, su caminar era calmado pues iban riendo y jugando a gusto, molestando cada vez más a un chico de cabellos azules que les seguía de cerca; para su suerte a los poco minutos habían llegado al edificio donde se tenían que separar.
Seiya: Realmente me la he pasado bien, no pensé encontrarte aquí pero fue entretenido pasar el día contigo -sonrió ante el recuerdo de todas las cosas divertidas que hicieron-.
Isaac: También me divertí, pequeño -su voz ya no sonaba coqueta pues con lo que le dijo el chico de malhumorado prefirió ya no intentar meter en problemas al menor- ¿Te parece sí salimos mañana de nuevo? Podemos invitar a tus amigos, sirve invito a mis amigos.
Seiya: Me parece bien, no creo que tengan planes para mañana, ¿A qué hora? -preguntó mirando a su alrededor de forma disimulada pues sentía que alguien le miraba-.
Isaac: Mis amigos tienen la mala costumbre de levantarse tarde o a veces temprano así que sería no sabría decir una hora, ¿Y sí mejor me das tu número? Te contacto para ponernos de acuerdo, ¿Te parece? -le sonrió, viendo a un costado y encontrándose con la mirada furiosa de aquel chico que se hacía llamar "novio" del pequeño-.
Seiya: Oh, sí, está bien, es...-dijo todo los dígitos de su número, el cual fue marcado en el celular del contrario- se hace tarde, ¿Queda muy lejos tu hotel?
Isaac: Realmente no, a unos cinco minutos a lo mucho. De todos modos, tienes razón, es algo tarde y debes descansar -acarició el cabello del menor, viendo de reojo a un chico molesto que salía de su "escondite" dirigiéndose a ellos pero a paso lento; sonrió al lograr su objetivo, no hacía mal sacar un poco de sus estribos al chico, ¿Verdad?- me voy pequeño, nos vemos mañana -soltó el cabello del más bajo y empezó a caminar en dirección contraria a la que se encontraba Ikki, quería bromear, no empezar una pelea tonta-.
Seiya observó como Isaac se perdía de su vista una vez cruzó una esquina, volviendo su vista al frente para entrar al edificio pero se sobresaltó al encontrarse con la mirada disgustada de la que le hacía sentir nervioso pero a gusto.
Seiya: ¿Ikki? ¿En qué momento llegaste? -preguntó nervioso, sus manos las colocó en su espalda, empezando a caminar hacia el interior del edificio pues empezaba a hacer frío y deseaba su cama, la cual no vio pues sólo dejo la maleta en la recepción pidiendo amablemente que la llevarán a la habitación que compartía el mencionado-.
Ikki: Acabo de llegar, vamos dentro, empieza a hacer frío y no quiero que te enfermes -evito tocar el tema del tipo molesto, tomó al menor de los hombros, diciendo todo de forma inconsciente pues sus pensamientos posesivos lo dominaban en estos instantes, quería tener al castaño para sí solo aunque fuera un momento-.
Seiya: Pero- -no pudo terminar su oración pues se había dejado guiar hasta la que era su habitación, se sentía bien estar rodeado por la persona que movía todo dentro de él-.
Al llegar a la habitación a Seiya se le subieron los colores al rostro pues Saori le dijo que compartiría habitación con Ikki más no que compartiría la cama. Podía compararse a un tomate al igual que Ikki pues aunque él ya había entrado a la habitación, olvidó ese detalle una vez que entró con Seiya.
Ninguno hablaba, sólo estaban pensando en que decir o hacer. Siendo así, Ikki empezó a caminar hacia su maleta, tomando un cambio de ropa, después de pasar el día con el Sol dando en su cuerpo haciéndolo sudar necesitaba un baño.
Ikki: M-me meteré a duchar -dijo antes de entrar en una de las puertas de la habitación, donde minutos después se escuchó el sonido del agua de la regadera- Dios, debo controlarme, no debo actuar así con él -se regañó a sí mismo por su actitud, el agua fría empezó a caer sobre su cuerpo relajando sus músculos-.