No pondré excusas, sólo diré que lamento no escribir en meses.
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P.O.V. Seiya
Ya habíamos pasado una considerable cantidad de tiempo en la pista intentando que yo no cayera. Finalmente, gracias a toda la ayuda de Ikki, pude mantenerme en pie sin resbalar aunque, por precaución, seguí tomando su mano; estaba feliz de poder estar un día, relativamente, a solas con él. No negaré que en un momento sentí que iba a enojarse conmigo por no saber patinar y que creyera que era una pérdida de tiempo, gracias a los dioses, me "consoló" de la forma más tierna posible, aunque siendo Ikki no creía que fuera tan lindo, eso era algo que jamás hacía y me encantó que hiciera eso.
Después de pasar unos hermosos momentos patinando, o bueno, yo haciendo el intento, salimos del lugar para buscar algo de comer, ni cuenta nos dimos cuando ya había oscurecido casi por completo; una vez que estuvimos fuera de la pista devolvimos los zapatos, fuimos a comer a un restaurante que al parecer era para familias, el ambiente era realmente acogedor, cenamos y seguido de eso fuimos a la mansión, aunque no era el destino de Ikki, me acompañó para, lo que yo supuse, asegurarse de que llegase seguro.
Seiya: Gracias por aceptar la salida y por acompañarme pero se te hizo tarde para volver a casa, ¿no prefieres quedarte aquí? -pregunté sin pensarlo mucho-.
Ikki: Ah, puedo regresar sin problema no te preocupes -dijo dándome una pequeña sonrisa que hizo que me ruborizara levemente-.
Seiya: Ow, bueno, comprendo, en todo caso te agradezco por hoy, me divertí mucho y aprendí a patinar un poco -dije riendo tímidamente al recordar todo lo pasado en el día- espero se vuelva a repetir -dije casi de manera inaudible pero al parecer Ikki alcanzó a oírlo-.
Ikki: Claro, puedo salir contigo cuando quieras, no es inconveniente para mí, siempre estaré disponible para ti -sonrió al decir esto último haciendo que mi corazón se alterara y que pareciera, seguramente, un tomate- Bueno, entra, se hace tarde, descansa Seiya, hasta luego -dijo esto último para después desaparecer en la oscuridad de la noche-.
Una vez que él se fue, pude finalmente subir a mi cuarto, recostarme, mirar al techo y pensar en todas las cosas lindas que pasaron hoy; estar con Ikki, disfrutar su compañía, poder estar tomado de su mano durante mucho tiempo sin sentir incomodidad por parte suya, sin duda fue un día perfecto. Pensé en todo una vez más como loco enamorado antes de caer en los brazos de Morfeo.
*Al día siguiente*
P.O.V. Normal
Todos se encontraban en la sala viendo una película, incluido Ikki, todo normal hasta que a mitad de ella a Seiya le empezaron sus antojos y no tuvo más remedio que ir a la cocina por algunos dulces. Se levantó, seguido de Hyoga que fue por unas bebidas para todos, dejando a los hermanos juntos, ninguno de los dos decía nada pero Shun quería saber más sobre la vida "vagamente amorosa de su hermano", como suele decirle, ya que últimamente ve a su hermano más sonriente de lo normal y eso no le preocupaba, todo lo contrario, le alegraba verlo así.
Shun: Entonces -alargó el sonido de la "s" para que su hermano le hiciera caso- ¿cómo ha ido todo, Ikki? He notado que estás más sonriente de lo normal y quisiera saber, sí me permites, qué o quién es que trae así -dijo lo último con un tono levemente divertido-.
Ikki: Todo ha estado bien, tuve tres situaciones muy, como decirlo, especiales este tiempo; te diré que no tienes de que preocuparte, con el tiempo ya te diré más y por ahora sabrás que es una persona algo especial la cual me hace estar así -dijo el peli-azul sin ver a su hermano menor a los ojos, aunque de seguro tendría una mirada de asombro, el más alto estaba algo avergonzado al decir esto último-.
