CAP 6

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La voz me hizo dar un pequeño salto y me giré a la velocidad de un rayo.

—Gall, espera —Dijo Draco, caminando hacia mí.

Se detuvo y me miró de pies a cabeza, analizando mi aspecto. Ahora sonreía, y su mirada ya no era de desprecio. ¿Podía confiar en él o era algún tipo de engaño?

—¿Qué haces aquí? —pregunté mientras bajaba del escalón, pero de inmediato me arrepentí; él era más alto que yo, y me sentía vulnerable.

—Me prometiste un baile.

—Claro que no —hice una mueca y me crucé de brazos.

—Sí, lo recuerdo muy bien —insistió.

—Yo también lo recuerdo, y nunca te dije que sí.

—Jamás digas nunca, Gall.

Puse los ojos en blanco y empecé a subir por las gradas, pero Draco me tomó del brazo para detenerme.

—¿Por qué estás molesta? —preguntó.

—No estoy molesta, solo cansada, y tú no deberías estar aquí.

—¿Ah, no? ¿Y por qué? —había empezado con un juego de palabras, quizá para que perdiera la paciencia, y a él eso le divertía mucho.

—Porque... estás invadiendo mi espacio. Además, tienes mejores cosas que hacer en el baile. —Él sonrió y se encogió de hombros.

—Pues sí, teníamos un baile pendiente, pero te fuiste antes.

—Entiéndelo, Draco. Tú y yo jamás hubiéramos bailado juntos. Estoy segura de que Pansy querrá hacerlo.

—¿Es eso? ¿Estabas celosa? —Las comisuras de mis labios se arquearon hacia abajo en un gesto de negación.

—Ni en mis peores sueños estaría celosa. La cuestión aquí es que tú y yo nos detestamos y solo nos soportamos por un trabajo del colegio. No puedo entender por qué estás aquí, insistiendo en un baile que no tendremos.

—Yo no te detesto, Gall.

—¿Crees que soy tonta? Toda la semana te la has pasado evitándome y poniendo mala cara.

¿Estaba loca? ¿Por qué le reclamaba a Draco Malfoy algo que era o debía ser habitual en nosotros? Para ser realmente sincera, no quería que se marchara, y sí, quería tener un baile con él, pero no era correcto. Sentiría que estaba traicionando a mis amigos.

—No lo hice porque quisiera —admitió.

—¿Crees en esos rumores de que me gustas?

—No, aunque sí me sorprendió escucharlos.

—Pues no es cierto, son mentiras de Peter —Draco arrugó la nariz y negó con la cabeza.

—¿Quién?

—Mi primo —aclaré—. Él dijo que yo estaba enamorada de ti, y Pansy escuchó todo.

Por un segundo, alcancé a ver una expresión de decepción que se borró de inmediato.

—Ah, sí, eso tiene más sentido.

—Eso es lo que pasa si pretendemos ser amigos.

—Igual tendremos que vernos en clase y para hacer la tarea.

—Sí, ya sé.

De un momento a otro, las escaleras dieron un tirón y empezaron a moverse hacia un lado. Con horror, vi que ya no podría dirigirme a mi habitación; ahora tendría que buscar un camino largo para poder llegar a donde quería. Resoplé con fuerza y subí dando pisotones antes de que las escaleras se movieran nuevamente.

Perdida en tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora