Fleur no pudo terminar la prueba; se retiró mucho antes y se veía realmente alterada. El primero en salir fue Cedric, que llevaba a Cho consigo. Al parecer, los tesoros de los que hablaba el profesor se trataban de alguien especial para los campeones. En segundo lugar, Viktor apareció con una cabeza de tiburón que desapareció rápidamente al salir a la superficie, y Hermione venía con él. Solo faltaba Harry, pero no salía, y todos estábamos a la expectativa.
—Te dije que Potter no es nada más que un inútil —susurró Draco. Miré de reojo a Nigel, pero él estaba inmerso en el lago.
—Claro que no —respondí de la misma forma.
—Ni siquiera ha salido, es el último.
—En todo caso, Fleur es quien no terminó.
Lo miré con el ceño fruncido, a lo que él levantó las comisuras de los labios ligeramente.
Mis esperanzas de que saliera eran cada vez más intensas. No era posible que algo le hubiera sucedido a Harry. La mayoría aquí sabía que era muy capaz de superar este reto. ¿Por qué seguía tardando tanto?
En el momento menos esperado, dos figuras emergieron del agua. Uno tenía cabello rojo y la otra figura era rubia. En cuanto sus rostros quedaron al descubierto, vimos que era Ron y la hermana de Fleur. En cuanto a Harry, salió segundos después impulsado hasta la plataforma, cayendo con un golpe seco. Muchos, incluyéndome, gritamos de alegría. Y para sorpresa de todos, Harry fue ascendido al segundo puesto por arriesgarse a salvar a una persona que habría quedado bajo el fondo del agua, donde vivían muchas criaturas peligrosas. Esto no alegró del todo a Draco y sus amigos, pero se enfadó aún más cuando Nigel lo miró con una sonrisa de oreja a oreja mientras gritaba. Lo que hizo a continuación me dejó perpleja. Draco, sin pensarlo, le dio un golpe en la cabeza a Nigel y le bajó la gorra de un solo tirón hasta los ojos. Esto no fue un obstáculo para que el niño de primero siguiera vitoreando.
El lunes siguiente, en clase de Aritmancia, la profesora explicaba otro tema que, para mí, se hizo mucho más fácil.
—¿Sigues molesta? —preguntó Draco en un susurro, acercándose un poco a mí.
Dejé de escribir y arrugué la nariz.
—No, ¿por qué debería estarlo?
—Por lo que pasó en las pruebas.
Hice memoria a todo lo que sucedió y, si omitimos lo que hizo con Nigel, al final de cuentas, él no había hecho nada.
—¿Hablas por lo de Nigel? —Draco me miró de reojo.
—Sí.
—Creo que deberías pedirle disculpas a él, no a mí.
—No, eres con la única persona que hablo de Gryffindor. Si voy y hablo con ese niño, el concepto sobre mí cambiaría.
Apoyé la quijada sobre la palma de mi mano y sonreí.
—Entonces eso sería bueno.
—No te burles —frunció el ceño, pero realmente no estaba molesto—. Trataré de no hacerlo de nuevo, ¿de acuerdo?
—El chico duro al fin se aplaca —bromeé, aún sonriendo. Draco rodó los ojos y negó con la cabeza—. No se lo digas a nadie.
—Si lo hago, tampoco me creerían. Ya de por sí piensan que estoy loca por soportarte.
—No lo creo, Gallery, al menos tus amigos no te juzgan.
Me quedé en silencio con el rostro serio. Tal vez en eso podría estar equivocado, pero no lo sabía con certeza. Nadie me garantizaba que si me veían con Draco lo tomarían bien, especialmente porque con solo vernos juntos haciendo la tarea ya se les formulaban ideas erróneas sin sentido y algunos incluso murmuraban que yo era una traidora. Y Camille era quien más me preocupaba; cualquier contacto que podría tener con él supondría para ella una puñalada por todo lo que le habían hecho Draco y sus amigos.
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Perdida en tu Mirada
FanfictionAmbientada en la historia de Harry Potter, esta novela se desarrolla desde el libro 4, "El Cáliz de Fuego", hasta el libro 7, "Las Reliquias de la Muerte". El mundo de Gallery Grant se centra en su familia y amigos, la mayoría de los cuales son de G...