CAP 15

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GALLERY

A la mañana siguiente, desperté con un fuerte dolor de cabeza. No pude conciliar el sueño y me sentía algo irritada. A pesar de eso, Camille trató de levantarme el ánimo. No le había contado nada sobre la corta conversación con Draco; no necesitaba otro sermón. A la hora del almuerzo, mi estómago daba vueltas a causa de los nervios. Por un lado, no quería toparme con Angelina. Realmente deseaba evitarlo, pero no fue así. A la entrada del gran comedor, ella estaba justo en la puerta, hablando con otra chica de séptimo. Inventé a Camille que me había olvidado un libro en la clase anterior y que la alcanzaría después.

—Hola, Angelina —saludé, reuniendo todas mis fuerzas. Casi ni se notaba mi nerviosismo.

—¿Cómo estás, Gallery? —saludó con entusiasmo— ¿Ya estás lista para el entrenamiento de esta semana? —Por un segundo, me quedé boquiabierta sin saber qué decir, hasta que sacudí la cabeza y me aclaré la garganta para que mi voz no saliera temblorosa.

—De hecho... de eso te quería hablar —Angelina borró su sonrisa al darse cuenta de que era un tema más complicado. Se apartó de la puerta para ir unos pasos más alejada del comedor y así poder hablar sin tanta bulla.

—¿Espero que no sean malas noticias? —dijo de forma preocupada.

—Depende de cómo lo veas —traté de calmarla, pero no funcionó. Borré mi pequeña sonrisa y volví a ponerme seria. Miré de reojo y aún había chicos que seguían fuera del gran comedor— Bueno, siento que no pertenezco al equipo —comencé, pero enseguida me interrumpió.

—Aaay, no, al principio es normal. Ya verás que después de pocos días te sentirás en familia.

—No es eso, sé que todos son increíbles, pero no debería ser parte. No soy tan buena, y me di cuenta de que... bueno, no voy a poder jugar como ustedes.

—Es broma, ¿cierto? —hizo una pausa a lo que yo no respondí— ¿Quién te metió esa tonta idea en la cabeza?

—Nadie —mentí— Pero lo sé, no soy tan buena como piensas.

—¡No me salgas con esas excusas! En las audiciones estabas tan confiada de ti y ahora resulta ¿que no crees ser buena en esto? —elevó la voz. Volví a mirar de reojo, ya habíamos captado algunas miradas. Era lo único que faltaba— Dime quién fue el bruto que te lo dijo para darle una lección.

—No, Angelina, no fue nadie —traté de convencerla.

—¿Fue ese amiguito tuyo Malfoy, o no? Aaaah, seguro que te vio como una amenaza... —la interrumpí sacudiendo la cabeza.

—¡No, claro que no fue él!

—¡Ahora me va a escuchar! Sabrá que nadie se mete con mi equipo, solo espera a... —Angelina se detuvo y se giró con los ojos bien abiertos, al no creer en la idea que se le había formulado en la cabeza. Estaba segura de que ya lo había entendido todo— A menos que Thomas...

Ella volvió a acercarse, y esta vez susurró con incredulidad.

—¿Fue Thomas? —preguntó indignada.

—No, te prometo que fue mi idea. No me siento... capaz —Angelina tomó aire y miró tras su hombro a Draco, que estaba parado tras ella

—Gallery, entiendo que él pueda estar molesto, pero no por eso te condenará de ser una mala amiga; al contrario, debería alegrarse —dijo en voz baja—. Y si no lo entiende, pues qué se vaya al carajo.— Abri los ojos de par en par.

Camille nos interrumpió de un solo grito. Seguramente ya le habían contado del alboroto.

—¡Angelina! —gritó mientras corría hacia nosotras. Me tomó de los hombros para jalonearme hacia ella— No sé lo que te dijo, pero no la escuches, solo está confundida.

Perdida en tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora