GALLERY
Dos días después del incidente con Filch, buscaron a los culpables, pero no pudieron encontrar al estudiante que se había escabullido y lanzado el maleficio al conserje. Fue una completa suerte que ni siquiera me hubieran tomado como sospechosa.
El miércoles por la noche, al ir a la torre de astronomía para recibir clases, Draco me envió una pequeña nota donde bromeaba sobre lo que no terminé de decirle acerca de su perfume. Claro que intenté esconder mi vergüenza al admitir que ese olor me atraía.
La nota decía lo siguiente:
Gall,
Estoy al tanto de que me has estado robando un poco de mi perfume para ponerlo sobre tu almohada antes de dormir. ¿Esa es la única razón por la que te caigo bien?
Te quiere tu querido amigo, Draco.
Al final de la nota, había puesto otra vez ese garabato extraño con orejas; siempre dudaba de lo que realmente era ese dibujo. Obviamente, lo que había escrito en la nota era una forma de bromear conmigo, y yo tenía que seguirle el juego.
Draco,Al parecer, me has descubierto; eres muy astuto. Prometo que te devolveré el perfume tarde o temprano.
Te quiere tu querida amiga, Gallery.
Cuando él recibió la nota y la leyó, sonrió disimuladamente, levantó la mirada y me guiñó un ojo. Tuve que girarme hacia Camille para que no viera mi tonta sonrisa y mis mejillas sonrojadas. Estaba llegando al punto máximo de perder la cabeza. No era posible que me estuviera pasando esto.
A la mañana del viernes, me sentía nerviosa. Aún faltaban varias horas para las pruebas de Quidditch, pero al pensar en ello, sentía un nudo en la garganta que revolvía mi estómago solo de imaginar el fallo. El día tampoco ayudaba mucho; el cielo estaba grisáceo y el clima frío me hacía temblar. No comí mucho en el desayuno ni en el almuerzo y apenas hablé con mis amigos. Thomas trataba de animarme, pero no funcionaba. Esto era muy importante para mí, por lo que me atormentaba incluso pensar en no lograrlo.
Por la tarde, cerca de las cinco, Thomas y yo nos preparamos para salir con nuestras escobas en mano al campo de Quidditch, donde Angelina ya esperaba a los aspirantes de Gryffindor. Había una cantidad considerable de chicos que esperaban dar una buena prueba para quedar seleccionados. Thomas quería ser golpeador y yo, cazadora; varios aspiraban a lo mismo, era un poco deprimente imaginar que yo sería la peor de todos; era una posibilidad.
Ron también estaba ahí, fue una sorpresa. Ni siquiera sabía que él también quería ser parte del equipo de Quidditch. Al vernos, sonrió nervioso y se acercó. Ron también estaba ahí, fue una sorpresa. Ni siquiera sabía que él también quería ser parte del equipo de Quidditch. Al vernos, sonrió nervioso y se acercó.
—Hola, chicos, ¿todo bien? —saludó un poco inquieto. Yo ni siquiera respondí.
—Algo nerviosos —dijo Thomas.
—Estamos iguales. He practicado toda la semana, pero fue difícil.
—Bueno, nos tiene que ir bien —trató de alentarnos Thomas, a lo que tampoco respondí.
Mantenía mi vista fija al frente y con los dientes apretados. Thomas se percató de esto y tomó mi mano, lo que me sobresaltó. Este gesto se sintió cálido. Por un lado, agradecí el calor de su mano y, por otro, mi estómago se llenó de un cosquilleo. Pero no eran las típicas mariposas, sino un cosquilleo que me indicaba que ese gesto tenía un doble mensaje.
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Perdida en tu Mirada
FanfictionAmbientada en la historia de Harry Potter, esta novela se desarrolla desde el libro 4, "El Cáliz de Fuego", hasta el libro 7, "Las Reliquias de la Muerte". El mundo de Gallery Grant se centra en su familia y amigos, la mayoría de los cuales son de G...