CAP 27

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—¡DRACO! ¡DRACO! —vociferé mientras me acercaba a grandes zancadas, hecha una furia.

Se giró de inmediato y me contempló mientras me acercaba, arqueando las cejas confundido al verme tan molesta.

—¿Qué pasó? ¿Está todo bien? —preguntó.

Sin previa advertencia, lo empujé con la mano, haciendo que retrocediera y chocara contra la pared. Abrió los ojos sin comprender aún cuál era el motivo de mi enojo.

—¡TÚ! —continué con la voz elevada.

—¿Yo qué?

—Tú eres un idiota —espeté con los dientes apretados.

—Por favor, Gallery, no me insultes —su tono de voz se hizo más profundo, le molestaba que alguien utilizara esas palabras con él—. No entiendo qué te pasa.

Apreté los labios y me mantuve quieta mientras lo observaba con el ceño fruncido. Draco pareció entender al fin lo que estaba pasando, suspiró y miró al cielo apoyando la cabeza en la pared como si buscara una salida.

—Ya te enteraste —murmuró.

—¿Y creías que no?

—Bueno, les dije a los chicos que no te dijeran nada hasta que pudiera hablar contigo.

—SÍ, pues Pansy se encargó de adelantármelo. Tu querida amiguita hizo que nos bajaran puntos, se atrevió a insultar a Camille y me hizo quedar en ridículo.

—Lo siento, Gall. Umbridge nos dijo hace un par de días lo de ser parte de La Brigada Inquisidora, quise contarte pero estabas molesta y no quería empeorar las cosas con esto —me crucé de brazos y puse los ojos en blanco.

—¿Por qué te uniste? Sabes lo que Umbridge es capaz de hacer.

—No exageres, Gall, esto es una gran oportunidad para mí. Además, mi padre se habría enfadado si se enteraba de que rechacé la oferta.

—Claro, lo siento, olvidé que tu padre controla ciertos aspectos de tu vida —Draco se enderezó, logrando verse más alto. Tuve que levantar más la cabeza para no apartar la mirada de sus ojos.

—No es así, y cuando aceptaste ser mi novia, sabías que habrían ciertos desacuerdos, así que no actúes como una niña.

—No, Draco. Jamás pensé que serías capaz de aliarte con una señora horrible que nos hace la vida imposible. Tú viste lo que me hizo.

—¡No, Gallery, no lo vi porque te encargaste de cerrarte en ti misma! Yo no sé qué pasó allá.

—Claro que lo sabes —dije con un bufido, sintiendo indignación porque parecía hacerse el de la vista gorda—. Y de nada hubiera servido, ya estaba hecho. No podías retroceder el tiempo.

Draco tomó mi mano sin dejarme reaccionar. Observó la marca rojiza donde estaba escrito "No debo portarme mal", su mirada se suavizó con tristeza y desvió la mirada al suelo.

—Esto no debió haber pasado —susurró, volvió a apoyarse en la pared sin soltarme la mano.

—Con Umbridge a la cabeza, sí, esto iba a pasar tarde o temprano.

—Pero si me hicieras caso una sola vez, lo habría evitado.

—¿Y qué se supone que debía hacer? Ustedes estaban molestando a Neville.

—Era solo un juego —intentó justificarse. Me solté de su agarre de un tirón y cubrí la marca con la manga de la túnica.

—Sí, entiendo que no te importe nadie más que tú, Draco... —Me interrumpió elevando la voz.

Perdida en tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora