CAP 12

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Mis padres accedieron a llevarme. Después de todo, los Weasley también llevaron a sus hijos; incluso Hermione estaría ahí. Cuando llegamos, la señora Weasley me envió al piso superior. Allí me encontré con Fred y George, quienes no dejaban de molestarme; seguían burlándose de mi amistad con Draco.

—Ya dejen de molestarla —intervino Ginny al entrar a la habitación.

Me regaló una amplia sonrisa, me acerqué para darle un abrazo al vernos después de mucho tiempo.

—Ay, por favor —dijo Fred—, nos cortas la diversión.

—Sí, Ginny, además, a Gall no le molesta.

Las dos nos sentamos en una de las camas para seguir escuchándolos pero sin tomarlos en serio.

—No sabía que vendrías —dijo Ginny cuando los gemelos se callaron.

—Tampoco yo. Papá está muy preocupado, tuve que convencerlo.

—Lo sé, todos lo están. No sabemos lo que está pasando en esa habitación.

—Harry llegará en unos momentos; tal vez podamos descubrirlo después —intervino Fred.

—Genial. ¿Y cómo estuvo su verano? —pregunté para tratar de calmar un poco el ambiente, aunque debo decir que no surtió efecto.

—No tan bien —respondió George.

—¿Y eso por qué?

—Bueno, nosotros ya nos habíamos enterado de lo de la Orden. Debes imaginar que están reclutando más gente. Charlie trata de hablar con ellos siempre que puede; está muy ocupado en Rumanía. Percy, en cambio... bueno.

Los tres hermanos cruzaron miradas sombrías; fue Fred quien continuó.

—No podemos hablar de Percy frente a nuestros padres. Fue muy malo lo que pasó, no te lo imaginas, Gall. Papá casi nunca se molesta; esa es mamá. Pero ellos tuvieron una discusión fuerte. Percy nos contó que lo habían ascendido en el trabajo; el problema fue que se metió en muchos líos relacionados con Crouch, tuvo interrogatorios y no salieron tan bien.

—Pero ¿por qué lo ascendieron? No tiene sentido.

—Es lo que nosotros nos preguntamos —respondió Ginny, negando con la cabeza—. Dijo que le habían ofrecido un puesto en la oficina de Fudge, pero como tú dijiste, no tiene sentido; es imposible que lo hayan ascendido en tan poco tiempo que lleva trabajando.

—Tú sabes que ahora Dumbledore está en malos términos con el ministerio —intervino George, a lo que asentí rápidamente—. Bueno, Fudge dejó en claro que todo el mundo asociado o de acuerdo con Dumbledore podía retirarse.

—Pero todos aquí simpatizamos con Dumbledore. ¿No es riesgoso que Percy esté tan cerca de Fudge?

—Ese es el punto, Gall. Mis padres creen que Fudge va a usar a Percy como espía.

—Vaya, eso está muy mal.

—Exacto —soltó Fred con enfado—. Y luego dijo muchas cosas hirientes dirigidas a nuestro padre. No tienes idea de lo mal que lo pasamos.

—Está fuera de control —murmuró Ginny.

—Pero bueno, Percy no es tan tonto. Debe saber que regresó —los tres sabían a quién me refería—. Harry lo dijo.

—No, para él no es suficiente; cree en todo lo que sale en El Profeta, está cegado.

Los tres nos quedamos en silencio. Era una pena lo que estaba pasando con los Weasley; no me sorprendía que Percy pudiera dar la espalda a su propia familia.

Perdida en tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora