Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 108: rompiendo las cadenas

TaeHyung abre los ojos cuando siente que el auto ha dejado de estar en movimiento y se encuentra con su madre mirando por entre en medio de los asientos, en cuanto sus miradas se encuentran la mujer le sonríe suavemente.

—Ya llegamos —le indica, el rubio talla sus ojos y mira la ventana a su costado derecho, encontrándose con el porche delantero de la casa de sus abuelos—, niños, ya llegamos a la casa —escucha la voz de su madre, pero es algo lejana.

—¡Es el tío Ji! —Grita Suk a su lado, enfoca a la puerta de entrada y en efecto se encuentra con el hombre sonriente, con sus manos a cada costado de su cintura. Se ve más delgado y no tan viejo, tiene cerca de 35 años y no aparenta dicha edad.

Reacciona ante el ruido que hace la puerta deslizadora de la camioneta cuando Suk abre su puerta que da con la banqueta y grita a su tío, en unos segundos tiene la mirada del hombre sobre él y la sonrisa en su rostro no se borra, Tae incluso puede afirmar que la ésta se extiende un poco al verlo, no puede evitar desviar la mirada de manera nerviosa.

—Niños, vengan por sus maletas —pide su padre desde la cajuela, los primeros en bajar son sus hermanos, quienes lo hacen de un brinco y corriendo se dirigen a la parte trasera del auto, Tae dirige una mirada por el rabillo del ojo a su tío Ji y lo encuentra aun sonriendo en su dirección, toma un respiro y finalmente baja dirigiéndose a la cajuela, tomando la mochila que su papá le tiende.

—¡Suk! —Llega gritando su prima detrás de él, no puede evitar dar un suave salto del susto.

—¡JiYu! —Festeja la menor con una gran sonrisa, ambas sueltan un gritillo y sin más se abrazan como sí no se hubiesen visto en varios años.

...Cuando en realidad fueron cerca de 4 meses, no puede evitar sonreír de lado y caminar con el resto a la casa.

—¡Hola familia! —Saluda su tío Ji-Pyeong abriendo los ojos.

—¡Tío Pyeong! —Le abraza Jin, es algo bajito así que su cabeza queda a la altura de las costillas del hombre, Tae observa como su tío lo carga y le da vueltas en el aire, haciendo reír a su hermanito.

—¿Cómo estás, JinJin? —Pregunta su tío.

—Bien, alegre porque estoy de vacaciones —alega y eso lo hace sonreír mientras niega.

Jin es dejado en el suelo y Ji se gira a él con una sonrisa.

—Mi sobrino favorito ha llegado, ¡pero mira que grande estás! —le indica acercándose, Tae por su parte se tensa y recibe el abrazo apretado que el hombre le da, suelta el aire que sin saber tenía retenido y con cuidado regresa el abrazo—. ¡Tu cabello se ve genial! —Afirma separándose.

TaeHyung le sonríe suavemente y asiente, comenzando a sentir su respiración agitándose de a poco, quiere responderle pero no puede, en serio que no.

—Andando, el resto ya está en el comedor —informa—, te ayudo —le menciona refiriéndose a su mochila, Tae se la cede porque recuerda las veces que se ha negado a la ayuda de su tío y como este le termina reprochando y ciertamente no quiere eso.

Cuando llegan al comedor, tal y como dijo su tío, la familia completa está ahí y es de esperarse, podían faltar familiares a reuniones comunes, tales como; las misas de los abuelos, los festejos de cumpleaños, bodas, entre otras cosas más, pero nunca, nunca a la de Noche Buena y Navidad.

El compartir el tiempo en familia es algo importante, toma un respiro y aprieta los labios ante los gritos de recibimiento que obtienen, sus primos están sentados en las sillas que rodean la mesa y sus tías parecen estar cocinando lo que es la comida del día, a este punto Suk ya está sentada junto a sus primos, platicando alegremente.