Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 105: la paloma, el tartamudeo voluntario y la felicidad

TaeHyung está sentado frente a la Doctora Park, sus padres están a su lado, la sesión está por terminar y está algo indeciso de sí comentárselo a la Doctora o no.

—Podemos ver que el progreso de Tae es muy bueno, así que... —está hablando la mujer hacia sus padres y ante eso el aludido toma la decisión de que lo mejor es decirlo, alza la mirada y respirando hondo mira a la doctora Park que le devuelve la mirada, niega con la cabeza— ¿TaeHyung? —lo llama y baja la mirada.

—Tae, ¿qué pasa cariño? —Escucha la voz de su madre.

—T-T-Tart-t-tamudé —admite en un susurro—, t-t-tuve un at-t-taque ans-siedad —prosigue sin alzar la mirada.

—¿Cuándo? —Pregunta su padre, Tae lo mira por el rabillo del ojo.

—Cita con Y-Y-YoonGi Hyung —responde—, lo siento —se cubre el rostro y siente ganas de llorar al sentir caricias en su espalda.

—No tienes que pedir perdón, Tae —la dulce voz de su madre llega a sus oídos y cierra los ojos.

—¿Qué paso exactamente? —Pregunta la Doctora Park, TaeHyung la mira por sobre sus párpados y al ver que la mujer lo espera con paciencia se sienta bien en el sofá y toma un respiro.

Le cuenta siendo observado por sus padres lo sucedido el viernes pasado, cómo intento hacer algo bueno para Hyung y termino siendo un desastre a la hora de estar frente a la cajera, como las palabras no pudieron siquiera salir de su garganta, como sudo y cómo llegó Hyung para ayudarlo, al igual que como lloro en el auto y YoonGi lo ayudo.

Los señores Kim por su parte se miran y asienten, dando por hecho que TaeHyung tiene a un chico muy bueno a su lado, luego vuelven a la Doctora Park una vez esta se remueve en su asiento.

—Bien, tuviste miedo de hablar, está bien, sabemos que no es algo sencillo Tae, y que tampoco lograrás de la noche a la mañana, pero creo que ya puedo tocar este tema —hace mención y eso llama la atención de las tres personas sentadas frente a ella, la castaña por su parte toma un respiro y prosigue—, una manera con la que se cuenta para reducir el miedo a algo, es la exposición progresiva—. Comenta sin más, TaeHyung asiente no muy convencido.

—Hay personas que cuando fueron niños le tuvieron miedo a algo y con el tiempo fueron superando ese miedo, pero en algunos otros niños eso no sucedió, Tae, ya fuera porque fueron muy sobre-protegidos, o crecieron en un contexto violento o sufrieron de experiencias traumáticas ese miedo no fue superado y continúa presente en las personas siendo ya adultas al punto que les impiden vivir una vida plena, esto a la larga generan trastornos de ansiedad. Algunos hechos que pueden ocurrir en la niñez y dan señales de que ese miedo ya es algo muy grave y que requiere de ayuda profesional, son casos como: ya no querer salir de casa, tener pesadillas constantes. El continuar con este trastorno es muy común en la infancia e incluso en la adolescencia, en casos especiales se puede observar en personas ya adultas.

>—Como ya hemos dicho en sesiones pasadas, está bien que tengas miedo a algunas cosas, pero sí no recibes la ayuda profesional adecuada, ese miedo puede generar barreras para poder vivir plenamente tu vida—. El menor de la habitación baja la mirada al sentir las palabras tan para él.

El miedo a hablar y tartamudear es algo que le han hecho perderse tantas cosas buenas de la vida. 

—El que la terapia y la exposición progresiva vayan de la mano va muy bien para el tratamiento de este tipo de casos; ya que reducen las posibilidades de recaídas. El hablar solamente de estos miedos que tienes conmigo, claro que ayudan, pero no a superarlos del todo, no hasta que te enfrentes a estos—. Y ante eso el rubio la mira dando un leve respingo.