Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 42: compartiendo mesa

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TaeHyung está feliz, desde el viernes se siente de aquella manera y no sólo él se siente así, después de la cena toda su familia se notaba muy contenta, incluso su madre al día siguiente le hizo su desayuno favorito, sí, exacto, hot cakes, algo sumamente delicioso.

El fin de semana se la paso hablando con Agust, con los chicos del club y viendo animes con sus hermanos, estuvo tranquilo y no hizo mucho, además de tarea claro.

—¡TaeHyung! se hace tarde —escucha la voz de su mamá.

—¡Voy! —Responde.

—Aquí está tu desayuno, los chicos no tardan en llegar y no vas a poder desayunar, te dije que te apresurarás —le reprende levemente.

—Lo siento —murmura tomando la vasija que su madre le tiende.

Está a punto de llevarse una frutilla a la boca cuando el timbre de la casa suena y luego la puerta, aquello le hace sonreír, ambos Hyungs siguen con lo mismo de que uno se escucha mejor que el otro, se acerca a la puerta y la abre sin haber borrado su sonrisa.

—Hola TaTa —saluda JiMin con una gran sonrisa, que lo contagia más.

—Buenos días —devuelve el saludo.

—Buenos días Tae —saluda YoonGi, el castaño lo mira y le saluda con la mano sin haber dejado de lado su sonrisa.

—Buenos días, Hyung —sacude su mano.

—¿Nos vamos? —Cuestiona JiMin. Tae le dirge una mirada y se encuentra con el rubio mirando sucesivamente a él y a Agust, se apresura a asentir con la mirada.

—¡M-mamá, m-me voy! —Grita al interior de la casa.

—¡Te veo a la tarde amor! —Escucha la respuesta de su madre.

Se vuelve a ambos Hyungs después de haberse puesto los zapatos del uniforme y sale con ellos al porche, abre la vasija con la frutilla y se las tiende en un modo de ofrecimiento.

—No gracias, Kim —menciona YoonGi.

—Yo sí quiero —habla JiMin tomando una. —¿Y qué tal su paga de la apuesta el viernes pasado? —Pregunta el más bajito mirándolos con una sonrisa.

Había tratado de indagar un poco cuestionándole a YoonGi en cuanto llego en la tarde/noche, pero el pelinegro no le había había soltado absolutamente nada.

Por su parte YoonGi rodea los ojos ante la insistencia del segundo mayor mientras que Tae mira la vasija con frutillas.

—Solamente fuimos a comer una pizza con Don Gus Gus y a tomar una agua de con Doña Nora —responde con tono casual.

—Ya veo, la traición, la siento —alega en un quejido el rubio, Tae suelta una suave risa (pues tiene fruta en la boca) y YoonGi suelta un suspiro.

—¿Y cuál fue la apuesta? —Indaga Park.

—¿Quiéres saberlo? —Le arquea una ceja YoonGi.

—Por algo estoy preguntando —regresa la respuesta el rubio y Min le mira de manera amenazante.

—No te quieras pasar de listo Park —le advierte.

—Ya sólo dime —resta importancia.

—La apuesta fue solamente una estimación del lapso de tiempo que Nam y Tú tardarían en hacerse novios.