Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 43: un buen día

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—¿Ya pensaste un seudónimo Tae? —Cuestiona Jimin girándose un poco en el asiento. Tae y YoonGi quienes miran cada respectiva ventana que está de su lado lo miran, el primero asintiendo y el segundo con una ceja alzada.

—¿Para qué son los seudónimos? —Habla YoonGi.

—Para hacer de esto más profesional —explica el rubio.

—¿Ya escogiste el tuyo Jim? —Pregunta Nam al volante, el aludido mira a su novio y sonríe tontamente asintiendo.

—Aunque no estoy muy seguro aún —confiesa.

—¿Cuál es? —Pregunta el castaño oscuro.

—ChimChim —Responde con orgullo.

—¿Qué clase de seudónimo es ese? —Irrumpe YoonGi y Tae puede percibir el pequeño tic que le está dando a su amigo, aprieta los labios para no reír.

—Uno muy genial —habla entre dientes JiMin—, además, no es que sea fijo, tengo que pensado —aclara.

—¿Cuál es el tuyo, Tae? —Pregunta Nam mirándolo rápido por el retrovisor.

—Es s-s-secreto —responde sin más el castaño, JiMin y YoonGi lo miran algo sorprendidos.

—¿Secreto? ¿Y no me dirás incluso por ser tu mejor amigo? —Lo mira indignado y Tae sonríe, YoonGi suelta una risa nasal desviando la mirada.

Le gusta esa sonrisa en donde el castaño alza su mentón y suelta un pequeño "jé".

—En el c-c-lub —asiente.

—Oye, pero Nam y yo no podemos esperar tanto —comenta YoonGi.

—Us-t-tedes no s-s-saber —aclara Tae con una sonrisa, suelta una risa ante la mirada sorprendida que le dan ambos mayores.

—¿Por qué no? —Pregunta YoonGi.

—P-p-porque es seudónimo p-para c-c-cubrir mi id-d-identidad —recuerda.

—Touché —asiente Nam—, no preguntaremos entonces.

—Entonces el mío tampoco —habla JiMin.

—Ah nadie le importas —menciona YoonGi desde la parte trasera, JiMin le dedica una mirada de muerte.

—Y no te estaba diciendo a ti —afirma JiMin.

—Ajá —hace ademán YoonGi.

—Chicos, ¿cuándo será el día que dejen de pelear? —Detiene Nam.

—Cuando Hyung deje de ser pequeño —suelta JiMin sin pensar.

—Uy sí, y tú muy alto —rodea los ojos YoonGi.

—Más alto que tú sí —ataca el rubio.

—Ya —detiene Tae—, harto —plantea.

—Lo siento TaTa —menciona JiMin.

Con una última mirada ambos se dejan de ver y vuelven sus miradas, JiMin al frente y YoonGi a la ventana. Llegan a pasados unos minutos y bajan con cuidado.

—Adiós Hyung, te amo —menciona JiMin al peli-oscuro, dándole un beso en los labios.

—Adiós lindo —despide Nam.