Retrocediendo en el Tiempo Y en el Espacio

Capítulo 25

Me encontraba oculta entre los árboles, me había tomado hace unos segundos un poco de la poción de fuerza que Akako hizo. Me puse una capa que solían usar esas brujas y me adentré poco a poco en Cyrenia. Ninguna bruja se esperaría del ataque que haríamos..

Cuando ya me encontraba en Cyrenia empecé a pasear como si nada por la ciudad, había muchas cosas rotas, como carros, carretas e incluso había heno por el suelo, y lo que más impactaba era la sangre que había por el suelo.

Seguí hasta llegar a la plaza principal donde había muchos ciudadanos atados a un poste, parecía como si no hubieran comido ni bebido en días.. Entre esas personas reconocí a una de ellas. Era el doctor Guzmán..

Muchas brujas se acercaban a ellos y se reían, cuando me acerqué al doctor Guzmán me acerqué a su oído.

Tn: No se preocupe, lo sacaré de aquí.

Guzmán: ¿Eh?.. - Este me miró extrañado, al levantarse un poco mi capa me reconoció - Tn..

Tn: No te preocupes.. - dije antes de alejarme de él.

Fui hasta un lugar estratégico y justo cuando pasaran 10 minutos después de mi llegada a Cyrenia una gran llamarada se alzó a las afueras de la ciudad, esto llamó la atención de muchas brujas las cuales salieron corriendo en dirección de la llama. Cuando me aseguré de que ya no había nadie salí de donde estaba escondida y saqué un cuchillo.

Tn: Doctor, no tenemos mucho tiempo - dije mientras lo desataba - ¿Dónde están Lorrel y Anne? - dije mientras ayudaba a desatar también a las demás personas las cuales algunas me reconocieron.

Guzmán: Lorrel murió protegiéndonos a mi y a Anne.. Después de aquello Anne fue secuestrada por las brujas, al parecer quieren a las mujeres y niñas para algo.. - dijo mientras yo veía como lágrimas salían de él.

Tn: Ya veo.. - Dije mientras una lágrima caía por mi mejilla - No tenemos mucho tiempo así que por ahora os sacaré de aquí a vosotros. - dije mientras les guiaba entre los callejones de la ciudad, cuando llegamos a las afueras de la ciudad me reuní con Kaito. Este al ver al doctor lo abrazó.

Kaito: Guzmán..

Guzmán: Kaito, muchacho.. Cuanto tiempo - dijo mientras lo abrazaba, durante el tiempo que estuvimos aquí me di cuenta que a veces la relación de estos dos era como si de un padre y un hijo se tratara.

Después de poner a salvo a las personas que pude sacar volví adentrarme a la ciudad, decidí ir a la panadería y esconderme allí. Mientras que pensaba en mi siguiente movimiento me quedé viendo el lugar.. El saber que Lorrel había muerto solo para protegerlos.. 

Tn: Debo dejar de pensar en esto, mi prioridad es ahora encontrar a Anne.

Al llegar la noche las brujas estaban en mucho movimiento, si mal no tengo entendido Flora me dijo que ellas solían moverse mucho por la noche así que mis movimientos debían de ser por la mañana.

Me quedé toda la noche despierta, el efecto de la pócima de Akako se fue, al final no tuve la oportunidad de usar esa super fuerza, pero como había tomado poco aún me quedaba bastante. Al llegar la madrugada el ruido que hubo por la noche cesó, la calma llegó. Fue en ese momento donde aproveché y salí de la panadería y poco a poco fui dirigiéndome hacia el castilla, de seguro allí estaría Anne.

Cuando llegué al castillo vi a unos guardias en la puerta, de seguro que estaban hechizados, al final para poder entrar tuve que escalar el muro..  Cuando iba por los jardines del palacio varias veces tuve que esconderme de guardias, menos mal que días antes Kaito me enseñó a moverme como una ladrona.

Cuando llegué a los calabozos noqueé a dos brujas y seguido seguí bajando hasta llegar a los calabozos donde se encontraban todas las mujeres de la ciudad. Al llegar vi a Anne apoyada en una pared.

Tn: Anne.. - dije mientras me acercaba a la celda.

Anne: ¿Tn? ¡Has vuelto! - dijo mientras se ponía de pie.

Tn: No te preocupes, os sacaré de aquí. Echaros hacia atrás. - dije mientras me colocaba en posición, ella sabía la intención que tenía. A los segundos le di una patada a la cerradura haciendo que esta se rompiera en el acto.

Anne: Gracias Tn.. - dijo mientras me abrazaba después de salir de aquella celda.

Después de ayudar a todas las mujeres y niñas, las ayudé a salir poco a poco. Cada vez que nos encontrábamos a un guardia lo noqueaba. Cuando salimos del castillo empezamos a bajar hasta la ciudad, cuando llegamos fui llevando a todas las mujeres y niñas por el lugar por donde saqué a Guzmán y a los demás.

Por los callejones nos encontramos con una bruja, antes de que ella dijera algo me acerqué a ella y la golpeé. Usé la capa que me había dado Flora como amarre para atar a la bruja. Una vez que nos ocupamos de ella salimos de la ciudad..

Cuando llegamos a donde estaban los demás Guzmán y Anne se abrazaron, Kaito se sorprendió de que llevara a una bruja atada en mi espalda.

Kaito: ¿Qué harás con ella?

Tn: Flora se encargará de ella.

Kaito: Bien.

Alan: ¿Pudiste sacar a todas las mujeres? Increíble..

Anne: Alteza, debió haber visto como ella iba noqueando a todos los guardias que estaban hechizados.

Alan: Me hubiera gustado verlo.

Tn: No hay mucho tiempo.. Debemos volver a Arbenya. Kaito.. ¿Puedes usar de nuevo el viento? - dije mientras sonreía. - Debemos de sacar a todos lo más rápido posible..

Kaito: Esta bien.. - Este tomó un poco de la poción de viento. Chasqueó los dedos y pequeños torbellinos levantaban a las personas y las llevaba en dirección a Arbenya.

(...)

Mientras que íbamos volando Kaito se me quedó mirando pues notó que me encontraba algo triste todavía por la muerte de Lorrel.

Kaito: Oye..

Tn: ¿Si?

Kaito: Venceremos.. - dijo mientras tomaba mi mano.

Tn: Si.. Pienso vengar a Lorrel. - dije seria.

Kaito: Si.. - dijo mientras acariciaba mi cabeza.

(...)

Cuando llegamos a Arbenya todos los ciudadanos de Cyrenia que pude sacar de la ciudad fueron aceptados por los habitantes de Arbenya, todos estuvieron ayudando en algo.

Cuando llegamos a donde se encontraba Flora, le entregamos a la bruja que ya había despertado, cuando esta la vio suspiró y bebió un poco de la poción de Akako.

Flora: Vos qui recesserit tenebrabitur, et nunc absolvo vos hodie a plaga tua. Requiesce in pace, saucius at animam meam. - Después de decir aquellas palabras la bruja que habíamos traído desapareció como polvo que se lleva al viento.