Los nuevos maestros

Descontrol

El continuo golpeteo de la puerta lo hace remover dentro de sus sabanas, el peso sobre su brazo derecho le saca una sonrisa al mismo tiempo que voltea para deleitarse con la imagen de una encantadora chica plácidamente dormida a su lado. La perfecta silueta que se encaja sobre su costado hizo que voltee dejándolo de frente para poder despejarle un mechón de cabello sobre su rostro.

Protesto y gruño fastidiado al seguir escuchando ese intenso golpe que ya le estaba cambiando el humor, froto un poco su rostro y volvió a tapar a esa castaña que lo volvía loco para acercarse y abrir de muy mala gana.

_ ¿QUÉ?- Su mal modo descoloco a la persona que solo dio un saltito hacia atrás del susto, pero no pudo evitar mirarlo y recorrer con sus ojos ese torso a medio tapar que la imagen regalaba.

_Buenas noches, solo quería saber si estabas bien- El titubeo en sus palabras lo hizo rodar los ojos.

_Estaba perfectamente, durmiendo y con mi novia hasta que alguien vino a molestar. Si desea seguir molestando profesora le sugiero que se retire y me deje en paz. Ya interrumpió mi momento- Ésta no disimulo en querer ver dentro de la habitación, pero solo pudo distinguir un bulto sobre la cama ya que el chico entorno la puerta mientras su cuerpo tapaba lo que sea que ella deseaba ver.

_Pensé que Granger era la que te estaría cuidando. Esas fueron las órdenes de Minerva.

_Y lo hizo, vino mi novia se quedó y ella se fue a un compromiso que ya tenía, ahora si no le molesta volveré a la cama antes de cenar.

No dio tiempo ni a que la otra parte elabore una respuesta que rápidamente entro y cerro de un portazo. Dejando desconcertaba a la mujer que apenas podía moverse hasta que escucho una leve risa a su izquierda, su tez blanca se volvió aún más pálida al descubrir de quien se trataba.

_Deberías ser más ubicada Margaret.... Acosar a un niño que podría ser tu hijo no es correcto, pero vaya que te regalo una imagen de la que no podrás sacar de tu cabeza, sobre todo sabiendo que nunca tendrás algo así.

_No sé de qué hablar Bathy.... Solo quería saber cómo estaba el mocoso, que bastante desagradable es como para saber que trae a su novia. Podría ser cualquiera quien toque la puerta y no sabe ubicarse que sale así vestido.

_No te molestes en ocultarlo querida.... No voy a negar que es guapo, y tiene lo suyo mmmmm, sobre todo con esos bóxer; pero creo que por más que les cuente a las demás ninguna sentiría nada. Solo pensar que agraciada seria la noble chica que esta con él, para todas nosotras es un niño y seguiremos viéndolo de esa forma, en cambio tú con ese fetiche raro que tienes con los Malfoy.... Es enfermizo y desagradable al mismo tiempo- No dio tiempo a contestación, giro sobre sus talones y se encamino a la salida para poder continuar con su último curso del día.

_No puedo creer que esa vieja loca venga.... ¡Qué asco!, la empujaría de la escalera, nadie se daría cuenta- Una cantarina risa lo hizo callar y detener la marcha que estaba teniendo por toda la habitación.

_Deja de protestar y ven a la cama un rato más.... Debo admitir que en un punto me da cierta lastima, hasta que recuerdo que me está haciendo la vida un infierno y se me pasa.

_No estarás celosa, ¿Cierto?- recostándose para poder abrazarla por la espalda y dejar un suave beso en su hombro mientras ella rodaba para acomodarse en su pecho.

_No amor, no estoy celosa. Solo es insoportable y tener un novio tan guapo y apetecible para todo el poblado femenino no es graciosos pero me queda con conformarme que respetaras el hecho de ser solo MIOO- No pudo evitar darle un beso en los labios mientras se volvía a acomodar en su pecho para cerrar los ojos.

_Claro que lo soy, solo tuyo amor mío- Apretando más su agarre dejando un beso sobre su cabeza la sintió ronronear y él solo suspiro antes de volver a cerrar sus ojos. Solo un rato más de sueño era lo que necesitaba.