Luego de una muy intensa semana de trabajo y ya pasado el primer mes de clases se dispusieron a los últimos preparativos del cumpleaños más esperado por todos; en cada momento libre que tenían iban acumulando las cosas correspondientes en un baúl especialmente dedicado para eso. A simple vista nada estaba fuera de lugar y nada apuntaba a una organización tan detallada de un evento, gracias al aviso que el ministro de magia tendría una reunión por la tarde con la profesora dorada; no levanto mayores sospechas con la directora que estuvo toda la semana viendo con los ojos entre cerrados a las dos profesoras más peligrosas del momento.
_Hermione, el ministro te va a estar esperando en mi despacho- La directora se acercaba a la joven que se veía muy cansada a simple vista y solo la escucho refunfuñar.
_Mándelo a mi despacho.... El que me busca es él, no yo.... Si fuese por mi estaría durmiendo en este mismo instante- Un bostezo siguió la frase ya ensayada por la castaña- No me mire así.... Esta semana estuvo por demás pesada, no se ofenda pero es verdad, no doy más; me iré a mi despacho a resolver unos archivos que tengo y algunos papeleos que me envió Theo, cuando llegue mándelo nomas.
Sin darle tiempo de reclamo salió rápidamente del lugar, trato de buscar respuesta en Draco que solo levanto sus hombros de no saber nada pero no la dejo hilar palabra cuando comenzó a hacerle silenciosas señas que no le pregunte nada ya que las cosas no andaban del todo bien. Solo pudo suspirar pensando que definitivamente había sido muy exigente estos últimos días.
Se despidió cabizbaja hasta su despacho para esperar al ministro que llegaría mucho más temprano de lo acordado para solo hacerle algo de compañía.
_Buenas tardes cumpleañera.... ¿Cómo estás?- Kingley se acercaba a ella para abrazarla mientras ella hacia una leve mueca, se la notaba algo triste.
_Bien, acá andamos.... Creo que presionarlos demasiado esta semana ayudo a que se olviden de que día era.... Ninguno me saludo; es más.... Se los nota fastidiosos.
_Te dije que no seas muy estricta, están haciendo un muy buen trabajo entre todos. Tranquila, todavía están a tiempo de saludarte. En unas dos horas iré con Hermione y le diré que no se enoje tanto.
_Ni se te ocurra decirle nada.... ¿Me escuchaste?- Al verlo levantar sus manos a modo de rendición soltó un suspiro antes de volver a abrazarlo.
Pasaron un gratificante rato juntos sin que nadie de afuera sepa realmente que estaban disfrutando de su mutua compañía. Sus obligaciones como directora no la dejaban relajarse del todo pero definitivamente era un día diferente, especial. Tanto así que les costó tener que separarse para cumplir con su reunión ya pactada; lo que ella no sabía es que era todo mentira, todos sabían que el iría antes así como esa dichosa reunión no era más que la excusa perfecta para que el haga ingresar a ciertas personas al castillo.
La tarea era simple, algunos aurores dispondrían de la seguridad del castillo, los alumnos habían suspendido sus rondas y no más de las nueve de la noche nadie debería estar rondando los pasillos.
El mismo Harry Potter se hizo presente en el comedor rápidamente saludando a todos a su paso en busca del ministro ya que tendría que dirigir una misión importantísima de último momento, la directora le comunico que estaba con Hermione, pero este se negó rotundamente a que lo acompañe en su búsqueda; solo le dijo que para las ocho y media busque a Hermione ya que ella necesitaría todo el apoyo correspondiente.
No le sorprendió a la hora de la cena que ni ella ni Draco estén en la mesa, pero si le llamo la atención la rapidez con la que se despidieron los demás y solo por eso no pudo ocultar su tristeza como el suspiro melancólico.
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Los nuevos maestros
FanfictionA un año de haber terminado su ultimo año de estudio y a dos de la guerra la mayoría de estos jóvenes adultos se ven, no solo viviendo con sus responsabilidades sino que envueltos en días de completo caos tras su tan apresurado crecimiento. Vidas am...