Fiesta

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Los abrazos que recibió en el transcurso de esa hora mientras disfrutaban de un riquísimo pastel de chocolate más algún que otro presente de algunos profesores la hicieron sentirse como hace mucho no lo hacía. La felicidad en esa chica que reía a carcajadas al ver como Bathy y Draco peleaban por la patineta llenaba el alma de la directora que también reía y disfrutaba el momento.

Nunca pensó poder disfrutar un acontecimiento así con nada más que la alumna brillante que acogió bajo su ala durante tanto tiempo.

La misma a la que apreciaba tanto como una hija, esa que deseaba con todo su corazón que sea feliz porque sabía que se lo merecía; la vio crecer, madurar, amar y sufrir como volver a amar para sorpresa de todos de la persona menos esperada por eso y mucho más es que ella misma pensaba que no todo es lo que parece.

_Espero lo hayas disfrutado hija.... Ahora me voy que tengo unos pendientes, cuando salgan avisen y espero que lo pasen muy bien. Solo cuídense.


_Gracias directora.... Hace mucho no me divertía así, es lindo sentirse querida. Gracias por siempre estar ahí para mí, a pesar de mi mal humor.


_Todos nos merecemos unos días de mal humor pequeña, mira a Margaret, si bien se vive quejando no pudo negar que se divirtió por un momento. Es más fuerte que ella por eso solo estuvo un rato, pero como te digo.... Todos merecemos días de mal humor así como ser felices, espero que lo seas; me gusta verte así y para ser sincera ni en mis mejores sueños creí que esa felicidad venia de alguien como el joven con quien frecuentas, es buen chico después de todo.


_Gracias, y aquí entre nos.... Todos merecemos ser felices- Le regalo una hermosa sonrisa seguido de un guiño antes de darle un beso en la mejilla para ir con esos dos que estaban a punto de romperse el cuello.


El desconcierto en la cara de Minerva no tardó en aparecer así como el sonrojo al verse descubierta por esa niña que resultaba ser mucho más observadora que muchos de los que ahí estaban.

Levantándose de su lugar vio como sus colegas también se retiraban dejando a ese trio tan particular, aprovechando que Bathy alistaba sus cosas para salir, volvió su vista a la pareja siendo testigo de un tierno beso seguido de una mirada que decía mucho más que palabras por parte de ambos.

Un estruendo sonó en el patio trasero de los Granger, la puerta se abrió de tal forma que se terminó por estampar contra la pared mientras dos adultos corrían para encontrar a su pequeña acompañada de dos personas más.

Ahogándola en un acogedor abrazo la besaron tanto como pudieron, no solo mostrando el cariño hacia su hija sino como la habían extrañado en ese tiempo.


_Mi bebé, mi pequeña.... Feliz cumpleaños mi amor.


_Gracias mamá.... Te extrañe tanto, a ambos los extrañe no tienen idea de cuánto.


_Hija mía, ven princesa. Feliz cumpleaños mi niña.


_Papá.... Te quiero, los quiero- Draco sonreía ante esa hermosa postal, sintiendo también algo de nervios e incomodidad ante tanta muestra de afecto; pero el ver a los padres de su novia por primera vez también era algo nuevo, no iba a admitirlo pero realmente sentía miedo ante eso.


Su colega pudo sentir la incomodidad del muchacho y sirvió solo una leve mirada para descifrar lo que pasaba por la mente del mismo. Sonrió para sí misma ya que iba a ser testigo de algo que sin lugar a duda iba a ser revelador.

Los nuevos maestrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora