Cap 34: Noche De Juegos.

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"ʜᴀʏ ᴍᴀʟᴀs ɴᴏᴛɪᴄɪᴀs... ᴍᴜʏ ᴍᴀʟᴀs."



Al Día Siguiente...

Narra (___):

Pequeños rayos de sol que lograban entrar por los bordes de las cortinas fueron los responsables de despertarme de mi gran sueño.

Cómo estaba durmiendo de costado, tuve que girar para quedar boca arriba y tallar mis ojos con las manos. Di un gran bostezo para finalizar.

Me quedé un rato viendo el techo con una gran sonrisa en la boca, pues aún estoy tratando de asimilar lo que sucedió ayer.

"¿De Verdad Lo Hicimos?"

Giré mi cabeza esperando ver a rubius dormido a mi lado, pero solo encontré un hueco vacío. Me levanté extrañado de no verlo ahí.

En eso, me puse a pensar:

¿Y Si Solo Fue Un Sueño?, ¿Y Si Nada De Lo Que Recuerdo Pasó En Realidad? ”

Me moví hasta el extremo de la cama y bajé mis pies para ponerme de pie, cuando me percaté de que me encontraba completamente desnudo. Eso me hizo pensar que probablemente sí tuve relaciones con rubius anoche.

Mire que mi ropa estaba tirada a unos cuantos metros de la cama, solo era cuestión de pararme y levantarla del suelo, sencillo, no?

De un solo movimiento me levanté de la cama como lo haría cualquier persona normal, pero un dolor indescriptible atacó mi espalda, haciéndome caer por completo al suelo.

Jamás antes me había dado un dolor así, fue como si me hubieran enterrado algo en la columna. Con dificultad logré ponerme de rodillas pero el dolor en la espalda no me dejaba moverme.

A lo único que pude llegar fueron a mis boxers. Los tomé, me senté sobre el suelo y fui metiendo lentamente cada pie con mucho cuidado. Ya con los boxers puesto, era hora de volver a pararme, tratando de ignorar lo de hace un momento.

Mis piernas temblorosas lograron ponerse de pie por segunda vez, pero al dar el primer paso el dolor volvió a mi haciendo que mi pierna perdiera fuerza y volviendo a caer al suelo. Me atrevo a decir que este golpe si fue lo bastante fuerte como para que el vecino lo haya escuchado.

No pude hacer nada más que quejarme después del golpe.

A la lejanía logré escuchar unos pasos, pasos que se dirigían hacia la habitación. El picaporte giró rápido y la puerta se abrió en un abrir y cerrar de ojos.

R:¡Joder Macho!, ¿Te Encuentras Bien? -exclamó acercándose preocupado.-

___:Si, No Se Porque Me Duele Mucho La Espalda Baja...

R:Mierda, Seguramente Es Por Lo Que Pasó Ayer... No Lo Recuerdas? -sonrie pícaro.-

___:Obviamente Lo Recuerdo, Pero No Creí Que Fuera Verdad Que Te Dolía Al Día Siguiente..

R:Jajaja, Ven, Déjame Ayudarte. -se levantó.-

Rubius extendió su brazo y me ayudó a pararme del suelo. Ya de pie, ambos bajamos con mucho cuidado hasta la cocina donde nos esperaba el desayuno.

Con delicadeza me senté en la silla y esperé a que rubius se sentara en su lugar.

Ya listos, los dos comenzamos a desayunar en silencio pero con algunas miraditas y sonrisas de vez en cuando.

Un Sueño Hecho Realidad! (Rubius Y Tu GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora