Capítulo 5: Noup.

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Encañonado halladose por un chiquillo, quizás doce años tuviese, quince veíanse muchos. Las manos temblorosas y demasiado pequeñas para sostener aquella pistola de color gris que desprendía cierto olor a acónito. Todo el bosque hundido en un profundo silencio, y en un tono sepia que se observaba irreal.

—Aprieta Mieczysław—La voz rasposa del hombre sonó tras él niño, la mano arrugada del señor apoyase al momento sobre su hombro—. Mata a ese hombre, por lo que le hizo a tu padre.

Apretó las manos en el borde de aquella bañera llena de hielos y agua helada. La chica que iba descalza, luciendo las garras de sus pies se acercó a la bañera, siendo detenida por un movimiento de mano del alfa de alfas. Kali rodó los ojos antes de retroceder un par de pasos para volver a su posición original, apoyada contra una columna junto a Ennis quien le sonrió.

La vieja carretera estaba nevada, su fina chaqueta negra apenas contenía el frío fuera, de milagro llevaba una camisa térmica debajo. Sus vaqueros definitivamente no estaban hechos para caminar por aquél frío, al igual que sus zapatillas.

La casa estaba medio en ruinas y apenas era capaz de escuchar algo aparte del rugir de los 4x4 negros que se acercaban cargados de hombres lobo. No había comprobado la dirección, pero estaba seguro de que en algún lugar de aquella casa estaba Kate Argent, y sabía de sobra que Derek Hale andaba buscándola, así que solo le quedaba esperar y cruzar los dedos porque ninguno de los lobos se percatase en la mancha negra entre los arbustos nevados.

Los lobos se bajaron de los vehículos, y entraron en la casa con rapidez, guiados por Derek y su furia mal contenida. No tardo en escuchar gritos de dolor, al igual que tampoco tardó en sentir una mano sobre su hombro, girandose y encañonando al hombre lobo de forma manual.

Recordaba su rostro, hacía no mucho que lo había matado, dejando su cuerpo pudrirse bajo el sofocante sol del desierto.

—Tú no eres un simple humano en el lugar equivocado—Soltó el lobo, ladeando levemente su cabeza. El castaño negó efusivamente, se levantó y rodeó al hombre sin dejar de apuntarlo. El lobo se giró sobre su propio eje sin dejar de mirar al chico.

—No me has visto—Murmuró. El hombre lobo asintió con la cabeza, entonces el chico se giró y salió corriendo del lugar, casi tropezando con la primera piedra en su camino, pero logrando mantener el equilibrio con éxito.

—Curioso.

—Curioso—Susurró Kali cruzándose de brazos—. Se va a morir de una hipotermia y ninguno hace nada.

—Kali, callate—Le ordenó uno de los gemelos. Ella rodó los ojos e hizo caso.

De golpe estaba en una ciudad, todo edificios altos y abandonados, coches y farolas llenos de nieve y escarcha en todos los cristales. Sentía en el ego el calor que le daba llevar la camiseta del FBI, en el cuello el peso de la identificación. En el fondo de la calle unos ojos que brillaban en azul llamaron su atención, un hombre lobo dedujo al momento buscando su pistolera y apuntando.

El lobo no se acercaba, se quedó a una distancia prudente en posición amenazante hasta que sonó un grito que lo hizo girarse, entonces todo se volvió borroso y perdió la fuerza que le mantenía con consciencia dentro de aquella bañera.

—Sacadlo—Ordenó Deucalion, alejándose de la bañera para darle movilidad a los gemelos—. Si deja de tener pulso al río con el resto, sino decidme que ha visto.

Kali se acercó a él, dejando que se apoyara en ella para empezar a caminar a los pisos superiores de aquella casa. Al momento Stiles empezó a toser, sacando de sus pulmones todo el agua y luchando contra el frío. Uno de los gemelos le tendió una toalla bajo la atenta mirada de Ennis.

—¿Qué has visto?—Preguntó de forma tosca sin darle tiempo siquiera a que se secara.

—Es un beta—Soltó, en un tono sumiso pero sin agachar la cabeza ante ninguno de esos alfas—. ¿Podéis dejarme para que me vista?

Ennis asintió, señalando con la cabeza a la puerta antes de ver como los gemelos se iban para irse detrás. Stiles tragó en seco conteniendo las ganas de murmurar, en una casa llena de hombres lobos a los que pretendía mentir sentirse culpable era lo menos que podía hacer.

Black Wolfs [Sterek].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora