Capítulo 27: Astillas

657 47 16
                                    

Stiles colgó el móvil tan rápido como procesó lo que le acababa de decir Scott, su cabeza iba muy rápido tratando de enfocar, focalizar lo que necesitaba y desechar lo que le era inútil para parcialmente entender lo que estaba pasando. La mirada del lobo era confusa, una ceja levantada y los brazos cruzados como eran habituales en el.

-¿Stiles?-Preguntó cuando dio por sentado que el no humano no iba a salir de su trance si no intervenía.

-La manada de Yukimura-Empezó-. Los han matado a todos, marcas de garras y de colmillos, como si hubiesen sido lobos.

-¿Hay otra manada en Nueva York?

-Solo ellos, los alfas y nosotros-Derek frunció el ceño de nuevo.

-¿Qué estas pensando?

-Que no tengo ni idea de lo que está pasando, y eso me tiene muy confundido-Soltó-. Es todo como muy lineal, primero la muerte de los alfas, luego tu problema, y ahora la muerte de los Yukimura. Es todo muy extraño.

La mirada de Stiles se perdió tras las ventanas, volviendo a centrarse en la nada. Derek rodó los ojos.

-Stiles-Volvió a llamarle.

-¿Me llevas a un sitio?-Soltó-. Quiero volver a la guarida de los alfas.

-Vamos-Contestó, impulsado por la curiosidad que le provocaba el chiquillo y su forma extraña de pensar.



Fuera hacía frío y había humedad en el ambiente, los pocos pasos desde dónde habían aparcado hasta el portal de la casa que usaban se le hicieron eternos a Stiles. Por suerte acertó a la primera con la llave, entrando con rapidez y siendo seguido por el lobo que iba con calma, disfrutando ser aclimatado.

El castaño empezó a recorrer la casa, buscando algo en gavetas y puertas con rapidez y sin pararse a mirar la cara de confusión que tenía el lobo. Derek había optado por simplemente seguirlo como un perrito hasta descubrir que estaba buscando o qué quería.

El menor resopló hastiado cuando se cansó de buscar en la parte principal de la casa. Estuvo un momento quieto antes de moverse con rapidez hacia la puerta que llevaba a la parte secundaria de la casa, el olor a cadaver enseguida inundó las fosas nasales del lobo.

-Puedes quedarte aquí si quieres, nadie ha venido a limpiar desde que encontraron los cadáveres. Huele fuerte.

-Ya lo huelo-Stiles asintió con la cabeza mientras esperaba que a su mente llegaran palabras, pero al no hacerlo simplemente volvió a su camino, el alfa prefirió quedarse fuera esperando.

El castaño seguía recordando a la perfección aquella casa y todo lo que había pasado dentro, sobretodo de lo que había sido testigo y en ocasiones víctima. Él también percibía el olor putrefacto con la misma intensidad que el hombre lobo, y obviamente preferiría hacer cualquier otra cosa que entrar allí dentro, pero tenía claro que lo que estaba buscando estaba en esa caso, debía estarlo.

Se quedó quieto de golpe cuando vio a otro hombre en el interior de aquella sala, de espaldas a la puerta y vestido de traje. Parecía que estuviese allí esperando a que alguien llegara, como si fuese el malo de una película cutre con bajo presupuesto.

-Te estaba esperando-Stiles palideció, al momento de escuchar la voz reconoció al inconfundible Theo Raeken.

-¿Theo?-Soltó-. ¿Qué coño estas haciendo aquí?

El beta se giró de forma lenta, dejando ver una sonrisa maquiavélica mientras se giraba de forma lenta para encarar al chico.

-¿No me echabas de menos?

-¿Por qué estas aquí?-El beta no respondió, siguió sin perder la sonrisa y sacó las garras, sus ojos volviéndose azules al momento-. Derek está aquí, no hagas algo de lo que vayas a arrepentirte.

Dijo retrocediendo mientras levantaba las manos.

-Sabes tan bien como yo que Derek no está en su mejor momento, si lo estuviese ya estaría aquí.

-¿Sabes qué le pasa a Derek?

-¿Tú no?-Preguntó alzando una ceja antes de susurrar:-. Parece que Deucalion te tiene en demasiada estima.

-¿Qué le pasa a Derek?-Dejó caer los brazos.

-¿Si te lo digo así sin más, qué gano yo?

-¿Que quieres?

-Te muerdo, te lo digo y luego me voy sin ningún tipo de problema.

-Dímelo primero-El beta se encogió de hombros volviendo a acercarse al castaño, Stiles esta vez no retrocedió.

-Está bien-Apoyó su mentón en el hombro de Stiles haciéndole sentir un escalofrío por la repugnancia que le tenía a aquél hombre-. El silencioso.

Soltó antes de morderle el hombro al castaño, luego lo dejó caer al suelo y se largó a pasos lentos acercándose a la ventana para salir por ella.


Black Wolfs [Sterek].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora