Black Wolfs [Sterek].

Capítulo 6: Wendsday.

"Si te ha preguntado un Hale el alfa es ese humano, si te ha preguntado un cazador el alfa es un alfa verdadero, y si te ha preguntado otro lobo, NY es territorio de la manada de alfas, así que no metan mucho las narices".

Ese mensaje se había quedado grabado en su cabeza. Lo había releído más de cinco veces desde que lo recibió y seguía sin entender la postura de M. en todo eso. Ni siquiera entendía el mensaje en su totalidad si lo que decía era enserio.

¿Un alfa verdadero? ¿Un humano ocupando el lugar de un alfa? ¿Una manada asentada en el territorio de Deucalion?

Peter entró en el apartamento en ese momento, de forma rápida y emanado cierto cabreo.

—¿Peter?—Preguntó el alfa, aunque su tono desde luego no era dubitativo. Al no obtener respuesta se levantó del cómodo sillón color blanco para ir tras él en dirección a su habitación.

Frunció al ceño al seguir sin una respuesta coherente, su tío rebuscada entre sus cosas en busca de algún tipo de milagro.

—Peter—Llamó.

—Malia me ha llamado—Contestó sin parar de rebuscar.

—¿Y?

—Lo que te dijeron era cierto, tiene otra manada—Derek frunció el ceño un poco más—. Y me ha pedido que me largue de este sitio.

—¿Lo vas a hacer?—Preguntó frunciendo el ceño aún más.

—Sí—Contestó, seco y sin duda alguna—. Porque ella también lo va a hacer.

Si era posible, Derek frunció más el ceño.

—Creo que me he perdido algo.

—Ha aceptado venir a Beacon Hills, darle otra oportunidad a la manada si un miembro de su manada puede ir con ella.

—¿Estas conforme con ello?

—Es una oportunidad de conectar con ella, de descubrir qué es lo que hizo que perdiera el control y de saber más sobre la situación en NY y sobre su manada. Además de poder demostrarle que no hay manada mejor que la familia—Derek rodó los ojos escéptico.

—Si tu crees que funcionará. Pero yo de aquí no me voy todavía, tengo cosas que hacer—Esta vez quién frunció el ceño fue Peter.

—Pensaba que tenías ganas de volver, que la ciudad y sus olores no eran para ti.

—Tu quieres recuperar a tu hija, yo sabes qué pasa en esta ciudad con las criaturas sobrenaturales.

—Habla del tema con tu madre, quizás pueda arrojarte algo de luz o darte una forma de contactar con Deucalion.

—¿Él sabe que estamos aquí?

—Por supuesto—Derek asintió antes de girarse y salir de allí.

/... /

Malia había dejado el piso de Scott y Stiles por primera vez en semanas. Parecía una rock star después de una de esas eternas noches de juerga, con los pantalones rotos y la camisa sucia, una de cuadros de Stiles con una mancha extraña en una esquina por encima, despeinada y con gafas de sol.

El Toyota azul marino de Lydia estaba apoyado en el portal del edificio, ella retocándose el labial con ayuda del espejo retrovisor mientras esperaba a que su amiga se subiera y pusiese el cinturón.

—Te ves como una mierda—Malia rodó los ojos.

—Así me siento—Pausó—. Perdona por lo del otro día.

—Ni lo pienses, no eras tú—Malia le dedicó una ligera sonrisa, la pelirroja se la devolvió duplicada y arrancó el vehículo empezado a conducir por las abarrotadas calles de NYC—. Hablando de cosas qué sientes ¿Beacon Hills?

—¿Quién me podría proteger mejor de una manada de hombres lobos que una Banshee que sabe gritar?—Lydia la miró de reojo.

—¿Por qué no le pides a Stiles o a Scott que vayan contigo? Incluso Allison es mejor opción que yo—Malia se mordió el labio inferior perdiendo la mirada entre las miles de farolas que se movían fuera del coche.

—Scott está estudiando, y Stiles no puede irse, está encargándose de la manada y de su trabajo, no puede ausentarse porque sí.

Lydia llenó sus pulmones de aire en una gran bocanada antes de soltarlo de una.

—Tendremos que ver a mis padres, si se enteran de que he vuelto y no me he pasado por casa me matan—A Malia se le escapó una enorme sonrisa que le llenó la cara.

—Te adoro Lydia.