El interior de la mansión Hale era todo lo que Lydia se esperaba. Era la casa perfecta, todo limpio y en su sitio, cada cuadro, cada alfombra, cada planta, parecía hecha para estar en el lugar en el que estaba, combinando a la perfección con muebles, paredes y suelo.
—¿Lydia?—La voz le sonó familiar, llamando su atención y obligándola a girarse en busca de la procedencia. El padre de su amiga estaba allí, con los brazos cruzados y cara de pocos amigos—. ¿Qué haces aquí?
—Tener una agradable charla con la Sra. Hale mientras su sobrina está con sus primos—Talia dejó de subir escalones para dedicarle una mala mirada al hijo de su antiguo socio.
—Sr. Argent, si ya ha terminado, váyase. Ya le enviaremos las cajas—Chris no hizo caso, acercándose a la pelirroja para quedarse quieto junto a ella, al principio de las escaleras.
—No creo que a Lydia le moleste que escuche vuestra pequeña conversación—Añadió. Lydia le miró, haciendo morritos.
—El caso es que sí me molesta—Soltó—Así que si nos dejas a solas—El hombre le frunció el ceño, luego miró a la mujer en lo alto de la escalera y de nuevo a la banshee.
—Si tan segura estás—Dicho esto se alejó de la escena, dejando que Lydia subiera las escaleras y fuese guiada por Talia a su propio despacho.
La mujer sonrió, abriendo la puerta para dejar pasar a la pelirroja antes de cerrarla e ir directa a la silla giratoria que presidía la mesa.
—¿Estas aquí por mi manada o por la tuya?—Fue lo primero que preguntó. Lydia se sentó en una de las sillas frente a la loba antes de contestar:
—Estoy aquí porque Malia me lo pidió.
—Vuestra manada está en territorio de Deucalion, ¿Cómo sé que Malia está a salvo?
—La manada de alfas y la mía tienen intereses comunes—Lydia se puso cómoda, tratando de contener los nervios. No era lo mismo fingir soberbia en público que a solas con la mujer mientras trataba responder sin dar información de más.
—Tú alfa. ¿Es cierto que es un alfa verdadero?
—Sí—La loba asintió con la cabeza.
—¿Quién le mordió?
—Está muerto, es irrelevante.
Era más que evidente que la tensión que había en el ambiente. Las dos mujeres se parecían tanto que se repelían, las dos eran fuertes, atractivas, con un carácter seguro e inquebrantables. Incluso se podría decir que las dos eran partes importantes en sus respectivas manadas, un alfa y una banshee.
Durante el duelo de miradas silencioso que tenían las mujeres a Lydia se le pusieron los ojos completamente blancos, se mordió los labios hasta que perdieron el color por la falta de oxígeno y se desmayó. Cayendo sobre el suelo del despacho de la mujer como si fuese un simple trapo.
/.../
Lo último que Stiles recordaba era estar caminando por una bulliciosa calle dirección a su cafetería favorita. Después había una nube negra que no le dejaba ver como había llegado a la situación en la que se encontraba: con las manos atadas a los reposabrazos y los pies de igual modo a las patas de una silla de madera vieja.El castaño miró a todos lados, demasiado oscuro como para ver algo un par de centímetros lejos de su cara. Tampoco escuchaba ningún ruido y lo único que percibía era el olor a humedad y tabaco del caro.
Fue entonces cuando una pesada y antigua puerta de metal se abrió, chirriando a la par que le daba paso a la luz del pasillo. Las paredes de ladrillo se iluminaron por un momento antes de volver a caer en completa oscuridad. Derek Hale cerró la puerta, dejando que el rojo de sus ojos que lo caracterizaba como alfa se viese, dándole una idea al humano de dónde estaba el depredador.
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Black Wolfs [Sterek].
FanfictionMalia tiene un accidente casi atacando a un miembro de su manada y matando un par de cachorritos en el proceso. La noticia llega a oídos de su familia en Beacon Hills y Derek y Peter deciden ir para asegurarse de que la chica está bien y que el inci...