Capítulo 11: Tell me.

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La gran Talia Hale estaba tras el enorme escritorio de su despacho, con su teléfono celular en la mano, la mirada perdida en la mesa dónde volvía a haber el habitual reguero de papeles con números, nombres de personas e iniciales.

La puerta de su despacho se abrió, ella levantó la mirada, aun regiamente apoyada sobre la superficie de madera. Su hija menor entró, sentándose en una de las sillas frente a ella, su mirada recorriendo los papeles tratando de entender las cuentas familiares.

-Está bien, le diré a alguien que vaya para allá-Colgó, dejando el móvil sobre la mesa y apoyando la otra mano sobre el escritorio-. ¿Qué quieres Cora?

-Saber qué está pasando-La mujer suspiró y se dejó caer sobre su silla.

-¿No tienes nada mejor que hacer?-Preguntó.

-Mamá-Se quejó-. Llegan Malia y el tío Peter con una banshee que huele a otra mandada, se desmaya y se la llevan a dios sabe dónde. Al momento te llama Derek y te escondes en tu despacho a hablar con él y lo que sea que pase allí tiene que ser grave para que necesite que vaya alguien.

Talia se llenó los pulmones de aire antes de soltar otro suspiro.

-Cora, es en serio, no tienes porqué preocuparte por esto. Confía en tu manada, somos capaces de resolverlo-La menor bufó.

-Quién debería fiarse en su manada eres tú, no yo-Su madre le iba a responder pero la puerta del despacho volvió a abrirse, dejando ver a su hermano con cara de pocos amigos.

-¿Qué pasa Peter?-Le preguntó.

-La señorita Martin ha presentido la muerte de alguien de nuestra familia-La mujer frunció el ceño levantándose al momento, fue hacia su hermano y antes de salir del despacho añadió:

-Terminaremos esta conversación después-Cerró la puerta y empezó a seguir a su hermano hasta la sala donde la pelirroja ya había recuperado la consciencia.

Pálida y nerviosa, Malia estaba sentada junto a ella y miraba con hastio el móvil a la par que escribía. La mujer se acercó a las chicas, dejando atrás a su hermano quién prefirió quedar como un simple espectador. Ella se sentó en la mesa de café frente a la pelirroja, quién la miró al momento. En sus ojos verdes ya ni había la fuerza y el coraje de antes, sino confusión y debilidad, ahora sí lucía como una presa ante un depredador.

-Me han dicho que has visto la muerte de uno de nosotros-La pelirroja asintió con la cabeza sin apartar la mirada de los ojos del alfa. Talia fue capaz de escuchar como tragaba en seco.

-Estas cosas nunca son precisas, lo único claro es que va a morir un were-lobo.

-¿Qué viste en tu visión?

-Una ciudad, nevada y sin gente caminando por la calle. Un lobo negro de ojos azules caminando hacia mi y, la sensación metálica en mi boca y fría en mis manos-La chica se miró las manos, comprobando que estaban vacías y contándose los dedos de forma inconsciente.

-¿Nada más?

-No.

-¿Necesitas algo?-Preguntó, su lado maternal saliendo al ver a una chica de la edad de Cora confundida. La pelirroja miró a Malia y ella asintió.

-¿Puedo hablar con Deaton?

-Le llamaré-Acto seguido se levantó perdiéndose en uno de los infinitos pasillos de la casa.

-Curioso que seas una banshee-Soltó Peter antes de seguir a su hermana. La duda sobre si aquella chica era la banshee a la que había estado buscando desde hacía cinco años era la mujer a la que había estado buscando, la pelirroja que le resucitó.

/... /

Con el sonido de la última campana del día Scott McCall abrió los ojos. Acababa de terminar su carrera universitaria, en unos días sabría si se había esforzado lo suficiente para tener la licencia como veterinario y trabajar en una clínica rodeado de animales. Su euforia inicial le llevó a llamar a Allison, comunicaba, estaría en prácticas de tiro con su padre o algo similar.

La siguiente persona a la que llamó fue Stiles, su mejor amigo de toda la vida. «El teléfono está apagado o fuera de cobertura, para dejar un mensaje...». Colgó, entrando en WhatsApp para descubrir que llevaba tres días sin conectarse. Llamó a Malia, si le había pasado algo a Stiles ella lo sabría, tampoco le contestó ¿Lydia? tampoco.

Probó suerte con el resto de integrantes de su manada. Erica y Boyd no tenían ni idea, Isaac menos, la única persona que fue capaz de darle algo de información sobre lo que estaba pasando fue Jackson quien dijo:

-Lydia y Malia están en Beacon Hills con la manada de los Hale-Palideció. Volviendo a llamar una y otra vez mientras iba hacia su apartamento. La ansiedad le subía por el cuerpo, sin saber que hacer y sin tener idea de nada de lo que estaba pasando. Entonces llamó Allison.

-¡Scott!-Saludó.

-Joder Allison-Dijo, su voz sonando temblorosa.

-¿Todo bien?

-No-Contestó-. Lydia y Malia están en Beacon Hills por alguna razón que no entiendo y Stiles no coge las llamadas y me sale que su última vez en línea fue hace tres días.

-Scott tranquilo. Respira-Le ordenó, el lobo lo hizo sin ponerlo en duda-. Mi padre y yo estamos en Beacon Hills por si le pasa algo a las chicas, y en cuanto a Stiles la última vez que estuve con él le dijo a Derek y Peter Hale que él era el alfa de nuestra manada, así que no creo que estando solo en territorio de los alfas Derek decida secuestrar a un alfa. Estará ocupado con un caso o, no sé, pero te prometo que no será nada importante, ve a casa date una ducha y tranquilizate, ya aparecerá.

-Está bien-Contestó-. Allison.

-Dime.

-Te quiero.

-Yo también Scott.

Black Wolfs [Sterek].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora