S I E T E

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Todos los hechos en éste capítulo son antes de que Allie llegara con su tía, lo explico por si no se entiende muy bien jaja :(:

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Hace 1 año.

1ro de agosto

A pesar de lo que pienso acerca de mi cuerpo, me gusta ésto.

Llevo unos pantalones de mezclilla holgados de la parte de abajo pero ajustados de la cintura. Una blusa color blanco un poco ajustada, no tanto, porque no quería sentirme incómoda al usarla, pero si quería verme bonita.

Me veo en el espejo las mismas veces por las que paso frente a él. Repaso mi figura y lo bien que me puedo ver en el día. Quiero conservar ésta imagen de mí y aprovechar el amor que me tengo en estos momentos.

Mis amigas han quedado para llevarme a un bonito lugar a comer. Solo una vez cumples dieciséis años.

El año pasado, mis padres querían que tuviera un gran fiesta al cumplir quince, pero, no lo sé, algo me dijo que no aceptara. Lo único que pasó esa vez fue ver una película con Susy. Es por eso que éste año me exigieron que pasara mi cumpleaños con mis amigas.

Aunque, para ser sincera, de todas, mi verdadera amiga solo es Susy, nadie más.

La mayor parte de mi vida la he vivido sola, en cualquier lugar. En casa, en el instituto, en la calle, siempre he sido yo. Ahora tengo tanto miedo de volver a estarlo, que me conformo con lo que sea.

"No haces a alguien la burla, tan solo para hacer reír a los demás."

Es justo lo que han hecho conmigo. Lila y Lou específicamente.

Siempre han hecho bromas sobre mí para los demás. Yo siempre trate de reírme con ellas, y aunque Susy siempre abogó por mi diciendo que esas acciones estaban mal, yo tuve miedo de perderlas y quedarme de nuevo sola, es por eso que dejaba que siguieran con las bromas. A fin de cuentas era solo eso, bromas.

Tomo mis cosas y me dirijo a la sala, donde espero a que las chicas pasen por mí.

—La madre de Susy me acaba de hablar —se sienta mamá en el sofá frente a mí—, me dijo que estaba por llegar.

Era ella quien pasaría por cada una y nos llevaría al lugar desconocido. Ninguna me ha querido decir a dónde iremos.

—Está bien, gracias —tomo mi celular y busco el contacto de papá.

Hace un par de días viajo por cuestiones de trabajo y tan sólo me habla una vez al día al despertar. La llamada de éste día no la he recibido, aunque un mensaje de texto sí.

"Feliz cumpleaños, mija, te llamo en cuanto pueda. Pásala bien."

No lo hizo, en todo el día no tuvo un sólo momento para hacerlo.

—¿Te llevarás ese pantalón? —me dice mamá con el ceño fruncido.

Bajo el celular y me observo un poco. No voy tan mal, creo.

—¿Por qué? No te gusta.

—No es eso, es que... —parece pensarlo un poco— ...no se te ve tan bien. Levántate un poco.

Lo hago con cierto temor a que diga algo hiriente. Ya hemos tenido estas conversaciones y sé que tarde o temprano lo hará.

—Te ves un poco... —deja la palabra al aire.

—¿Un poco qué? —pongo mis manos en mi vientre.

—Es que tienes que entender que hay ropa que no ha todas las personas se le ven bien, mi amor —le levanta de su lugar.

De aquí a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora