Allie.
Unas voces provienen de la cocina en cuanto cruzamos por la entrada. Definitivamente no son familiares.
Caleb se pone el dedo índice en sus labios diciéndome que guarde silencio mientras camina lentamente hasta la cocina. Por mi parte me quedo justo donde estoy, asustada en verdad, pueden ser ladrones o peor.
—Caleb... —susurro a lo bajo.
—Shh —dice a lo bajo.
—¡Caleb! —susurro pero con un tono un poco más elevado. Algo le puede pasar.
Me llevo las uñas de mis manos a la boca, mis manos empiezan a sentirse un poco temblorosas y mi corazón late muy rápido.
Se va acercando poco a poco la entrada con los puños apretados hasta que unas pisadas se acercan a él a toda velocidad. Pienso correr a él cuando se escucha una voz más fuerte pero alguien alto y bien vestido aparece bajo el umbral. Todo es tan rápido que ni siquiera puedo reconocer su rostro al instante.
—¡¡Por Dios!! —Caleb se lleva una mano a su pecho— ¡¡Papá!!
Mi tío simplemente echa una carcajada y le golpeó la espalda a manera de saludo.
—Si no llevas un arma, ¿cómo esperabas enfrentarte a un ladrón de uno noventa y cinco?
—¿¡Se supone que tengo que cargar con un arma!?
Vuelve a reír y lo abraza a la fuerza, ya que, claro, Caleb sigue hiperventilando.
—¿Joe? —sale otro hombre y atrás de él mi tía con la boca llena de lasaña— Oh, hola, Caleb.
Es un moreno casi de la misma altura de mi tío. Tiene su cabello estilo afro, y ojos azules. Parece sacado de una pintura.
Mi tío se separa de él para que le devuelva el saludo, mientras yo enarco una ceja hacia mi tía quien no deja de comer.
Ojalá fuera igual de fácil para ti.
—Jacob, hola —el pelirrojo camina a él y le da un abrazo, luce un poco... ¿apenado?
—¿Cómo estás, muchacho? —le devuelve el saludo.
—Mejor que la última vez que me viste, sin duda —se separan—, ya pasé la pubertad.
Siguen hablando mientras mi tío me ve y viene a mí con los brazos extendidos.
—¡Allie! —me abraza por debajo de los brazos y me alza un poco del suelo. Si toda nuestra familia es alta, mi tío sobrepasa esos estándares— ¿Hace cuánto? —me deja de nuevo en el suelo.
Desde que Caleb y yo éramos pequeños, en definitiva sus padres se convirtieron casi en los míos también, les tengo mucho cariño a pesar de todo.
—Mucho, creo —vuelvo a abrazarlo, no sabía que lo extrañaba tanto hasta que lo acabo de volver a ver.
—¿Cómo estás? —me dice con un tono melancólico.
—Bien —creo—, ¿qué tal tú y...? —me asomo sobre su hombro para ver al que sigue hablando con Caleb y mi tía.
—Jacob —termina con una sonrisa—, estamos bien, todo va mejor.
—Eso es... bueno —sonrío yo también.
Gira para decirle con una señal a Jacob que se acerque un poco.
—Jake —le rodea con el brazo sus hombros—, ella es mi sobrina casi hija —hace énfasis en el casi—, Alena.
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De aquí a Saturno
Romance-No me sueltes. -No planeaba hacerlo. ADVERTENCIA Contiene temas fuertes y sensibles para algunas personas (TCA). Si eres delicado en ese aspecto, estará bajo tu responsabilidad leerlo o no. Gracias :))