T R E I N T A Y U N O

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Allie.

Se relaciona a Saturno con el cambio, representa la fuerza de voluntad, la concentración y la capacidad.

Recuerdo las palabras de Oliver hace un mes cuando me dio el anillo que repaso con mis dedos. Estoy segura que su color azul es único, nunca había visto algo así. Su regalo fue hermoso, y me casi me sentía mal por no darle nada hasta que él tuvo su gran idea —según Oliver—, idea que hemos estado practicando por mucho tiempo. Mucho, diría yo.

—Allie —dice Caleb y mis pensamientos se esfuman—. Baja, llegaremos tarde.

Abro la puerta y salgo del coche colgándome mi mochila al hombro. Troto un poco para alcanzar a Caleb que entra al instituto.

—Caminas muy rápido —digo.

—Solo tengo piernas largas.

Respuestas cortantes.

Últimamente solo me ha dicho eso, y ni siquiera sé por qué. Le he preguntado millones de veces pero siempre me dice que no le pasa nada aunque yo apostaría que si.

—Lo que digas —me separo de él y camino hasta llegar al salón donde será mi primera clase.

Literatura.

Cualquier clase es mejor que gimnasia, y teniendo en cuenta que esa misma me tocará a la tercera hora es mejor aprovechar las demás.

Me siento como siempre en la última fila y miro por la ventana recargando mi cabeza sobre la palma de mi mano. Recuerdo como era la nieve cuando pasé dos semanas con mi abuela y sonrío. El árbol que está frente a la ventana danza con el viento, algunas de sus hojas se desprenden y otras viajan sobre el césped.

Hoy será un día diferente, lo siento. Hay algo en el ambiente que me asegura que no será como cualquier otro día, incluso hasta yo me siento distinta.

En realidad, he estado distinta desde hace un par de semanas, cuando...

—Hola —giro mi cabeza encontrándome con Craige.

—Ey —sonrío.

—¿Sabes qué le ocurre a Dakota? Ha estado muy rara.

—Lo sé, también lo noté.

—¿Te dijo algo?

Miro el asiento donde debería estar ahora mismo.

—De hecho sí, pero no estoy segura si solo sea eso lo que le pasa.

—¿Qué te dijo? —se inclina y yo levanto una ceja— Lo siento, cosas de chicas.

Podría decirle exactamente qué me ha dicho, pero no fue mucho, la única vez que hablamos de sus problemas fue antes de ir con mi abuela, no creo que diga algo más.

—Apenas es Lunes —la voz de Oliver a mi izquierda me hace mirarlo.

—Buen día para ti también —le digo.

Se hace hacia delante sobre su asiento y me da un beso corto en los labios.

—Señor Gray —habla la profesora—. Será mejor que vuelva a su antiguo asiento, ¿no cree? —señala el primer lugar, frente a todos.

—Llevo aquí hace mucho.

—Lo sé, soy la docente, y por lo mismo creo que debería estar separado de la señorita Pérez.

Oliver suspira y se levanta para caminar hacia el lugar señalado mientras yo lo observo con diversión.

La clase pasa igual que siempre, excepto que sin los comentarios deprimentes de Dakota. Al terminar la hora, la campana suena y todos comienzan a salir del salón, planeó hacer lo mismo pero Oliver llega y se posiciona frente a mí.

De aquí a SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora