Día 35

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Era tiempo de turistear y andar por ahi en japon, mi tía insistió hasta que convenció a todos que un viaje familiar seria lo mejor. Por supuesto, no dudo en invitar a sus amigos mas cercanos del circo.

Hicimos las maletas, dando al viaje por iniciado. 

El sitio al que íbamos se encontraba lejos, por lo que, un viaje en avion habría sido la mejor opción. Sin embargo, nuestros acompañantes se negaban por lo que en su lugar, llegamos a Okinawa en barco, por esto, el viaje fue bastante largo y agotador.

ー izen ni bōto de ryokō shita koto ga arimasu ka?

Mire al lado mío. El rubio se encontraba recargado del barandal del barco, mirando el mar, igual que yo.

El traductor no había detectado su voz y por lo tanto, no fue traducida.

Simplemente le observe con detenimiento. Su cabello rubio danzaba con la brisa fresca, con un semblante inexpresivo, y una mirada melancólica, no parecía ver a una dirección en especifico, estaba perdido, ensimismado, pero en sus apagados ojos se apreciaba la nostalgia. Una mirada que llevaba casi siempre en su rostro.

Había muchas cosas que no sabía y que no entendia sobre el. 

Como si fuese un reflejo, pose mi mano sobre la suya, aquel chico tardo en percatarse de aquello, pero en cuanto lo hizo, aquella aura melancólica desapareció. Nos miramos sin decir nada.

Sin darnos cuenta, comenzábamos a acercarnos al otro. Tanto que casi podíamos chocar nuestras narices y nuestras manos comenzaban a entrelazarse.

ー hija 

Hablo mi madre interrumpiendo, haciendo que nos separásemos.

ー ¿qué sucede mamá? ーle pregunte con nerviosismo

ー solo venia a avisarles que casi llegamos

Mire hacía la proa, percatándome que nos acercábamos al muelle cada vez mas.

ー ah, si, en un momento ire por mis maletas

ー te esperare con tus tíos

Menciono para retirarse.

El rubio apenas había entendido la conversación por las miradas y tonalidades de nuestras voces. Sabía que me observaba, pues podia sentir su mirada. Acerque el traductor a mi boca y le dije:

estamos por llegar al muelle, hay que ir por nuestras maletas

.
.
.

La luna y las estrellas llegaron antes que nosotros a Okinawa, una prefectura japonesa ubicada al suroeste del mar de china.

Rentamos una camioneta para poder trasladarnos con mas comodidad.

Estábamos cansados por el viaje, sin embargo, no íbamos a desperdiciar el día

Lo primero que hicimos fue ir a un templo en donde antes de entrar nos purificamos lavando nuestras manos una a la vez. Agradecimos por el tranquilo viaje

ー ¿vas a pedir un deseo? ーme pregunto la albina

ー ¿un deseo?

La chica hizo un movimiento de cabeza hacia una dirección, a un costado había un recinto en donde  se encontraba una persona. 

Aquella persona se inclino dos veces, dio dos aplausos, sin despegar sus palmas cerro los ojos unos instantes y sucesivo, volvió a inclinarse para terminar lanzando una moneda, retirándose.

Curiosa me acerque. Repetí la acción de aquel señor, cerré mis ojos y pedí un deseo, cuando lo hice me incline a manera de reverencia y comence a buscar en mis bolsillos una moneda, sin embargo, no podía encontrar ninguna.

LoveCircus | [PopeexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora