Día 38

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Las actividades en el mar no terminaban. Nuestro destino de hoy seria la playa del amor, llamada así por piedras en forma de corazón, el agua era cristalina y muy hermosa, disfrutábamos de un día soleado y un cielo despejado.

ー hoy hace buen día ーhablo Paolaー perfecto para una competencia

Tendríamos un enfrentamiento en kayak, estaba claro que eran muy competitivos. 

En cada kayak, cabían dos personas, por lo que se formaron parejas al azar.
Esta ocasión, haría equipo con mi madre.

ー hagamos nuestro mayor esfuerzo ーle dije

ー claro que si, ya veraz que les ganamos ーme respondió

Como jurado, Paola permaneció sentada en la sombra de una palmera junto a Papi. Haciendo una señal con la mano, ambos nos indicaron dar comienzo a la carrera.

Dos vueltas, remando tan rapido como podíamos, íbamos en segundo lugar, nos llevaban la delantera los amigos Kedamono y Popee y detrás nuestro se encontraban mi tío junto con Marifa quienes eran el ultimo equipo.

Así, la carrera llego a su fin, con los amigos circenses que se llevaron el primer lugar, siendo recompensados con paletas de hielo de sus sabores preferidos.

esa fue una gran competencia ーhablo Papi

Despues de aquello, se decidió por almorzar en una de las mesas que ahí se encontraban. Claro que nuestro "almuerzo" en realidad se trataba de bebidas frías que nos refrescaban del calor, acompañado por una sandia.

Un rato mas tarde, cuando olas comenzaban a formarse, surfistas comenzaron a llegar con sus tablas. Desde lejos, el espectáculo que hacían era impresionante.

¿te gusta el surf?

Hablo el chico rubio a mi lado, llamando mi atención.

lo hacen ver tan fácil ーle respondí

¿te gustaria intentarlo?

Rápidamente me gire para verle, me miraba con una expresion vanidosa, dandome a entender que sabía surfear.

en serio

El rubio asintió, se levanto del asiento yendo hasta el estacionamiento retirándose hasta que le perdí de vista.

Un rato despues, senti unas palmadas en mi hombro, se trataba de Popee que había vuelto con una tabla de surf.

¿de donde la sacaste? ーle pregunte atónita

había un lugar cerca de aquí donde las rentaban 

¿hay algo que no puedas hacer? ーle dije sorprendida

El rubio simplemente solto una pequeña risa, me quito el traductor de las manos, dejándolo sobre la mesa, me tomo de la mano y me llevo hasta el mar donde apoyo la tabla invitándome a subir.

Una vez ambos estábamos en la tabla, me ayudo a ponerme en pie. No iba a mentir, era complicado mantener el equilibrio, pues por el oleaje del mar, se movía de un lado a otro constantemente.

ー daijōbu, ochitsuite

Me dijo a la vez que me sujetaba por la cintra para brindarme apoyo.

De nuevo, la tabla se movió gracias al oleaje y por reflejo, me sujete de lo que tenia frente mío que eran, los hombros del rubio.

ー anata wa dekiru ーmenciono entre risas

Le mire, el hizo lo mismo, nuestras miradas se encontraron y por un momento me tranquilice pues sus ojos expresaban seguridad, tan azules que hacían juego con el mar y el cielo tan despejado.

LoveCircus | [PopeexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora