LoveCircus | [PopeexReader]

Día 41

ー hija, ese chico es tu novio verdad

Me sobre salte al escuchar aquella pregunta tan repentina.

ー ¿cuál chico? ーsolté lo primero que se me vino a la mente

ー no te hagas la tonta sabes bien que hablo de ese chico rubio con ojos azules

ー no es mi novio mamá ーle respondí con recato

ー pues ya se estan tardando ーreprochoー no estaremos en Japón mucho tiempo, nos iremos cuando acabe el verano, es ahora o nunca

Dijo antes de retirarse, dejándome a solas con Paola.

ー ¿de donde vino eso? ーle pregunté

ー del beso en el barco

Me sonroje ante aquella interrogante, no sabía que contestar.

ー ¿nos vio? ーtartamudee

ー todos lo vimos, no son nada sutiles ーmenciono burlesca

Sentía mi rostro arder de vergüenza.

ー los dos se gustan, no se que esperan deberían hacerlo oficial, a ver si asi le baja a su altanería

ー es demasiado pronto hace mes y medio que nos conocemos ーle dije

ー solo te quedan 52 días aquí y las relaciones a distancia no son fáciles

ー posiblemente tengas razón..

Lo pense por un momento, no podía negar que comenzaba a sentir por ese chico

ー que ironía ーmenciono en voz baja, casi para si misma

ー¿qué cosa?

ー que necesito que me hagas un favor ーdijo con malicia

Así fue como termine frente al circo, con un sobre en mano y un entusiasmo por ver a mis amigos. Estaba por adentrarme al sitio cuando:

ー hi

Saludo aquel dueño del circo. Le salude de vuelta.

Me invito a entrar, dandome un recorrido, guiándome por donde se encontraban los interpretes realizando sus rutinas de ensayo.

ー como puedes ver, Marifa y Kedamono estan ensayando pero puedes esperarles ーme dijo

Negue con la cabeza, pues a pesar mis ganas por pasar tiempo con ellos, no era ese mi objetivo principal.

ー no vengo a interrumpir sus ensayos

ー oh, entonces vienes para ver a Popee

Poso su mano sobre mi hombro y me guio hacía otra parte, sin dejarme oportunidad alguna de saludar. 

Sin embargo, ese tampoco era mi objetivo principal.

ー en realidad me gustaria hablar con usted

ー la respuesta es si ーse apresuro a decir

ー pero aun no le eh dicho nada

Sin darme cuenta, habíamos llegado hasta la residencia escondida de aquella familia de circenses. Aquel hombre me invito a pasar y tomar asiento, retirándose a su cocina y regresando poco despues con tazas y una tetera, vertiendo té en ambas tazas.

ー no tienes que preocuparte querida ーhablo a la par que bebía un sorbo de aquel tan característico té verde japonesー no me opondré