Día 86

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El día anterior pude traducir un par de cosas que estaban escritas en las anotaciones tras la puerta del cuarto de Marifa.

Aún no lo eh hablado con Kedamono, ni eh comentado nada al respecto con el, de echo pensaba no hacerlo hasta haber traducido todo en su totalidad.

Hasta ahora tan solo había traducido anotaciones que la chica había hecho sobre mi, analizandome desde mi apariencia hasta aspectos como mis gustos personales y hasta tipo de sangre, ¿para que rayos necesita saber mi tipo de sangre?, Pero sobre todo, ¿cómo es que ella lo sabía?.

Todo me parecía muy extraño, sin embargo hoy me dedicaría a traducir el resto, sin interrupciones, nadie debía enterarse, no por ahora.

Otra de las cosas que pude traducir fueron los contras de nuestra relación a su parecer claro está, sin embargo no era nada fuera de lo “normal”, pues había escrito cosas como: una relación a distancia y posible separación a raíz de eso, que su hermano dejase de prestarle demasiada atención, la barrera del idioma entre otros detalles.

Había leído los contras, ahora seguían los pros...

El timbre de casa se escuchó, sabía que eso no significaría nada bueno. Me asomé por la ventana solo para encontrarme con nada más y nada menos que Marifa.

— ¡T/N! —me llamo con grandes ánimos— quiero hablar contigo

Sentí escalofríos, más no lo demostré. ¿Es que a caso ya se enteró que irrumpí en su casa el día anterior?.

— ¿sobre qué? —le pregunté tratando de mantener la calma

— es sobre mi hermano

Trague saliva. Paola atendió a la puerta, y mientras que le daba el paso, me apresure a esconder el cuaderno en dónde había anotado las traducciones para bajar hasta la sala y conversar con ella en ese sitio.

Apenas baje, la albina me tomo de las manos con entusiasmo y dijo:

— lo sé, lo se todo

Los escalofríos regresaron. Mantuve la calma.

— ¿que es lo que sabes? —le pregunté

— creo que averigüe porque Popee se enojo contigo

— ah sí, ¿por qué?

Me miró con seriedad, tomándose unos segundos para responder, sentía la sangre fría, sin dudas sería mi fin.

— la feria —declaro

— ¿qué cosa? —cuestione

— está claro, seguramente se encontró con alguno de los chicos del parque de diversiones y le invento una mentira

Sentí que el alma me regreso al cuerpo, no sabía nada de lo sucedido el día anterior. Fingí sorpresa.

— eso, tiene sentido —le seguí el juego

— no te preocupes cuñada, te prometo que haré todo lo posible por hacer que mi hermano y tu regresen —habló determinada

— eso me encantaría —le dije

De pronto, Yuri comenzó a llorar, distrayendonos a ambas.

— lo siento chicas, es que tiene hambre, necesito prepararle su leche —se disculpo en seguida

— ¿no se supone que deberías amamantarlo? —le pregunto la albina

— ¡por supuesto que no, me niego! —se rehusó molesta

Sin otra opción, terminamos por ayudarle, Marifa prepararía la leche, y yo traería su biberón el cual se encontraba en la recámara de Paola. No obstante, aprovecharía la oportunidad para traducir el resto de las notas, puesto que no me faltaba mucho.

LoveCircus | [PopeexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora