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Día 01|1/2

Mi madre y yo nos encontramos alistándonos para bajar del avion, ya que hace unas semanas atrás habíamos acordado con mi tía, visitarla todo el verano para cuidar de ella, puesto que esta embarazada y daría a luz en el verano.

Su esposo esta actualmente trabajando muy duro para conseguir un ascenso en su trabajo, para que así pueda aumentar su sueldo y reducir sus horas de trabajo. 

ー fue un viaje muy largo desde T/P, hasta Japón ーmenciono mi madre con fatiga

ー si, lo fue ーle respondí igual

Al salir del aeropuerto nos encontramos con el esposo de mi tía, quien nos esperaba para llevarnos en su camioneta.

ー muchas gracias por tomarse la molestia de venir a Japón para cuidar de mi esposa ーsaludo inclinándose a manera de reverencia

ー haría cualquier cosa por mi hermana ーle respondió mi madre

Guardamos nuestro equipaje en el maletero y subimos. Mi tío nos explico varios detalles sobre el embarazo de mi tía, sin embargo, yo permanecía mirando por la ventana, absorta por el paisaje de aquella ciudad tan tecnológica y tan distinta de lo que estaba acostumbrada.

ー Paola habla mucho sobre ti T/N ーmenciono mi tío llamando mi atenciónー esta muy emocionada por verte de nuevo despues de tantos años

ー yo tambien estoy muy emocionada de reencontrarme con ella ーle respondí con regocijo

Luego de un rato, finalmente llegamos. Mi tío aparco en su jardín delantero y comenzamos a bajar las maletas. Gracias a nuestro alboroto mi tía nos escucho y salio para recibirnos con gran entusiasmo.

ー T/N ーme llamo extendiendo sus brazos

ー tía ーle mire gozosa

Corrí hacia ella para darle un gran abrazo con dicha y cuidado, me alegraba tanto verla despues de tanto tiempo. Posterior, mi madre le saludo de la misma manera.

Las diferencias culturales se hicieron notar desde el momento en que entramos, al tener que dejar nuestros zapatos en la entrada y cambiarlos por pantuflas. Su hogar era acogedor, tradicional y moderno a su vez.

La casa de mis tíos era grande y espaciosa, contaba con dos plantas y tres recamaras. Una ocupada por ellos, la segunda se volvió la habitación del niño que esperaban, la tercera que era para huéspedes fue en aquella que ocupamos mi madre y yo.

Aquella pieza contaba con un amplio espacio, un ropero sencillo de madera color chocolate con varios cajones en la parte inferior muy practico para ambas, un tocador pequeño, y un ventanal al fondo que daba paso a un pequeño balcón. 

Al cabo de unos minutos mi madre y mi tío decidieron salir a comprar la despensa para preparar la cena. Mientras que yo me quedaría para cuidar de mi tía, lo cual acepte con gusto.

ー dime T/N, ¿estas cansada? ーme pregunto curiosa

ー no mucho, creo que la emoción de estar en otro país y verte de nuevo, hacen que me olvide del cansancio ーreí

ー que bueno, me alegra escucharlo ーdijo con entusiasmoー acompáñame a un lugar ¿quieres?

ー ¿a donde?

ー ya lo sabrás —decia mientras tomaba las llaves de su camioneta

Extrañaba lo espontanea que era mi tía, por lo que no dude en ir, ademas, debía permanecer a su lado para cuidarla. Así fue como partimos.