Día 09

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Apenas ayer había visitado el circo, y hoy volvería a hacerlo. ¿La razón?. Paola me dijo que había algo importante que hablar con el dueño del circo, me ofrecí a acompañarle para cuidarla, ella acepto sin siquiera decir sus típicas frases "estoy embarazada, no enferma" y demas, algo que me pareció extraño.

ー no se exactamente cuanto tiempo vaya a tardar, asi que pienso que deberías ir y buscar a tus amigos 

ー bueno, ya pasan de las cuatro, asi que, supongo que no hay ningún problema ーdije mirando la pantalla de mi celular, recordando aquella hora que menciono el rubio, no queria volver a interrumpir sus ensayos

Una vez llegamos, me percate que el sitio estaba prácticamente vacío.

Nos encontramos con el dueño del circo quien nos saludo impetuoso, le respondí con una reverencia como observe se hacia en el país del sol naciente. Señalo una dirección, donde atine a pensar se encontraban sus hijos, por lo que me dirigí hacia aquella dirección.

Caminaba por un pasillo con esperanza de encontrarlos y no perderme en el intento, ya que me dirigía a la dirección contraria de los camerinos, lugar desconocido para mi.

Llegue hasta una gran puerta que marcaba el final del camino, ya no habia mas pasillo. Por un instante me senti perdida. No dude en regresar, mas me detuvo unos murmullos que provenían por detrás de aquella puerta.

Mi entendimiento del japones era nulo, pero me apaciguaba reconocer aquellas voces, se trataba de aquellos que buscaba. Llame a la puerta y dije:

ー ¿puedo pasar?

Instantes despues obtuve respuesta. La puerta se abrió y cruce miradas con el rubio.

ー hola ーsalude con un gesto de mano y una pequeña inclinación a manera de reverencia

De un costado de asomo la albina quien me observo curiosamente sonriente.

ー T/N, ¿qué haces aquí?

ー vine a acompañar a mi tía, esta hablando con el dueño del circo y el me señalo esta dirección

ー que bueno que estas aquí

Amablemente me permitieron la entrada.

Una vez cruce la puerta me percate que aquel sitio parecía mas hogareño. Había una sala pequeña, al igual que un comedor y al fondo lo que parecía ser una cocina. 

Aquellos muebles llamaron mi intención, pues eran un tanto particulares. La mesa del comedor era muy pequeña, no habia sillas, en su lugar habían cojines, los sillones no contaban con patas para sostenerse, por lo que eran muy bajos, podria decirse que parecían de juguete o para niños.

ー veo que te llaman la atención nuestros muebles ーdijo la albina sacándome de aquel trance

ー lo siento, no quise ser grosera ーme disculpe apenada

ー no te preocupes, no son de juguete ーatino a mis pensamientosー nuestros muebles son tradicionales japoneses

No estaba muy familiarizada con las costumbres y tradiciones japonesas aun, por lo que me parecían curiosos esos detalles.

Me invitaron a tomar asiento en el pequeño comedor. La albina permaneció conmigo mientras que el rubio había ido a la cocina a preparar té.

ー esta es nuestra casa

ー ¿viven en el circo?

ー el circo es nuestro hogar, ha sido parte de nosotros a lo largo de las generaciones 

LoveCircus | [PopeexReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora